Cap 8

Plan 2 
Celos impulsivos.

— Okay Aarón, tienes que enviarme esto todos los días por WhatsApp — le entregué un papel — Necesito suficientes mensajes para demostrar la próxima causa.

Este asintió y empezó a leer el papel que le dí.

— Te extraño, ¿Dónde estás? — me miró — ¿¡Dónde rayos estás!?, ¿¡Con quién estás hablando ahora mismo!?, ¡Ya no lo soporto me muero de cel..!

— Celos insoportables — lo interrumpí — El abogado dice que en algunos tribunales lo aceptan como excusa válida para anular el matrimonio.

— ¿Y por qué yo?, no soy celoso — dejó el papel en la mesa.

— Yo tampoco — fruncí el ceño.

— ¿Anoche no estabas celosa?, Te vi, tenías celos de mis ex's — me dió una mirada juguetona.

Bufé — Claro que no.

— Lo estabas — se encogió de hombros y agarró su celular y empezó a textear quien sabe que cosa.

— Debo irme, tengo algo que hacer, nos vemos luego — me disponía a levantarme de la mesa, pero mi celular sonó, lo agarré rápidamente y ví que era un mensaje de Aarón.

— Esposa mía, eres la más bonita de todas.

Dirigí la mirada hacia el chico y estaba con una gran sonrisa cuadrada, no pude evitar sonrojarme.

— Nos vemos Aarón — ahora sí me levanté y salí del restaurante con todas las mejillas rojas como tomates.

Celos impulsivos X
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...

Al día siguiente me reuní con Aarón a la hora de mi Almuerzo.

Entramos a un restaurante muy bonito.

— El abogado dijo que ya estaba en camino.

Nos disponiamos a sentarnos hasta que...

— ¿Heidy?.

Volteo y me encuentro nada más y nada menos que con mi... madre

— ¿Qué haces aquí? — la abracé fuerte.

— Tengo una reunión con un cliente cariño, ¿y tú qué haces aquí? — miró a Aarón de pies a cabeza — ¿Quién es él? — lo señaló.

— ¿Usted es la mamá de Heidy?

Esta asintió.

— ¿De verdad? — dijo sorprendido — Un gusto conocerte madre — la abrazó.

Yo quedé sin entender nada en ese momento.

— ¿Hola? — mi madre recibió el abrazo — ¿Cómo te llamas?, ¿Ya nos conocíamos? — se separaron y esta miró al chico totalmente confundida.

— Es un cliente mamá — dije rápidamente.

— Si madre, soy su cliente — Aarón sonrió.

¿Y a este que le pasa?, está actuando como un idiota frente a mi mamá.

— Debemos irnos, mamá te llamo más tarde — agarré mis cosas y la mano de Aarón para dirigirme a la salida.

— Chao mamá — se despidió el idiota.

— No, no — nos detuvo — Quédense por favor — me agarró rápidamente.

— No madre — me solté de su agarre, cuando nos dirigimos a la salida nos encontramos con el abogado.

Todo mal, Dios llévame ya.

— Señores Daughtler — dijo para saludarnos — Mil disculpas por llegar tarde, el tráfico es terrible a esta hora.

Mi madre quedó mirando al abogado más confundida.

— Hola, soy el abogado Yeonjun — extendió su mano para estrecharla con ella.

— Un gusto, ¿Señores Daughtler? — preguntó.

Tragué en seco, esto no está nada bien.

— Si ellos — nos señaló a ambos — Son mis clientes.

Aarón me miró con preocupación.

— ¿Por qué Señores Daughtler? — le preguntó mi madre al abogado — Mi pequeña Heidy no se ha casado todavía, se casará pronto — debíamos hacer algo rápidamente si no quería que mi madre se infartara aquí mismo.

— Pero si ya está casada.

Aarón pasó sus manos por su cabello con desesperación estaba autoventilando por toda esta situación.

— No, aún no — mi madre respondió rápidamente.

Yo no sabía que hacer, tragarme tierra y escúpeme en Malasia.

— Madre ...

Cuando estaba a punto de hablar escuché un estruendo y vi al chico tirado en el piso.

— ¡Dios mío Aarón! — me agaché a socorrerlo.

— ¡Necesitamos una ambulancia! — dijo mi madre desesperada.

— Si eso, una ambulancia, señor abogado vaya por la ambulancia me levanté y lo arrastré a la salida.

— Pero señorita...

— No ve que Aarón se puede morir, vaya por la ambulancia rápido.

Yeonjun salió del restaurante para buscar la ambulancia, suspiré aliviada, un problema menos.

Volví dónde estaba el desmayado.

— Hija hazle RCP.

Miré a mi madre confundida — ¿Qué?.

— ¡Rápido!.

Asentí y puse mis manos contra su pecho.

— Uno, dos, tres ...

— ¡Así no! — me regañó — ¡Dale aire!, ¡aire por la boca!.

— ¿¡Queee!?.

— ¡Tiene que respirar, así que dale aire HEIDY LANGLEY! — me fulminó con la mirada y yo asentí.

Miré al chico desmayado en el suelo, tragué grueso y me acerqué lentamente a los labios de este.

— ¡Rápido, rápido, que se puede morir el muchacho!.

Ya estaba a unos pocos centímetros, no podía hacerlo, Dios.

— POR DIOS, YO NO QUIERO VER UNA MUERTE, HAZLO DE UNA VEZ — me empujó.

Y mis labios se unieron con los de Aarón.

Abrí los ojos sorprendida, nuestros labios encajaban a la perfección, eran tan suaves, algo dentro de mí estaba saltando de felicidad.

En ese momento caí en cuenta de todas las personas alrededor de nosotros y me separé lentamente para conectarme con la mirada de Aarón que también estaba sorprendido.

— ¡ESTÁ VIVO! — grito mi madre y la gente empezó a aplaudir

Me levanté rápidamente y ayudaron a Aarón a levantarse.

Yo estaba en un pequeño trance, llevé por inercia una de mis manos a mis labios.

Aarón por su parte me quedó mirando directamente a los ojos y yo a él, esto es una locura.

— ¿Estás bien querido? — mi madre rompió el momento.

— Si, si señora estoy bien — sonrió.

— Ven, te llevaré al hospital por si las dudas — agarré rápidamente el brazo de Aarón — Adiós madre te llamo más tarde — agarré mis cosas y salimos del restaurante.