—Lo lamento, Tara. La hemos perdido. —Mi respiración se acelera y mi corazón parece comenzar a jugar a las carreras.
Inicio del flashback
—Quiero hacerlo, Tar. Quiero volver una vez más a los escenarios. Ni sabes cómo extraño a esos pequeños gritones… —acaricia mi mejilla.
—Steff, ¿acaso no entiendes? Si algo llega a salir mal… yo voy a perderte… ¿Quieres dejarme sola, acaso? —digo con lágrimas en los ojos—. No me hagas esto, Steff, por favor… —susurro al bajar la mirada y comenzar a llorar.
Su mano acaricia mi mejilla. Puedo sentir lo cálido de su piel contra la mía y eso me relaja. Toma mi mentón y me hace mirarla; ella también llora. Lo hace mientras sonríe. ¡Siempre sonríe! ¿Cómo lo hace?
—Tar-Tar… —sonríe grandemente—. No pienso, ni quiero dejarte sola… Quiero ser fuerte por ti. Por nosotras. Si no hago esto, jamás podré volver a un escenario. No volvería a caminar… y no quiero ser una carga para ti, o para nadie. Apóyame en esto, nena. Lo necesito…
Se abre la puerta y llega el momento. Vienen por ella. Van a llevarla a cirugía por más de seis horas. Seis horas en las que voy a sentir morir minuto a minuto. Un par de enfermeros entran y, tras ellos, Cynthia, Natali, Star y Joe. Todos con lágrimas en los ojos, con grandes ojeras y ánimos decaídos.
—Steff, no… —me aferro fuerte a su mano y ella vuelve a sonreírme.
—Voy a estar bien, cariño. —besa mi frente y vuelve a recostarse—. Mientras regreso, podrías ir a casa y visitar a Fozzi. El pobrecillo ha estado mucho tiempo solo… ¿sí? Cuando regreses, voy a estar aquí, esperándote. ¿Ok?
Asiento y me lanzo sobre ella. Aferro mis brazos a su cuerpo y aprieto, con tanto amor, mis labios a los suyos. Ambas lloramos y sé que ella, al igual que nosotros, tiene miedo. Pero, como siempre, quiere ser fuerte.
—Te amo… —susurro al apartarme solo un poco—. Te amo, Steff, no lo olvides. Yo voy a estar esperándote.
—Te amo más. No tienes idea de cuánto te amo.
Los enfermeros se la llevan y todos quedamos a la espera. Se la han llevado a la 1 p. m., y son las 4:30 p. m. y aún no tenemos noticias.
—Rubia, tienes que tranquilizarte, ¿sí? —dice Star al abrazarme de los hombros—. Ven, descansa un poco.
Tomo asiento a un lado de Natali y ella me abraza. Sus manos están heladas y tiemblan sin poder controlarlo. La miro e intenta sonreírme, pero no lo logra y vuelve a recostarse en mi hombro.
Fin del flashback
—Lo lamento, pero su corazón falló en medio de la operación. Intentamos traerla de regreso… pero fue imposible. Lo siento mucho…
“Lo siento mucho…” Mi vista se nubla y mis piernas me fallan. Podría asegurar que mi corazón se detiene, provocándome el dolor más desgarrador que jamás hubiese sentido; y, de inmediato, retoma un ritmo más fuerte y agresivo. Cada latido duele inmensamente. Llevo mi mano al pecho al caer al piso y entonces corre una lágrima por mi mejilla. Levanto la mirada en medio del shock y veo a Cynthia y a Joe desplomarse a mi lado.