Me levanté temprano, llamé a Alexandra y me dijo que Heidy estaría en un stand de bodas de una de las revistas más importantes de todo el país, así que decidí ir a verlo.
Pero no sin antes hacer algo muy crucial.
...
— No mamá, no es necesario que me acompañes, estoy bien, ¿si?.
— Bueno cariño, me avisas cualquier cosa.
— Si — colgué la llamada.
— Siguiente — avancé y llegué a comprar mi boleta de entrada.
— Hola, una boleta por favor — sonreí.
— ¿Vienes sola?.
Asentí — Sí.
— No, no viene sola, su esposo está aquí — voltee a ver y era nada más y nada menos que Aarón Daughtler.
— Dos boletas por favor — pidió el chico.
Yo me limitaba a observarlo, el cabello teñido de negro azabache definitivamente es su color.
— ¿Ya te enamoraste?— arqueó la ceja.
Sacudí mi cabeza saliendo de mi pequeño trance y fruncí el ceño enojada — ¿qué haces aquí?.
— Heidy — suspiró — perdóname por las cosas que te dije, déjame acompañarte hoy, ¿si?, como forma de disculpa.
— Aquí están sus boletas — dijo la chica dándonos dos tarjetas, yo agarré la mía y me apresuré a entrar al lugar sin decir ni una sola palabra.
— ¡Esposa mía!, ¡espérame!.
Bufé.
Entramos al sitio y era muy bonito, muchas decoraciones de bodas, vestidos, comida entre muchas cosas más.
— Vamos a ver el auto de ahí — señalé y el chico asintió.
Entramos al auto, era muy espacioso y lujoso.
— ¿Te gusta este auto esposa mía?.
Asentí.
— Aunque si me preguntas a mí, yo preferiría un carruaje, sería como un cuento de hadas y tú la princesa — sonrió ampliamente.
— No somos una pareja romántica, a Jackson no le gustan esas cosas — bajé del auto.
Fui al mostrador donde había anillos de bodas.
— Entonces, ¿hay algo de aquí que te guste? — empezó a ver los anillos.
Negué — no veo nada que le pueda gustar a Jackson — me dirigí a otro mostrador rápidamente.
— ¿Quieren probar un poco de pastel? — se acercó una chica a nosotros.
Yo negué rápidamente — no gracias.
— ¿Por qué no quieres probarlos? — pregunto Aarón acercándose a mí.
— No me apetecen — me encogí de hombros.
...
Ya había pasado al rededor de una hora y todavía estábamos mirando los stands de bodas.
— Mira por allá están los trajes — señalé para dirigirme rápidamente allá.
Empecé a mirar los trajes, eran muy bonitos.
— ¿Y tú qué quieres?.
Voltee a ver a Aarón confunda por esa repentina pregunta.
— Te casarás con el chico que amas, ¿cierto?, ¿y para ti?, no te casas para tus invitados, ni para nadie más — se puso frente a mí — ¿cuál es tu boda de ensueño?, no la boda de ensueño de Jackson ni la de tu madre, la tuya, sé la protagonista de tu boda esposa mía.
Me quedé mirando al chico frente a mi totalmente asombrada por las palabras que me acaba de decir, ser la protagonista de mi boda...
— Ven — me agarró de la mano — vamos a comer, conozco un restaurante muy bueno por aquí cerca.
Y así nos dirigimos a la salida del lugar.
...
Entramos al restaurante y este era muy bonito, nos sentamos en la mesa asignada por el mesero.
— Aquí no encontraremos a nadie conocido — me sonrió — pide lo que quieras, yo invito.
— No, no yo invito — dije mirando el menú — me acompañaste todo el día y hace dos semanas te molesté por lo de la anulación.
— Como tú digas esposa mía — se encogió de hombros — por cierto, ¿qué más tenemos que hacer?, estoy disponible, así que tú dime que quieres que hagamos...
— Aarón — lo interrumpí — ya no hay problema — le sonreí levemente — ya hiciste lo suficiente, desde ahora yo me encargo de todo y también buscaré sola a Aalan y de esta manera te dejo en paz, sólo te llamaré si necesito que firmes algo, eso es todo, eres libre — me dispuse a ver nuevamente menú.
— Hoy hay micrófono abierto, ¿alguien quiere demostrar su talento? — dijo un joven desde la tarima — ¿alguien quiere pedir una canción?, Dígame si quieren una canción y yo con gusto la cantaré junto a los músicos.
— Aarón mira este... — el chico no estaba en su asiento, empecé a buscarlo y vaya sorpresa cuando lo ví en la tarima junto a los músicos.
— ¡Tenemos un cantante esta noche! — la gente en el sitio empezó a aplaudir.
— Aarón Daughtler ven aquí — lo llamé.
— Buenas noches a todos — empezó hablar por el micrófono.
Tragarme tierra, puse mis manos en mi rostro con total vergüenza.
— Quiero que sepan que vine con mi esposa — me señaló y la gente volteó a verme, no puede ser, todo mal.
Traté de sonreír.
— Pero vamos a separarnos muy pronto.
La gente empezó a hacer sonidos de pena.
Se podía escuchar que preguntaban ¿por qué?, gente chismosa me chocan.
— Sólo espero que cambie de idea — Aarón me miró fijamente a los ojos y yo a él — Todavía puedo acompañarte, ¿no?, todavía podemos ayudarnos.
Mis ojos empezaron a humedecerse y muy levemente asentí con la cabeza y de mi boca salió un — si — muy bajito, pero estoy segura de que el chico en la tarima entendió.
Este sonrió — querida esposa mía, esta canción es para ti — me señaló nuevamente y empezó a cantar una canción preciosa.
Yo no sabía si llorar o reír, nunca nadie me había dedicado una canción y menos en vivo y en directo.
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Editado: 02.10.2023