Mármol Negro

Capítulo III: La Noche De Samhain y La Cosecha Del Resonador (31 De Octubre - 1 De Noviembre)

III.I. El Silencio Abisal y el Último Acto de la Lógica (18:00 h - 20:00 h)

​La noche del 31 de octubre cayó sobre Mármol Negro con una oscuridad absoluta y prematura. No era la oscuridad natural del ocaso; era una tiniebla tangible, un peso cósmico que parecía presionar sobre la atmósfera. A las 18:00 h, con la puesta del sol, el silencio exterior se convirtió en un silencio abisal dentro de la casa. Era una ausencia de sonido tan perfecta que el latido del corazón de Elías resonaba como el golpe de un tambor de guerra en sus sienes.

​Elías sintió la orden, clara e irresistible, grabada en su médula espinal: ir al estudio y autoflagelarse, para raspar sus propios ojos. La locura no era una opción; era la necesidad biológica impuesta por la casa, el primer paso del ritual de la Cosecha.

​En un último, patético acto de lógica archivista, Elías intentó atarse a la silla de madera maciza en el vestíbulo. Había traído gruesas cuerdas de cáñamo. Se las enrolló en los tobillos y en el pecho, apretando los nudos con dientes temblorosos. Fue inútil. La casa no lo permitió. Las cuerdas se tensaron sin que Elías aplicara fuerza, y se rompieron con un chasquido seco y burlón, como el sonido de una carcajada de hueso.

La Casa Responde con Presión: El aire se volvió tan pesado que sus músculos dolían; la presión barométrica dentro de la casa se disparó a niveles insoportables. Sus oídos se bloquearon. Las sombras en los rincones dejaron de ser ausencia de luz; eran masas compactas, semi-sólidas, que emitían un zumbido sordo, un sonido de baja frecuencia que vibraba directamente en sus dientes y en el tuétano de sus huesos.

Monólogo Interior - La Falla de la Voluntad: "Ya no hay resistencia. La casa ha roto mi voluntad. No soy Elías Vance, Archivista. Soy Elías Vance, la Frecuencia. Siento el sabor de la pasta gris en mi boca sin haberme tocado los ojos, una mezcla de alcanfor y ceniza caliente. Estoy listo para la Cosecha. La casa me está desmantelando por piezas, primero el entorno, luego la percepción, ahora la moral. ¿Cuánto queda? Solo las horas. Solo las horas de la agonía perfecta. La rendición es la única paz." El tiempo dejó de ser una medida lineal y se estiró en un tormento sensorial.

​III.II. La Invasión Atroz y la Mutación de la Estructura (20:00 h - 23:59 h)

20:00 h: El horror ascendió de las profundidades de la tierra. La niebla verde biliosa se filtró por cada grieta, poro y fisura de la casa, ya no como vapor inofensivo, sino como un fluido denso, aceitoso y vivo que se movía con intencionalidad. La atmósfera se volvió viscosa y pegajosa. Cada bocanada de aire se sintió como inhalar polvo de cementerio mezclado con una resina cáustica.

​Las figuras cubiertas con sábanas que Elías había encontrado en el pasillo se hincharon, tomaron forma y respiraron con un aliento frío que olía a tierra recién removida. Eran los Archivos de Carne de las víctimas anteriores, despertados para presenciar el nuevo ingreso.

21:00 h: La casa comenzó a mutar activamente alrededor de Elías, como si estuviera siendo digerida por un organismo gigantesco. La madera crujía y se quejaba, pero no por el viento. Elías vio cómo el marco de la puerta de la cocina se curvaba lentamente hacia abajo, como un arco que se rinde a un peso imposible. Las paredes de ladrillo parecían pulsar, moviéndose hacia él y luego retrocediendo, respirando.

22:00 h: El reloj de péndulo sonó con el ritmo frenético de una alarma biológica en sus sienes. El sonido ya no era externo; era una vibración que resonaba en el interior de su cráneo. Elías intentó correr, buscando una ventana, una vía de escape, pero los pasillos se retorcieron y se doblaron físicamente. Las escaleras lo llevaban al mismo rellano, sin importar la dirección que tomara. La casa estaba rotando a su alrededor, reescribiendo la topología euclidiana de forma activa.

Monólogo Interior - La Arquitectura de la Locura: "¡No hay escape! La casa es un toroide, una figura geométrica que se pliega sobre sí misma. Mi mente no puede mapear esto. Esto es lo que Arthur vio. Es la simetría imposible en acción. Cada paso me lleva más profundo, no hacia la salida. La piedra está viva. La casa me está guiando hacia la sala de operaciones. Soy un instrumento quirúrgico en manos de la Geometría."

23:59:59: El reloj se detuvo. El silencio total regresó, un vacío que aspiraba todo el sonido y la luz. Elías se quedó quieto, sintiendo que su cuerpo era el único objeto que aún conservaba un rastro de calor y vida en el universo.

​III.III. La Medianoche: Ruptura del Velo y la Coreografía de la Entropía

Medianoche: El reloj sonó trece veces. El último golpe no fue un sonido; fue una onda de choque psíquica que se extendió en un zumbido sónico y vibratorio. Las bombillas estallaron en ráfagas de chispas verdes. El sonido era la frecuencia pura de la no-existencia, la voz de la Niebla Exterior entrando a través del Velo roto.

​Elías fue arrastrado por una fuerza invisible, como un títere, hasta el Estudio Prohibido. El aire vibraba con un canto gutural, inaudible para el oído humano, el himno del cosmos que celebraba la Cosecha. En el centro, la Estatua de Madera Negra (un tótem informe que no estaba allí antes) se había materializado. No era una estatua; era una Aberración geométrica, un vacío que consumía la luz con voracidad. Se alzaba sobre un círculo de moho bioluminiscente que pulsaba con luz verde enfermiza.



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En el texto hay: terror, suspenso misterio, hallowen

Editado: 15.10.2025

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