Un preámbulo necesario

Dudo que haya un lector en Wattpad que no haya leído Orgullo y prejuicio o, al menos, visto alguna de sus tantas adaptaciones —la de Keira Knightley, la de Colin Firth saliendo del lago, o incluso alguna versión donde Darcy parece más modelo que aristócrata.

Pero, por si acaso, a ese lector o lectora distraída voy anticipándole algo importante: esta novela no pretende corregir, tergiversar ni reinventar nada de lo que escribió Jane Austen. Su mundo está demasiado bien construido para necesitar retoques.

Lo que sí pretende la presente historia es iluminar un rincón menos explorado de aquella casa bulliciosa llamada Longbourn, donde cinco hermanas —cada una más ruidosa que la anterior— crecieron entre bailes, nervios, súplicas por matrimonios ventajosos y visitas inoportunas.

De todas ellas, hay una que rara vez recibe el cariño literario que merece: Mary Bennet.

Si conoce usted la obra original, recordará el esquema familiar:

- Jane, la primogénita, tan hermosa y amable que parecía existir para demostrar que la bondad podía adoptar forma humana.
- Elizabeth, la segunda, con el ingenio siempre listo, capaz de desarmar un salón entero con una sola ceja alzada (y disfrutarlo).
- Luego venían Lydia y Kitty, dos tormentas de risitas y abanicos, que perdían la cabeza por cualquiera que llevara uniforme.

Y, entre unas y otras, estaba Mary: demasiado seria para ser traviesa, demasiado tímida para brillar, demasiado lectora para caer simpática a primera vista. Su refugio eran los tratados morales; su modo de llamar la atención, tocar el piano con exceso de entusiasmo y escasez de talento emocional.

Nadie se detenía a pensar qué ocurría dentro de ella.

Mary apenas tuvo frases propias en la novela de Austen, como si la autora la hubiera dejado allí para equilibrar —con un poco de solemnidad— el caos alrededor. Y sin embargo, cualquiera que haya vivido en una familia numerosa sabe que los silencios esconden mundos enteros.

Esta historia nace de esa intuición:

¿Qué pasaría si miráramos de cerca?
¿Qué vida podría tener Mary Bennet si, por primera vez, no quedara relegada al rincón del salón?
¿Qué aventuras, viajes o descubrimientos estaban esperando a una joven que solo necesitaba salir de Longbourn para dejar de confundirse con el tapiz?

Aquí comienza, por tanto, no la revisión de un clásico, sino el eco de una vida que estaba entre líneas: la de Mary Bennet, una mujer que descubre quién es cuando deja de intentar ser lo que cree que debe.

Y con esta llave, se abre la puerta, por fin, para Mary Bennet. Aquí empieza su historia.