Este lugar — miré con asombro a mi alrededor — es hermoso.
Nos encontramos dentro de una gran cueva llena de agua y algunos cristales, eran hermosos.
Salí del agua para ir con Aarón.
— Según dicen, aquí se hacen ceremonias, puedes casarte aquí, piénsalo — me tomó de las manos y se puso frente a mí — ¿qué quieres decirle a la persona con quién te casarás?, yo le diría esto.
Sonrió y me miró directamente a los ojos.
— Sabes, la verdad es que tengo mucho miedo de amar, porque en el amor nada es seguro, no tener certeza de algo asusta, ¿no?.
Asentí levemente.
— Pero cuando te conocí, me di cuenta de que da más miedo negarse a amar, porque lo cierto es que no necesito estar seguro, mientras estés conmigo estaré bien.
Mis ojos empezaron a humedecerse por esas palabras tan hermosas y sin más quería responderle, necesitaba hacelo.
— Por eso te prometo que desde hoy y por el resto de mi vida — tenía la mirada fija en esos hermosos ojos azules que también se estaban empezando a humedecer — te amaré sin miedo.
— Yo tomaré tu mano...
— Y te abrazaré con fuerza — me apresuré a decir.
— Y saltaremos juntos.
— Y enfrentaremos el mundo juntos.
— Te amaré tal como eres ahora.
— Y tal como seas en el futuro — mis lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas.
— Hasta que la muerte nos separe — dijimos ambos al unísono.
Y sin darnos cuenta Aarón y yo acabábamos de decir nuestros votos matrimoniales.
...
Me encontraba sentada en el sofá del living del hotel y por inercia empecé a sobar mi pancita plana y a pensar en todo lo que me dijo Aarón en aquella cueva.
— Amiga, ¿estás bien? — Alex se sentó a mi lado — ¿te duele el vientre?.
Negué — estoy bien.
— ¿Estás segura?.
— Sí...
— Bueno, Heidy esta noche el hotel hará una gran fiesta — dió palmitas emocionada — y todos los huéspedes estamos invitados.
— Que bien — dije sin ánimos — prefiero quedarme en mi habitación.
— ¿¡Qué!?, Eso no lo voy a permitir, además va a ver mucha comida deliciosa.
— Tal vez lo reflexione ahora — me encogí de hombros.
— Paso por tu habitación a las 7 — se levantó — iré con Casti a almorzar — me guiñó el ojo y se dirigió a la salida.
Negué con la cabeza, lo que me faltaba, Alex ahora es íntima amiga de Castiel.
En eso mi celular suena y vi y era Jackson, suspiré y contesté poniéndolo en altavoz.
— Hola.
— Hola cariño, ¿Cómo te está yendo en Ibiza?.
— Bien, hay lugares increíbles donde podemos hacer la boda — dije emocionada.
— ¿De verdad?.
— Si — dije rápidamente — estaba reflexionando que después de la boda al día siguiente, vayamos de excursión a la montaña.
— No me parece buena idea amor — dijo sin más — recuerda que mi mamá no puede ir de excursión, además es muy peligroso — se escuchaba algo molesto.
En ese momento Aarón se sienta a mi lado
— Y me sorprende que me lo diga una persona como tú, nada atlética — bufó
No pude evitar sentirme triste por ese comentario tan hiriente.
— S-si tienes razón, fue una mala idea, lo siento amor.
— La próxima aprende a organizar tus prioridades primero, debo irme adiós — fue lo último que dijo para colgar.
Miré a Aarón y él me miró con algo de pena.
— ¿Siempre es así? — se atrevió a preguntar.
— ¿Así cómo?.
Negó — nada, no importa — me sonrió.
— Es mi culpa — bajé la mirada.
— Heidy todavía tienes oportunidad...
— ¿Oportunidad? — lo interrumpí.
Asintió — es que... — dió una pausa —todavía no se han casado — me miró detenidamente — todavía puedes echarte para atrás, ¿sabes?.
Suspiré — ¿y después qué?.
No sé a que vino esa pregunta, pero necesitaba escuchar su respuesta.
— Nada — sonrió levemente —nada, era un chiste — se levantó y se dirigió a la puerta principal del hotel.
Algo dentro de mí se decepcionó profundamente, creó que yo esperaba otra respuesta de aquel chico.
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Editado: 02.10.2023