Married?

Capítulo 27

Ella bufa molesta y cierra sus manos en puños,

—Ethan has algo.


 

Ethan traga saliva, me ve, ve a Gracy y dice,

—Deberías irte, no puedes quedarte así, el chofer de mi esposa te llevará a tu casa, gracias por acompañarme.


 

Abrazo el brazo de Ethan y digo,

—Cariño, me prestas tu chequera, olvide la mía en casa.


 

Ethan me ve confundido, pero decide seguirme el juego,

—Toma cariño.


 

Sonrió, tomo la chequera y hago un cheque por $100, se lo entregó a Gracy,

—Gracias por acompañar a mi esposo, pero desde hoy, no necesitaremos más tu ayuda.


 

Ella me ve molesta,

—No necesito dinero, lo hago por Ethan no por ti.


 

Estoy al borde de mi paciencia, Ethan lo nota, me abraza por la cintura y dice a Gracy,

—Mi esposa está aquí, no te necesito más, te contrate para que me acompañaras esta noche porque mi esposa estaba cansada, pero ella quiso sorprenderme y ahora no te necesito más, si no tomas el dinero es tu problema.


 

Veo a Ethan sorprendida, no creí que el se pondría de mi lado y apoyaría mi capricho, el me ve y dice,

—Vamos cariño, te presentaré algunos inversionistas de la empresa.


 

La fiesta termino y mis mejillas están entumecidas de tanto fingir la sonrisa.


 

Suspiro cansada, mis pies me matan de caminar por todo el enorme salón, me siento en un sofá, cierro mis ojos, Ethan se acerca a mi y pregunta,

—¿Te encuentras bien?


 

Abro los ojos y lo veo,

—Estoy cansado, no estoy acostumbrada a asistir a celebraciones, siempre busca una excusa para faltar a las fiestas que era invitada, mis padres siempre odiaron eso de mi.—río apenada,

—Si me vieran hoy, estarían riéndose de mi.


 

Ethan se agacha y quita mis zapatos altos, lo veo sorprendida, mientras pregunto nerviosa,

—¿Q...qué, e...es..estás haciendo?


 

El levanta la vista, mientras me pone unas pantuflas y me dice sin darle mucha importancia,

—Cambio tus zapatos por unos más cómodos.


 

Quito mi pie de su mano,

—Mmm... no, e...es, necesario.


 

El me observa y pregunta curioso,

—¿Por qué actúas tan nerviosa? Ni siquiera hablas bien.


 

Inhalo y exhalo, colocó las pantuflas y me levantó del sofá, quedando a la altura de sus hombros, me cruzo de brazos,

—No estoy nerviosa, es solo que todos nos observan y es extraño.


 

El levanta una ceja,

—No había notado lo pequeña que eres.


 

Lo veo confundida,

—¿Qué?


 

El coloca su mano en mi cabeza y despeina mi cabello,

—Pareces una hermana menor.


 

Me levantó en puntillas y digo molesta,

—Ethan no es tiempo de bromas.


 

El asiente,

—Está bien, está bien, pequeña chica mandona, volvamos a casa, seguramente quieres dormir.


 

Digo indignada,

—No soy tan pequeña, no es mi culpa que midas 1.90.


 

El sonríe, toma mis zapatos altos y mi cartera, mientras me extiende su mano para que la tome, dice de forma burlesca,

—Tienes razón es mi culpa ser tan alto.


 

Niego tomo su mano, riendo por su comentario,

—Tu no tomas nada en serio Ethan.


 

Al llegar a casa, solo entré a mi habitación y no me cambie de ropa ni quite el maquillaje de mi cara, estaba exhausta, cuando mi cabeza tocó la almohada, me quede profundamente dormida.


 

No se que hora es, abro los ojos mientras bostezo, busco mi teléfono y está en la mesita de noche, veo la hora y son las 11:00am, no puedo creer que haya dormido tanto, me siento de golpe en la cama, es tarde, debo ir a trabajar, corro hacia la ducha.

Al salir de la ducha recuerdo que aún no debo ir a trabajar, así que decido vestirme cómoda, salgo a la cocina y por lo visto no hay nadie, ¿dónde estará Ethan?, le envío un mensaje,

—¿Dónde estas?


 

No espero su respuesta, tengo mucha hambre, a pesar de que mis padres son unos chefs reconocidos, por alguna razón yo no heredé su talento y por ende jamás en mi vida he cocinado, pero Ethan no tiene sirvientas y debo cocinar algo o morire de hambre, busco en el refrigerador algunos ingredientes para prepararme una comida decente.


 

Comienzo a picar algunas verduras, pero es muy difícil, me corte un par de veces, y aún así se ven horribles, pienso no deben verse perfectas, mis dientes continuarán con el proceso, luego comienzo a batir algunos huevos, pero quebrarlos es muy difícil, las cáscaras siempre caían en mi sartén.

Al freír el tocino aprendí que el agua y el aceite caliente, no se llevan bien, todo el aceite hirviendo comenzó a salpicar por todos lados, cuando coloque el tocino recién sacado del freezer en el aceite hirviendo, me quemo la cara, mis manos, incluso me cayeron algunas gotitas de aceite caliente en las piernas, estaba toda quemada, cortada y ya molesta, pero no me rendiría tan fácilmente, así que seguí adelante hasta terminar mi desayuno.

Mamá siempre dice cuando se quema, que eso la convierte en una verdadera mujer, así que supongo hoy me convertí en una verdadera mujer.


 

El desayuno tiene una presentación horrible, pero no se juzga a un libro por su portada, seguramente su sabor es increíble, mis padres son los mejores chefs de este país, debo tener un poco de su sazón en mi cocina.


 

Decido comer un trozo de tocino, pero por alguna razón es imposible de morder, me quedo como hule, es extraño jamás había probado un tocino tan horrible, continuo con mi huevo, está un poco quemado, pero seguramente sabe bien, mis ojos lagrimean, el huevo esta amargo, por Dios no es posible que cocine tan mal, decido no seguir comiendo, todo esta asqueroso, me levanto de la mesa molesta y decido tirar el desayuno incomible que prepare.



#19324 en Novela romántica
#4717 en Thriller
#2635 en Misterio

En el texto hay: comedia, romance , odio amor

Editado: 10.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.