Lo veo y no puedo evitar reír, porque su forma seria en la que me pide no volver a la cocina,
—Está bien, prometo no estar en la cocina, si tú estás en casa.
El me entrega un plato de comida y dice muy serio,
—Realmente no quiero que entres a la cocina, terminarás herida, no estoy bromeando Aurora.
Suspiro,
—Se que no bromeas, pero debo aprender a cocinar.
El pregunta curioso,
—¿Por qué debes hacerlo? No me molesta cocinar para ti.
Digo algo nerviosa,
—Mis padres son chefs reconocidos, es raro que yo no pueda cocinar, no es porque tu me cocinas, la verdad me gusta que lo hagas, solo quiero demostrarle al mundo que también soy una Smith, pero no hablemos de mi, comamos, la comida se ve deliciosa.
El asiente y comenzamos a cenar, la comida como siempre es muy buena, realmente envidio el talento de Ethan para la cocina.
Al terminar de cenar, Ethan me llevo a una habitación de pánico secreta, no sabía que está casa tenía algo así, me dio la clave de ella y me dijo que si estaba en problemas, me escondiera en ella, ahí estaría segura, también me llevo al gimnasio, estoy segura que el venir al gimnasio no solo es para verlo, seguramente papá hablo con Ethan y ahora debe entrenarme.
En el gimnasio me dijo que comenzaría a enseñarme defensa personal, porque papá había hablado con el, no quería que nada malo me sucediera si estaba sola, lo que sospechaba cuando me trajo aquí, no me parece una mala idea, así que me cambio de ropa y comienzo a entrenar con Ethan.
Estoy realmente agotada, el entrenamiento de Ethan es muy extremo, entrenamos por dos horas y media, solo me dio un descanso de 15 minutos, el hecho de que el este en buena forma, no significa que yo lo esté.
Al terminar el entrenamiento me duché y sin pensarlo dos veces caí rendida en mi cama.
Estoy profundamente dormida, cuando escucho la alarma de mi celular, en este preciso momento la odio, abro mis ojos, mi cuerpo está matándome, me siento en la cama y decido ir a ducharme, seguramente eso me ayudará a combatir la dolencia muscular.
Al estar lista, salgo de mi habitación, Ethan me observa de pies a cabeza y dice sorprendido,
—No creí que te levantarás el día de hoy, eres más fuerte de lo que imagine.
Pongo mis ojos en blanco,
—No te burles, no tienes idea de lo difícil que fue levantarme de la cama, pero no te daré el placer de verme sufrir, así que ya estoy lista para ir a trabajar.
El ríe y despeina mi cabello,
—Está bien, ven el desayuno está listo.
Digo molesta,
—¿Puedes dejar de hacer eso? Sabes acabo de peinarme para ir a mi trabajo.
El pregunta, escogiendo sus hombros,
—¿Estabas peinada?
—Sabes, estoy hambrienta, no peleare contigo.—Digo comenzando a desayunar.
Al salir del trabajo, fui al hotel donde se queda Mónica, ella sale con sus maletas, nos ayudan a subir sus cosas a mi auto, ella me saluda muy feliz,
—Hola Aurora, gracias por hacer esto por mi.
Sonrió,
—No te preocupes, me alegra que viviremos juntas.
Llegamos a la casa, Ethan aún no ha llegado, le muestro a Mónica la habitación en la que se quedará,
—Está será tu habitación, siéntete como en casa.
Ella sonríe apenada,
—Es muy hermosa, bueno toda tu casa es hermosa.
—Me alegra mucho que te guste.
Ella se sienta en la cama y me ve, en sus ojos puedo notar que quiere hablar conmigo, así que me siento junto a ella, noto que sus lágrimas comienzan a correr por sus mejillas, dice con su voz quebrada,
—Aún recuerdo cuando era una niña, mis padres se amaban, papá tenía un pequeño restaurante, mamá lo apoyaba, pero no se que fue lo que sucedió, un restaurante de competencia robo la receta secreta de mi padre, así se volvieron ricos y más famosos, papá intento demostrar que eran unos farsantes, pero nunca pudo lograrlo, mi madre apoyó a mi padre hasta que descubrió algo horrible, no se que sucedió, pero desde entonces el amor que había en ellos desapareció, cada vez que mamá le pedía a papá olvidar lo sucedido, la golpeaba, comenzó a reunirse con maleantes, salía de noche y siempre investigaba a la familia que robo su receta, papá cambio demasiado, mamá no pudo soportarlo, descubrió muchas cosas sobre mi padre y ella no podía contarlas, no soporto con la carga y termino quitándose la vida.—Ella me ve pidiéndome ayuda,
—Aurora, papá me pide que vuelva a vivir con el, no se que hacer, amo a papá, pero tengo miedo, no quiero terminar como mamá.
La observó, limpió sus lágrimas, la verdad no se que decirle, su historia, se parece mucho a la de mis padres, ¿qué clase de persona trataría de arruinar un negocio?, la abrazo
—Monica, lamento mucho tu historia, es muy parecida a la mía con mis padres, también los están amenazando con su restaurantes, no sabría decirte que hacer, pero un padre siempre será un padre, solo pídele tiempo, arregla tus pensamientos sobre el, cuando tengas valor lee la carta que te dejo tú madre, puede que ahí obtengas respuestas.
Ella me observa y sonríe,
—Aurora, agradezco mucho haberte conocido en ese tocador, realmente te convertiste en una buena amiga, gracias por escucharme, pero vine aquí para no pensar en mis problemas, ¿tienes hambre? Te haré de cenar.
La observó y digo curiosa,
—¿Puedes cocinar?
Ella asiente confundida,
—No se si seré una buena cocinera, pero puedo hacer una cena.
Editado: 10.12.2021