Mas allá de Ana Ferrol

10. El sueño asfixiante

🌹~Eva~🌹

 

La brisa movía las hojas de los pequeños arboles recién plantados, sentía un frío pasajero que recorrió mi cuerpo, observe con delicadeza las plantas que estaban a punto de morir, me sentía sola, quería llorar a mares pero aún asi no podía hacerlo, algo detenía todo mi dolor acumulado, una pequeña parte de mi cabeza palpita con frecuencia por lo que mis párpados se sienten cansados, tomo una bocanada de aire para tumbarme en el suelo helado, las nubes blancas decoran el cielo azul y el aroma es tranquilizante, cierro mis ojos con delicadeza, pongo mis manos a los costados, pequeños recuerdos pasajeros llegan a mi mente inestable, no sabia que es lo que realmente quería o sentía, mi pecho subía y bajaba con mayor frecuencia, esa pequeña sensación de soledad estaba comenzando a presentarse de nuevo, por mi mente rondaba el intento fallido del beso con Hades, las botas rojas y esas llaves que no me dejaban dormir, el sujeto y su maldita advertencia, Raul y sus sentimientos por mi que no queria corresponder, estaba tan acompañada y tenia técnicamente todo lo que una vez deseé y aún así sentía esa pizca de soledad y miedo por estar sola, no se quien rayos soy o que es lo que me espera, nisiquiera se si realmente existe el sujeto o sólo es un engaño en mi mente. Una lágrima rodó de mi ojo izquierdo recorriendo mi pómulo con lentitud, no quería estar así, ni mucho menos sentir esta sensación de soledad pura.
 

-Ana -. La voz de Raul me hizo impulsarme con ambos brazos para sentarme junto al arbol que me regala su sombra a diario, limpie la lágrima con una de las mangas de mi camisón con delicadeza.

-Hola -. Sonreí un poco al sentir como se colocaba junto a mi, - Lo siento por no haberte entendido cuando debía y por las escenas que te hice en la prepa -. Pose mi mano en su hombro con detenimiento, lo mire a los ojos lo mas sincera posible, note como sus ojos se comenzaron a cristalizar al igual que los míos, queria desahogarse al igual que yo, - No te disculpes, te entiendo, se que es difícil el ser rechazado. Pero mira el lado bueno, por lo menos decidiremos seguir con nuestra amistad -. Cuándo pronuncie Amistad de su ojo marchito broto una lagrima traicionera, no podia mentir con mis sentimientos encontrados.
Me sentía culpable al rechazarlo, pero esto era lo mejor para ambos, yo siempre lo he visto como mi amigo y supongo que asi será por el resto de nuestras vidas, - Aunque tu no me quieras no hay que rendirse ¿no? -. Sonrió mientras mis dedos posaban en su rostro, limpié la lágrima y le di un abrazo, al sentirlo contra mi cuerpo mi corazón pálpito calidamente, su corazón lo podía sentir y era todo lo contrario al mio.
Lo aparte de mi al ver como sus mejillas se encontraban rojas de tanto aguantarse el llanto, supongo que las mías lucían de la misma manera.

Nuestras miradas se encontraron nuevamente, sabía que el quería juntar nuestros labios pero no creó que el lo haga, no sería nada prudente que lo hiciera sabiendo que lo rechazaría al instante. El comenzó a acercarse a mi con esa mirada llena de sentimientos y emociones pasajeras que tanto lo caracterizan, yo por otra parte puse mis manos en sus hombros impidiendo que se acercará mas a mi rostro.

- Sólo esta vez, te lo suplico Ana -. Baje las cejas ante su comentario, sabia que era difícil para el, casi toda su adolescencia a estado enamorado de mi. - Sólo está vez-. 

Acuno mi rostro en sus manos cálidas, acerco nuestros labios para por fin plantar un beso lleno de sensaciones extrañas, sentia como mis mejillas eran mojadas con sus lágrimas frescas.

Abrí mis ojos a la par al escuchar como alguien se aproximaba a nosotros corriendo, - Quita tu sucia boca de Ana -. Mi primo con todo el odio del mundo soltó sin pelos en la boca, me quedé paralizada al ver como Raul se encontraba en el suelo y David golpeaba su rostro con brutalidad, todo paso tan rápido que no supe como reaccionar, comencé a llorar y gritarle a David que lo soltara cuando la sangre en sus rostros se hizo presente.

Mi padre llegó corriendo al igual que Hades y Lisa, Renata aterrorizada abrazaba mi cuerpo, - Separalos porfavor -. Mi padre tomo a David por la espalda jalando su cuerpo lleno de tierra, Hades jaloneo a Raul quien tenia sangre en una de sus cejas, mi madre llego y me tomo de los hombros para asi dirigirme dentro de la cada al igual que a Lisa, Renata nos siguió por detrás.

Yo sólo se que mi corazón estaba a punto de estallar y mis nervios estaban de la misma manera.

 

(...)

 

- Tus cabellos dorados son tan hermosos como el oro, tus ojos azules como el cielo puro, eres tan bella mi querida Eva, lástima que tu alma es tan oscura y retorcida como mi muerte -. Abrí lentamente mis ojos tras escuchar las palabras de esa mujer, me encontraba en el agua al igual que ella, al observar sus cabellos negros y ojos grises note que se trataba de Ana Ferrol, baje la vista para asi poder apreciar mis cabellos rubios, el agua se miraba cristalina a mi alrededor sin embargo la que rodeaba a Ana era un tono azul fuerte.

-¿Que quieres de mi? -. Le pregunté al notar como venas azules se notaron en su rostro y cuello.

- Sólo quiero que disfrutes mucho mi vida, linda dama -. Fruncido deje mi ceño al escucharla, por alguna razón comencé a hiperventilar, no podia moverme de mi lugar, el oxígeno comenzó a faltarme, comenzó a caminar hacia a mi con una sonrisa retorcida, el agua a mi alrededor comenzó a volver de la misma tonalidad que la de Ana, sus ojos lucían irritados y demacrados, al quedar justo frente a mi colocó sus manos alrededor de mi cuello asfixiandome por completo, inmóvil lo único que mi cuerpo me permitía hacer era abrir y cerrar mis ojos, se sentía fatal.

lloraba, gritaba y pataleaba pero nada de lo que hacia era notorio, estaba técnicamente atrapada en sus redes, - Ellos vendrán por ti -.




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