Married by accident

Cap 4

— ¿Queee?, ¿cómo qué estás casado? — dijo mi familia al unísono y muy sorprendidos.

Asentí con una gran sonrisa.

— Aarón Daughtler, el matrimonio es algo muy serio — regaño mi madre — Por Dios este chico, ni siquiera me acompañas al doctor y...

— Mamá — la interrumpí.

— ¿Qué? — frunció el ceño con enojo.

— Se supone que somos hermanos y me ocultas tu matrimonio — Castiel bufó decepcionado — Creí que era tu hermano favorito.

— En realidad eres mi único hermano.

— Por eso — rodó los ojos con fastidio.

— Aarón, ¿Cómo es posible qué estés casado? — ahora habló mi padre.

— Fue el 9 de marzo, salí a beber con mis amigos y pues — me encogí de hombros — Me case, apenas hoy me enteré de que el matrimonio es sumamente legítimo.

Mi madre negaba con la cabeza con plena decepción.

— Pero no se preocupen, ya estamos haciendo planes para separarnos legalmente — sonreí.

— ¿Qué? — dijeron otra vez al unísono.

— ¡Dios!, ¿¡Qué voy a hacer contigo!?, niño tonto — mi madre ya se había alterado — ¡No puedes casarte y separarte cuando se te antoje!.

— Madre, esto es algo muy complicado.

— Hermano, ¿La chica es bonita? — preguntó con curiosidad.

Asentí — Lo es, para ser sinceros — di una pausa — Es completamente mi tipo.

Mi hermano y mi padre chocaron los cinco mientras mi madre me mataba lentamente con la mirada.

— Me voy a mi habitación, con su permiso — me despedí y me dirigí a mi cuarto.

Estando ahí, me senté en mi escritorio.

— No puedo creerlo, estoy casado — suspiré — Ella es increíble, nunca pensé volverla a ver.

Se me vino un pequeño flashback de esa noche donde Heidy me estaba sonriendo muy dulcemente.

...
 

A la mañana siguiente.

Me encontraba en un desayuno de despedida para Jackson, ya que volvería a los Estados Unidos hoy a medio día.

— Gracias por el desayuno de despedida — sonrió.

— Con todo gusto querido — respondió mi madre.

— Alex y Lisa, gracias por ayudar a Heidy con los preparativos de la boda, sobre todo cuando yo no esté, serán de gran ayuda para ella — me miró.

— No es nada — dijeron las dos al mismo tiempo.

— Y Félix, me alegra haberte conocido, eres uno de los mejores organizadores de bodas de toda España, así que muchas gracias.

— Basta — dijo tímido el chico de cabellera azul — Heidy debo recordarte que debemos enviar pronto tus requisitos, ¿Si?, Es fácil, foto de carnet, partida de nacimiento, cédula y certificado matrimonial.

— El certificado lo puedo pedir por internet, el de ambos.

— No — dije rápidamente y los presentes me quedaron mirando algo extrañados — Digo, ya me estoy encargando del mío — sonreí — Así que no pasa nada amor, yo lo haré.

— ¿Estás segura ? — me miró fijamente.

Asentí varias veces con la cabeza.

— Chicos — Félix llamó nuestra atención — Una de mis clientes descubrió que su prometido estaba casado debido al certificado, que horror.

Yo tragué grueso.

— Félix y si por ejemplo dos personas se casan, ¿cuál es la forma más rápida de separarse legítimamente? — se atrevió a preguntar Lisa.

Miré rápidamente a la chica rubia por esa pregunta tan repentina.

— Podemos preguntarle eso al abogado — miró a Jackson.

Este sonrió — Bueno primero hay que ver la legitimidad del matrimonio.

— ¿Y después? — ahora preguntó Alex intrigada.

Miré a mi mejor amiga ahora.

— Posteriormente — dió una pausa — Cada uno necesitaría un abogado para que se ocupe de su caso.

— ¿Por qué no un solo abogado? — ahora mi madre pregunto.

¡Dios mío! ¿¡qué es esto!?, Agarré mi vaso de jugo y empecé a beber.

— Si tienen el mismo abogado, significa que ambos cooperan con la separación.

Los presentes asintieron satisfechos con la información.

— Esperen, ¿Por qué les interesa tanto esto de la separación? — Jackson frunció el ceño confundido.

Alex y Lisa se quedaron mirando mutuamente.

— Suegra, ¿Tienes algún problema con el suegro? — miró a mi madre.

— No, ¿cómo crees cariño?, estamos muy enamorados — sonrió.

— Todo esto es para una amiga cercana que se quiere separar — dijo Alex rápidamente

— Eso, para una amiga — ahora Lisa le siguió el juego — No la conoces.

Suspiré aliviada.

— Entonces dígale que la constitución Española protege la santidad del matrimonio, es decir, es difícil separarse aquí — sonrió.

Abrí los ojos sorprendida, Dios estoy lista para que me lleves contigo a tu santo reino.

— Suerte a su amiga con eso, será una batalla complicada.

Alex me miró y tragó grueso.

¿Y ahora qué se supone que haré ahora?.




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