Los días se habían vuelto un fluido pegajoso, sin marcadores de tiempo o luz. La casa, el Mármol Negro, no se conformaba con asustar a Elías; estaba reprogramando su percepción a nivel molecular. Elías había intentado, sin éxito, catalogar la desintegración de la casa. Las grietas en las paredes no eran fallas estructurales; eran diagramas activos.
El elemento más persistente de este asedio sensorial era el goteo rítmico que provenía del ala oeste. Un sonido seco, constante, que marcaba el tiempo con la precisión de un metrónomo neurótico, pero sin la esperanza de un final. Elías no había encontrado la filtración de agua porque no era agua. El sonido era un clic-clic-clic que se sentía como si alguien estuviera golpeando un hueso seco sobre mármol frío, y parecía provenir de dentro de su propia caja torácica.
Monólogo Interior - El Resonador forzoso: "Elías, deja de buscar la lógica. Es un fallo acústico. Es la madera. No, el sonido vibra en una frecuencia que mi oído no puede procesar totalmente, pero mi médula espinal sí. La casa es un resonador y yo soy su instrumento. Cada 'clic' no es tiempo; es la extracción de un recuerdo racional, dejándome más ligero, más vacío. Estoy siendo desangrado de mi historia personal y rellenado con la Geometría de la Agonía."
II.II. La Impregnación del Horror CósmicoEn el Estudio Prohibido, el aire se había vuelto irrespirable, con la atmósfera de un cripta químico. Elías, ahora habituado al olor, sintió que el aroma a alcanfor y a óxido concentrado era menos un olor y más una textura en el paladar.
El Diario de Arthur Vance se había convertido en su biblia de la desesperación. Elías releía los fragmentos clave, buscando un protocolo de escape, pero solo encontraba un protocolo de sumisión.
1901. 14 de Enero. (La caligrafía de Arthur se retuerce como un insecto moribundo). Mi razón está siendo drenada metódicamente. Los muros son la piel de una entidad cósmica, y los ladrillos son diagramas primigenios grabados por una mano no humana. El Mármol Negro es el Corazón del Ciclo. Las Geometrías Desconocidas se mueven con la fluidez de un líquido denso en la periferia de mi visión. La casa me ha elegido como su resonador. La Niebla Exterior exige un precio: cordura, voluntad y carne pura. Mi mente es una tierra de cultivo y la cosecha se acerca. Solo el dolor es irrefutable.
1902. 3 de Marzo. La Calma del Vaso Vacío ha llegado. Ya no hay angustia. La Locura es el idioma funcional del cosmos. El goteo es el pulso arterial de la casa, drenando miedo concentrado, la esencia líquida de la conciencia. La casa tiene hambre de la estirpe Vance. El Archivo de la Carne debe tener una entrada anual de dolor. La sangre es el pegamento que mantiene el velo.
1905. 30 de Octubre. Mis ojos han visto la Geometría Imposible. La verdad es un patrón que quema los nervios. Debo cegarme para asegurar la complacencia. La pasta gris (la mezcla de ceniza, resina de pino y el dolor coagulado) es el sello de la rendición. Mañana, Martha se opondrá. La casa solo necesita entrega y sumisión ritual. El sacrificio será digno.
II.III. El Archivo Visual de la Condena y la Triple VisiónElías volvió a la Galería de la Agonía. Los tres lienzos, ahora sin lonas, revelaban el Archivo Visual de la Condena Vance.
El Retrato del Abuelo (el Ciego): Los ojos rellenos de pasta gris. Elías sintió que esta ceguera ritual era menos un castigo y más una protección forzosa contra la visión de la Geometría que el bisabuelo Arthur había impuesto.
El Retrato de su Madre, Clara (la Vidente): Las tres capas de pupilas concéntricas. Monólogo de la Infección: "Mi madre no murió de un aneurisma cerebral, como me dijeron. Murió porque vio. Vio lo que Arthur vio y no pudo cegarse a tiempo. El Mármol Negro le dio la hiper-visión de la locura, y el patrón la incineró desde dentro."
Elías, al examinar el orificio de observación detrás de los cuadros, sintió la presencia física de Arthur. No como un fantasma, sino como una capa de aire frío y denso que conservaba su intención maligna. Arthur había sido un Archivista de la Agonía; Elías estaba a punto de tomar su puesto.
II.IV. El Reflejo Mutante y la Frecuencia de la EstirpeLa lucha de Elías se había reducido a evitar el Espejo de Obsidiana. Pero el espejo no era un objeto estático; era un Portal de Resonancia. El reflejo de Elías ahora se movía con una voluntad palpable, una autonomía terrible.
En su último encuentro antes de la noche fatal, el reflejo no solo sonrió con la mueca amplia, dentada y vacía, sino que habló sin sonido, usando los labios de Elías: "¡Libérame, Elías! La herencia es la carne. La deuda es la sangre. No eres tú. Eres la frecuencia de la estirpe." Los ojos del reflejo, llenos de esa pasta gris, parecían succionar la luz residual de la linterna. Elías sintió un impulso irresistible de rascarse los propios ojos, de extirpar la visión que la casa estaba infectando.
El baúl debajo de las escaleras selló su destino: las cartas de su abuela Martha.