Cap 2

Ya había pasado una semana desde que me comprometí con Jackson, mi madre ya estaba muy loca con lo de los preparativos de la boda, aunque esta fuera a principios del año entrante.

Ahora me encontraba en mi aburrida fiesta de compromiso, reunión organizada por mi madre.

— Cariño, ¿te sientes bien? — se acercó a mí.

Asentí — Sí, estoy bien mamá — mentí y traté de sonreír.

— ¿Segura?, estás pálida y ni siquiera has probado tu comida — sonaba preocupada.

— Pálida siempre he sido y simplemente no tengo hambre — rodé los ojos con fastidio — Si me disculpas madre, iré a mi habitación — me levanté rápidamente para alejarme de ahí.

Me dirigía a mi habitación cuando Alex me detuvo.

— Hei, te llegó esto — extendió un sobre.

— Gracias Alex — sonreí — Debe de ser la solicitud matrimonial.

— ¿Solicitud matrimonial? — me miró extrañada.

— Si es un requisito que debemos pedir todos los que estamos próximos a casarnos para verificar que no estemos casados con otra persona, también para saber si estás divorciado o enviudaste recientemente o en algún momento — me encogí de hombros.

— Ya veo, bueno yo seguiré en la fiesta, te veo dentro de un rato — fue lo último que dijo para marcharse.

Suspiré y llegué a mi habitación, me senté en mi escritorio y empecé a abrir el sobre.

— República Nacional de España — leí.

Seguí leyendo atentamente hasta qué...

Heidy Langley

Estado actual: Casada

Contrajo matrimonio el 9 de marzo del presente año.

Cónyuge: Aarón Daughtler

— ¿¡Qué es esto!? - miré nuevamente el papel — Esto es una equivocación.

Me levanté de mi escritorio a dar vueltas de aquí para allá, no es posible.

Vi la fecha — 9 de marzo, el día de mi cumpleaños...

Ahí se me vinieron varios flashbacks de ese día, yo con ese chico desconocido.

— ¡Que me llevé el diablo por los cachos! — puse la solicitud en mi cabeza, todo mal quería llorar.

¿Cómo se supone que voy a arreglar esto?.

— Okay, calma Heidy — suspiré tratando de relajarme — Esto debe ser un malentendido, ni siquiera conozco al tal Aarón Daughtler.

Dios, ¿Cómo iba a reaccionar mi madre si se entera de esto?, Le va a dar un infarto.

Estaba entrando en la plena desesperación, miré por 5.ª vez el papel y he ahí la señal divina del mismísimo Dios.

Cel: ****

Agarré mi celular de inmediato y le dejé un mensaje.

Voy a solucionar esto yo misma.

...
 

— Aarón, ven a ayudarme.

— Ya voy Castiel, tu hermano está ocupado.

— ¡No es cierto!, ¡estás de flojo leyendo una revista! — este frunció el ceño.

— Esto es importante — señalé la revista.

Castiel bufó — Okay, es suficiente le diré a mamá — salió de la cochera rumbo a la casa.

Me levanté rápidamente para detenerlo — No le digas nada a mamá, ven te ayudaré — lo arrastré otra vez dentro de la cochera.

...

Tiempo después la cochera quedó limpia y reluciente.

— Vamos a tomar un descanso — me senté en un banquillo.

— Si — mi hermano hizo lo mismo.

Suena mi celular y de inmediato voy a ver.

Número desconocido:

— Necesito hablar contigo, por favor responde esté mensaje.

No le di mucha importancia y cuando me disponía a guardar el celular nuevamente sonó.

— Es de vida o muerte, si no contestas te seguiré mandando mensajes día y noche, hasta que respondas.

Fruncí el ceño y me dispuse a responder.

— ¿Quién eres?, ¿Un acosador?, déjeme en paz.

Esperé que me respondiera y bingo.

— No soy ningún acosador, solo necesito arreglar un pequeño detalle contigo, si no es mucha molestia.

¿Qué tendría yo que solucionar con un completo desconocido?, que yo sepa no le debo dinero a nadie.

— Piérdete, no tengo nada que solucionar contigo, deja de molestar.

Esperé unos segundos y volvió a responder.

— ¿Dirás lo mismo sí te digo que eres mi esposo Aarón Daughtler?.

*Imagen adjunta*

Fruncí el ceño desconcertado y abrí la imagen y vaya sorpresa eso era una solicitud...

— Por el diablo — fue lo único que pude decir.