El general Tirso estaba sentado en su oficina. De repente entró una chica y dijo:
—Teniente melisa a sus ordenes.
—Tengo una misión especial para ti –respondió el General Tirso.
—Te infiltraras en la RC -continuó Tirso-, para ello, te hemos creado una identidad nueva, con el nombre de Sara, la cual desde ya puedes descargar en nuestra plataforma. Lo primero que deberás hacer será ir a las reuniones clandestinas de las sectas cristianas, para ver que averiguas. Aquí están las direcciones, de lugares de reunión cristiana, que hemos obtenido de nuestros informantes.
—Entendido señor –respondió Melisa mientras se retiraba de la oficina del general y guardaba las direcciones.