Capítulo 8

Mientras veo el anillo en mi dedo anular, mi celular comienza a vibrar, veo el identificador y es Andy, mamá me ve y pregunta,

—¿Quien te llama Aurora?

Suspiro, mientras veo a todas las personas en la sala de estar,

—Es de el trabajo, necesito contestar, volveré pronto.—Miento.

Entro a mi habitación, cierro la puerta tras de mi,

—¿Hola?

El dice,

—Aurora, realmente lo siento, no quise dejarte en la calle sola, pero al escucharte decir que conocerías al chico con el que tus padres quieren casarte no me tranquiliza.

Veo el anillo en mi dedo y digo,

—Andy te entiendo perfectamente, pero necesito hablar contigo y espero que me comprendas, si no lo haces te entenderé, si me odias lo aceptare, si quieres insultarme te escuchare.

El pregunta nervioso,

—¿De qué quieres hablar?¿por qué me dices todo esto?¿por qué de pronto hablas tan seria?Aurora, me estás confundiendo.

Mis ojos comienzan a cristalizarse,

—Andy, eres un chico realmente increíble y has sido un novio muy lindo, pero debo casarme con Ethan, solo quiero decirte que no lo hago por amor, lo hago porque.—Me quedo en silencio por un momento pensando si debo o no decirle la razón, pero al final siento que no debo decirle,

—Cuando todo esto se arregle y si no me odias, te explicaré porque me casé con Ethan, Andy lamento mucho hacerte esto.—Termino de hablar para comenzar a llorar, esto es muy injusto para el, perdió a su padre por culpa de mi familia, ahora me perderá a mi por culpa de mi familia, el debe odiarnos realmente.

El dice con su voz quebrada,

—No tienes que disculparte, fueron tus padres los que te obligaron a hacer esto, pero si todo se arregla, por favor no me busques, no quiero volver a verte, no quiero saber nada de ti, adiós Aurora.

Mi corazón en ese preciso momento se quebró, no puedo estar molesta con Andy, solo estoy demasiado triste,

—Andy nunca fue mi intención lastimarte, créeme no quiero esta boda, pero debo hacerlo.

El suspira,

—No era tu intención, pero lo hiciste, no me vuelvas a llamar Aurora.

No puedo bajar y ver los preparativos de mi boda, no puedo fingir que estoy bien, no puedo reír con las personas que están abajo, así que le envío un mensaje a mamá,

—Mamá lo siento, pero no puedo bajar estoy ocupada con el trabajo, todo lo que tú elijas estará bien, yo estaré de acuerdo con todo.

Veo nuevamente el enorme diamante en mi dedo anular, me lo quito y lo coloco en la cajita que me entregó la señora Gillian, mientras estoy recostada en mi cama, recuerdo que Mikel me dio su número de teléfono, busco su tarjeta y llamo a su número,

—¿Hola? ¿En qué puedo ayudarle?

Hablo muy emocionada al escuchar su voz,

—¿Podemos ir por ese café? Se que es tarde, pero de verdad lo necesito.

El pregunta un poco confundido, al fondo puedo escuchar que estaba con alguien más,

—¿Aurora?

Me sonrojo, no dije quien hablaba y creo que estoy molestándolo,

—Si soy yo, lo siento no debí llamar así, es muy tarde, también es bastante rápido, me diste tu tarje hace poco y yo estoy llamándote, sabes que olvídalo.

El comienza a reír por lo que dije,

—¿Dónde estás? iré a buscarte, no debes preocuparte no es un mal momento, solo estaba con un amigo.

Digo apenada,

—¿Estas seguro?¿A tu amigo no le molestará que lo dejes solo?

El ríe,

—No te preocupes por el, envíame la dirección iré a buscarte.

Acepto y decido no pensar mucho en las cosas que podrían pasar, es mi primera vez siendo impulsiva, todo en mi vida ha sido planeado, pero hoy decidiré salir con un desconocido y me siento feliz por eso, busco algo de ropa, pero no se que ponerme, es solo un café me repito, así que elijo una blusa rosa y un short negro, con tenis y mi cabello lo dejare suelto, me veo al espejo y me siento bien, ahora lo único que falta es lograr salir de la casa sin que mamá o la señora Gillian se den cuenta.

Le pedí a Mikel que me espere algo lejos de casa, así no se darán cuenta que salí con un chico antes de mi boda, pero lo importante en este momento es cómo salir de mi habitación sin ser vista, salgo al balcón y noto que junto a la baranda llegan unas ramas de un árbol que sembré cuando era una niña, jamás en mi vida he subido a un árbol, pero hoy será la primera vez, así que recojo mi cabello en una coleta y comienzo a tratar de bajar por las ramas del árbol, mi corazón se acelera y me repito una y otra vez, no veas a abajo Aurora, no veas abajo, pero entré más intento bajar más curiosidad me da por saber cuanto me hace falta para llagar al suelo, mientras veo hacia abajo, me resbalo, para no golpear mi rostro con el suelo, colocó mi mano izquierda, sentí que mi muñeca se dobló seguido de un dolor insoportable, en el momento cuando escuche el sonido de mi muñeca fracturándose, comencé a llorar y gritar por el dolor, una sirvienta se acerca a donde estoy,

—Señorita Aurora, ¿se encuentra bien?

—No, solo juego en el patio.—Digo molesta, es obvio que me duele.

Ella me levanta del suelo, comienza a llamar a mis padres y mientras veo que mi brazo está fracturado y mi pierna sangra, que ironía la primera vez siendo espontánea y sucede esto,

—Dios mío, Aurora, ¿qué sucedió?—Dice mamá muy preocupada.

En este momento comienzo a sentirme idiota, no puedo creer que bajara por un árbol, para escapar de casa, ¿qué edad tengo 15?,