Me encontraba en la oficina cuando de repente sentí un mareo horrible, por suerte Alex se dió cuenta y fué a ayudarme.
— ¿Estás bien? — se acercó a mí rápidamente.
Asentí — Si, yo estoy bien, sólo fué un mareo repentino.
— Heidy — dió una pausa — Todos los días te da un mareo repentino, deberías ir al médico.
— Es mi ciclo menstrual que ya está cerca.
— Nada te cuesta ir a revisarte — rodó los ojos.
— Está bien, iré en la hora del almuerzo a revisarme, ¿Está bien?.
Está asintió feliz — ¿Quieres qué te acompañe?.
— No es necesario, iré sola.
— Bueno — la pelirosa se fue a continuar con su trabajo y yo igual.
...
Ya era mi hora de descanso, así que fui rumbo al hospital tal como se lo prometí a Alex.
— ¿Heidy Langley? — se acercó una enfermera.
Asentí.
— El doctor te está esperando, puedes pasar — señaló la puerta del consultorio.
Me puse en pie — Gracias — le regalé una sonrisa amable.
Estando ahí dentro estaba un señor mayor sentado en su escritorio.
— Por favor adelante.
Me senté en la silla frente al doctor.
— Dígame señorita Langley, ¿qué la trae por aquí? — dijo sin más.
— Bueno, últimamente no he sentido muy bien doctor, muchos mareos, vómitos, hasta incluso una vez me desmayé y la comida no me apetece — hice una cara de asco.
— Mm, ya veo — se limitó a decir y escribir en su computadora — ¿Último ciclo menstrual?.
— Eh — negué con la cabeza — No recuerdo con exactitud — rasqué mi nuca.
— ¿Tienes pareja?.
— Sí.
— ¿Tienen relaciones sexuales a menudo?.
Tragué en seco y negué — En realidad no hemos tenido relaciones, estamos esperando al matrimonio.
— Bien le haremos unos análisis de sangre y de orina para ver que arrojan los resultados, ¿Está bien?.
Asentí.
...
Después de que me hicieran todos los exámenes de laboratorio, esperé alrededor de una hora para que me entregaran los resultados.
El doctor entró nuevamente al consultorio y me miró con cara de pocos amigos.
— Okey, aqui están tus resultados — me mostró un sobre blanco en su mano.
Se sentó en su escritorio y empezó a abrirlo, sacó la hoja de los resultados y la estaba leyendo muy atentamente.
— Lo que pensé — me miró — ¿Por qué me mintió señorita Langley?.
— ¿De qué habla?, Yo no le he mentido.
— Dijo que no ha tenido relaciones sexuales porque quiere esperar al matrimonio.
Asentí.
— Entonces — aclaró su garganta— ¿Cómo explica usted qué está esperando un bebé de casi dos meses? — arqueó la ceja.
— ¿Qué? — fué lo único que puede decir.
— Si, los resultados de sangre no fallan señorita Heidy.
— No, no eso es una equivocación, yo no he tenido intimidad con mi prometido.
Negó — Estos son tus resultados, felicidades usted está embarazada.
Estaba en shock, como podía estar embarazada, Jackson y yo no hemos tenido relaciones y ahí caí en cuenta que...
¡Santo Dios!, esté bebé definitivamente no es de Jackson sino de...
— ¿Está bien señorita Langley?.
Asentí y luego negué rápidamente, claro que no estaba nada bien.
— Tome los resultados y por favor agende una cita de control prenatal, ¿entendido?.
Agarré los resultados y salí lo más pronto posible del consultorio.
Estas cosas no me pueden estar pasando a mí, ¿Por qué a mí?.
Me dirigí al estacionamiento y me monté en mi auto rumbo a la oficina.
...
— No lo puedo creer, en serio estás esperando un bebé — la pelirosa tenía los resultados en sus manos.
— ¿Qué se supone que voy a hacer ahora? — pasé mis manos por mi cabello.
— Decirle al padre de la bendición que se haga cargo de ella, ¿no?.
Negué rotundamente —
¿Crees que si le digo que estoy esperando un hijo de él se quiera divorciar?, obviamente no lo hará, ahora tendrá una razón para no hacerlo.
— ¿Y cómo le vas a explicar a Jackson que estás esperando una criatura que no es suya? — arqueó la ceja — No creó que se coma el cuento de que eres la virgen María 2.0 y que el espíritu santo vino como bebé en tu vientre.
No pude evitar reír por su comentario
— No digas burradas Alex — suspiré — No voy a tener al bebé.
— ¿Qué? — abrió los ojos sorprendida.
— Así como lo escuchas, no puedo arriesgarme a perder a Jackson y mucho menos a matar a mi madre de un infarto.
— Estás loca Heidy, no puedes ir y simplemente abortar, además si tú no te quieres casar con Jackson, esta es tu oportunidad para no hacerlo, todo esto es obra del mismísimo Dios.
— Lo sé, pero no quiero decepcionar a mi madre, ella está muy ilusionada con esta boda, siempre quiso que me casará con Jackson — suspiré.
— No puedes pretender cumplirle todos los caprichos a tu madre, primero piensa en tu felicidad ante cualquier cosa tonta — suspiró cansada — Y quiero que sepas que estoy en contra de que abortes a ese bebé — dijo eso con un tono de decepción
— Alex...
Negó — No, no cuentes conmigo para eso — se levantó y se fue a su escritorio.
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Editado: 02.10.2023