Más Allá.

(Cap. 5) - Palabras que no alcanzan

Pasan un par de horas hasta que llegamos al cementerio. Mi mente sigue en blanco hasta que entramos a la capilla. Las personas buscan refugio, pero es imposible que todos entremos en un mismo lugar. Miro mis pies mientras Ed y un par de guardaespaldas más me escoltan hasta la primera fila, ante el féretro.

En este momento podría decir que comienzo a creer que todo esto es cierto. Mi corazón no deja de latir desesperado, pero mantengo la cordura, aferrándome a la cobija en mis hombros.

—Buenas tardes, queridos hermanos —escucho a lo lejos al cura hablar y levanto la mirada.

Trago saliva e intento escuchar al hombre en el altar, pero mi intento falla al ver a una mujer, ya un poco mayor, destapar el ataúd. Mis ojos inmediatamente se desvían hasta ella.

Esa sonrisa sigue en su rostro. Parece estar dormida; lo hace plácidamente en la cárcel que ahora será su nuevo hogar.

La detallo y veo su peluca: la de la chica de discotecas. La peluca del lazo que tanto amaba, y su traje Versace blanco y negro.

—Tar… —frota mis brazos—. Volvamos a los asientos, ¿sí? —mi madre.

—Estoy bien, mamá. Déjame estar con ella… por favor.

—Está bien, cariño… —mi madre se retira y me atrevo a tomar sus manos.

Definitivamente, ya nada es igual. Su alma ya no está. Sus manos ya no se prenden entusiastas de las mías, ni mucho menos me dan esa seguridad que solo ella podía darme.

“Cariño… te me vas…” —una lágrima cae por mi mejilla y corre sobre la suya—. “Te estás llevando mi corazón contigo. Mi vida entera te la llevas. No sé… no sé si podré vivir sin ti. No quiero seguir sin verte despertar a mi lado. No quiero seguir si algún día tu aroma desaparece de mí. No quiero este mundo si todo me recuerda a ti…” —susurro muy cerca de su rostro—. “Te amo, Stefani Germanotta. Eres y siempre serás mi más grande amor.”

Acaricio sus heladas mejillas y dejo un último beso sobre sus labios.

“Siempre te voy a amar con locura, y te extrañaré de la misma forma.”

Levanto la mirada y doy una lenta media vuelta. Las miradas están sobre mí. Natali se ve mal y eso me hace retorcerme por dentro. Doy un par de pasos y tomo sus manos. Ella las sostiene firme mientras la ceremonia acaba.

Freddie está a mi otro lado y, al intentar mirarlo, él solo se pone sus lentes oscuros. Acaricia mi mejilla y me hace descansar sobre su hombro.

—En este momento escucharemos unas últimas palabras de la Sra. Germanotta para su hija y para todos vosotros.

Miro a mi lado y Cynthia me observa. Me obsequia una sonrisa triste, carente de sentido, y camina lentamente hasta el micrófono a un lado del ataúd.

—Es duro… —suspira—. Es muy duro pararse aquí y decir brevemente tantas cosas que quisiera decirle. Pero… creo que es duro para todos… Mi hija… más que la chiquita a la que di por nombre Stefani Joanne… —ríe tímida— Joanne, como su tía. Ella no es solo mi hija. Es la cabeza de un gran movimiento. Del movimiento que revolucionó la vida de cada uno dentro y fuera de esta habitación. Es su Madre Monstruo, chicos…

Seca sus lágrimas y duda al volver a hablar.

—Estoy verdaderamente orgullosa de ella. Del maravilloso ser humano que fue; de lo estupenda hija, hermana y enamorada, y entregada novia que fue… —me mira y aprieta fuerte los labios tratando de controlarse—. Pero más que estar orgullosa de su vida, estoy orgullosa de las vidas que salvó. De los chicos que ayudó con su música, con su mensaje. No dejemos que esto termine aquí, Monsters. Lady Gaga no ha muerto. Ella sigue viva en el corazón de cada uno de los que la amamos. En la vida y en el cambio que cada uno de nosotros tuvo, y eso jamás morirá.

La habitación se llena de un terrible silencio que anuncia que esto pronto tendrá una terrible conclusión. Algunos Monsters se acercan al féretro y, entre disfraces y trajes brillantes, el ataúd es trasladado hasta la gran bóveda que han preparado para ella.

Al llegar ahí, mis vellos se erizan. Hay una gran estatua de ella y su vestido de carne a un lado de la puerta. Los chicos siguen hasta el interior y la dejan ahí.

De la nada, sus pequeños vuelven a entonar sus voces. Esta vez, dándome directamente al corazón con “Princess Die”. Me abrazo fuerte a Freddie y pronto Natali y Starlight se unen a nosotros.



#269 en Fanfic
#100 en Ciencia ficción

En el texto hay: perdida, lgbt+, luto

Editado: 22.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.