Mas allá de Ana Ferrol

12. La niña y sus flores

🌹~Eva ~🌹

 

La sed que sentía era bastante, mi garganta raspaba cada vez que tragaba saliva, mis labios estaban ásperos, tome mi celular el cuál marcaba las 4:12 am, me senté para impulsarme con los brazos para asi pararme, caminé sintiendo la sangre seca en el suelo.

Salí de la habitación más que extrañada sentía algo de miedo no habia ningun tipo de ruido, por curiosa fui a la habitación de Renata.

La sorpresa en mi fue bastante, mi hermana tenia una venda en los ojos. Su boca, pies y manos estaban atados impidiendo que se pudiera mover, una flor de color lila estaba en la cama y una nota.

Rapido libre a Renata de todo lo que le impedía moverse, ella no hablo ni hizo ningún tipo de gesto, la deje ahí y tome la flor y la nota, agarre una mochila de la habitación para meter lo antes dicho, tenía que buscar respuestas y mas por que esto era un juego macabro del sujeto.

Caminé rápidamente a la habitación siguiente, a la de mi querida cocinera y casi madre, no me sorprendí al notar sus ataduras iguales a las de Renata, en el suelo habia otra nota y una pequeña lámpara, las tome y las guarde, libere a mi segunda madre quien lloraba mucho, - Por favor no te vallas mi niña -. Extrañada le contesté, - Todo estará bien ¿si? -. Continúe a la habitación de mis padres, los dos atados pero con diferentes posturas, mi segunda madre los estaba desatando mientras que yo 
del tocador tome la nota y una cajita de color lila.

Corrí lo más rapido posible al automóvil para después conducir a unos kilómetros lejos de aquí, encendí el coche con el corazón a punto de estallar, arranque al instante, una sonrisa nerviosa se formo en mis labios al notar que habia olvidado ponerme zapatos, no podia volver por que sabía que no me dejarían ir a buscar respuestas, por el retrovisor mire que estaban expuestos los colores de mis ojos.

Respire hondo mientras me estacione con lentitud, saque las notas que tenían marcado números del 1 al 4 y las cosas que lo acompañaban, el 1er fue la llave y la nota que ya habia leído, el 2do es el del la habitación de Renata el cuál tenia la rosa lila, abri la nota la cual decía así, " En los campos de flores las tristezas son menores". Al leer está nota entendí un poco más la anterior, la 3er nota es la de la habitación de mi segunda madre, "La luz es poca en esté lugar, sin embargo el la pudo encontrar". Está nota era algo enredada así que continúe con la 4ta, "De ella jamás se supo solo la inquietud permaneció, el lobo pudo devorar en paz". Frunci el ceño con está última nota, tome la caja para asi abrirla.

Recortes de periódicos viejos y un acta de nacimiento que marcaba el mismo año en el que yo nací, Robles Córdova Nancy Leonora, En la foto se muestra una niña de cabellos castaños con una sonrisa inocente, según el periódico ella desapareció a sus ocho años, según su madre relató que Nancy salió de su casa llorando por la muerte de su conejo, después de eso un testigo dijo que un señor de traje blanco la subió a su automóvil del mismo color, despues de los hechos ya dichos jamás se volvio a saber sobre Nancy Robles.

El sujeto tenía un plan grande y muchas respuestas llegarían a mi, con lo que leí el único lugar donde quizás podría haber mas información era en el campo de rosas.

Esté estaba en un punto medio entre mi casa y la de Nancy Robles, no tarde mucho en llegar, tome la mochila _con los objetos, me baje caminando con un poco de rapidez tratando de encontrar algo que me sirviera, a lo lejos note rosas lilas.

Apresuró el paso hasta llegar a las rosas, siento pesadez en el aire del entorno, justo pasando las rosas hay un monte el cuál no dudo en subir, en cuestión de cinco minutos llego a la cima de esta, sin tener éxito en mi búsqueda me tiro al suelo observando mis pies llenos de tierra fresca, el aire movía mis cabellos con delicadeza por lo que ladeo mi cabeza, mis ojos observaron un matorral que llamaba mi atención, me paré con detenimiento para observarlo mejor, habia algo dorado que se notaba entre tanto ramerio, curiosamente lo moví, una pequeña puerta se encontraba debajo de las ramas viejas, una pala estaba tirada alado, el sujeto tenía todo muy planeado.

Tome la pala y con todo el coraje que tenia dentro arranque los matarroles, el candado de la pequeña puerta quedo expuesto, saque la llave que guardaba para ver si correspondía al candado, por suerte la llave era de este candado, abrí la puerta con detenimiento ya que un olor raro salió del lugar.

Sonreí de medio lado, el sujeto siempre tenia todo planeado.

Tome la lámpara para después bajar por la puerta, encendí la lámpara y me introduce por el pasillo largo del lugar, el olor era extraño y no había mucho aire, después de unos minutos llegue una habitación extraña en las paredes habían todo tipo de figuras raras al mirar hacia atrás tape mi boca en asombró, el cuerpo de una niña estaba sobre una mesa de mármol, su cadáver ahora era un par de huesos con una bata blanca, en sus manos estaba colocada un rosa lila, en la flor estaba dibujado un 1.

Desesperada por salir de ahi corrí lo mas rapido posible, ¿Quien había matado a Nancy?, tenia un miedo inmenso no sabia si ese mismo asesino mato a Ana y ahora viene por mi o por Renata.

Salí del lugar decidida a llamarle a la policía, esto no estaba bien, acababa de encontrar un cadáver.

Una llamada entrante me saco de mi transe asfixiador era el sujeto, temblorosa contesté, - No lo hagas-. Su voz ronca perdió cualquier tipo de cordura, - Es un maldito cadáver, ¿Que más quieres que haga idiota? -. La locura me invadía, me sentía fatal.

- Si les llamas el te matará, yo solo soy uno de sus fieles seguidores que te contará sus historias pasadas, no te are daño si obedeces -. No le entendía ni un poxo a sus palabras llenas de misterioa y atrocidades.

- No les llamaré -. Colgó dejándome destrozada, acabo de encontrar un cadáver y el sujeto aún no aparecía para contarme mas sobre mi, no sabia que pensar o decir.

Un recuerdo vago llego a mi, lloraba con mucho dolor, sentía náuseas y un dolor en el vientre bajo que me hacía temblar, portaba una bata blanca la cuál se estaba manchando de la sangre que brotaba de mis piernas, yo continuaba comiendo el trozo de carne fresca con dolor, la mujer rubia me miraba con odio obligándome a devorar la carne. Mis padres biológicos estaban completamente locos, estoy mas que segura que todo esto los relaciona.




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