Mas allá de Ana Ferrol

14. En el balcón

🌹~Eva~🌹

 

No podía dejar de observar su rostro, sus ojos verdes brillaban en la noche, su energía era tan curativa como las pastillas que consumía, se trataba de Hugo Salazar, el hijo del mejor amigo de Ernesto. El no es guapo pero su belleza interior es lo que más lo caracteriza, - Ya sabes quien te espera afuera -. Me miro con una sonrisa pícara, - El sabe que no quiero verlo -. Rodeó los ojos con desagrado mientras subía por las escaleras de la casa a oscuras, Renata salió de la habitación para dirigirse al cuarto de Lisa, - ¿A donde vas? -. Pregunté entre murmullos, - No quiero estar contigo -. Continuó caminando hasta que se adentró en la habitación.

No entendía el por que actuaba de esa manera, no recuerdo haberle lastimado ni dicho nada que la hubiera herido.

Camino con lentitud y llena de sensaciones extrañas por el pequeño pasillo que da al balcón, comienzo a hiperventilar con dolor al ver como todo está cambiando dramáticamente, quisiera que jamás hubiera llegado el sujeto a mi vida.
Siento que mis mejillas arden ante los amargos recuerdos de lo sucedido pero los esquivó intentando que mueran en el olvido profundo. Salgo por el balcón sintiendo como todo el aire fresco choca contra mi rostro ardiente, levanto mi cabeza mientras descanso la vista, aprieto con fuerza la barandilla, - Las cosas que ocurren es por un motivo, lo se. El que no sufre no disfruta de su victoria con gozo -.  Alguien apretó de mi cuello obligándome a abrir mis ojos con brusquedad, sus labios rozaron mi oído, lamieron parte de el antes de hablar casi inaudible pero amenazante, - Te quiero lejos de mi familia, ¿Entendiste ingrata zorra? -. Sus palabras me dolieron por unos segundos pero las esquivó con rapidez.

- Háblame cuándo estés sobrio y hables con cordura -. Quite su mano de mi cuello, sus ojos me miraron con odio, - Yo no me acuesto con mi primo aunque este ebrio -. Le mire con odio, - Yo no me acuesto con David y menos lo aria contigo maldito borracho ¿Sabes que me das asco no? -. Solté victoriosa tratando de que se marchará y me dejará en paz de una maldita vez.

- ¿Segura? -. Soltó entre burlas mientras el olor a alcohol emanaba de su cuerpo, - Sólo retirate, y olvidaré todo lo que salió de tu boca -. Mire a Hades con una sonrisa inocente tratando de que se marchará de una buena vez, con una de sus manos tomo de mis pequeñas muñecas por lo que comencé a luchar, - Sueltame con un carajo Hades -. Me miro con odio para asi sujetar con su mano libre mi cuello, impidió que me moviera pero mis ojos derrochan odio.

Su sonrisa sarcástica salió a la luz mientras que sus ojos miraban mis labios con deseo, - Maldita zorra -. Soltó para acercarse lentamente a mi rostro con malicia, frunci mi ceño al sentir sus labios contra los míos ya que eran cálidos y de buen sabor, el soltó de su agarre en mi cuello para asi bajar su mano a mi cintura apegando mi cuerpo al suyo, sensaciones me invadieron haciéndome ignorar todo lo que llego a pasar entre nosotros, nuestras respiraciones se sincronizaron a la par, mi cuerpo aceptó su acto ya que la piel se me erizo al instante, pose mi mano en su cuello intensificando el beso, no te como el lo disfrutaba tanto como yo, por más que no me agradara tenía que admitir que tenía unos labios muy jugosos, separó nuestros labios para volver a mirar mis ojos, los suyos se estaban cristalizado por lo que intente tocar su pómulo pero el abofeteo mi mano apartandola de su rostro.

Se retiró dejándome más que confundía, no entendía el por que era así, sólo fue un beso absurdo.

Tocando mis labios con una sonrisa dibujada salí del balcón para dirigirme a mi habitación, aún tenia el corazón hecho giras, me había quedado con ganas de un poco más de sus labios.

Ya que el pasillo no era muy largo no tarde en llegar a mi habitación,  la sorpresa en mi fue bastante al notar al mejor amigo de Ernesto, - Te esperé pero jamás llegaste -. Soltó estirando su mano en forma de saludo, - ¿Que es lo que quieres? -. Lo mire directamente para que entendiera que no tenía nada que hacer aqui.

- Te extrañe mi pequeña -. Dio unos pasos hacia mi pero estire mi mano para que diera un paso atrás, - Prometí no decir nada pero si das otro paso gritare y dire  toda la verdad -. Sonrió dando un paso atrás, - No te quejaste cuando sentiste mi lengua dentro de tu boca -. Rodeó los ojos con desagrado mientras descanso mi codo en un mueble, - En primera tenia catorce años y por miedo deje que me besaras, tu eres el maldito pedófilo aquí, yo no tengo nada que perder -. Se acercó a mi de forma amenazadora, susurró en mi oído claramente, - Si tu dices eso yo enseñaré tus fotos con aquella chica que se quedaba a dormir en tu casa -. Se separó de mi oído para asi enfrentarme, nadie debía de saber las cosas que yo y Clara hacíamos en esa habitación, - Maldito -. Susurró mirándolo con odio.

 

(...)

 

- ¿Cuando podre verla? -. Le pregunto a Ernesto mientras escondo los moretes que tengo en las muñecas, - Tu madre no quiere ni hablar, los doctores creen que es mejor esperar hasta que se muestre que ella está mejor -. Su mirada está perdida en algo que no alcanzó a ver, - ¿Y cuando volveremos a casa? -. Pregunté ya que no quería recibir visitas en esta casa por la noche.

- No lo se, pero ocupo que no te apartes de tus primos y tíos en lo que yo vuelvo de Japón -. Los dos nos pusimos de pie al notar como un chofer comenzó a meter las maletas al automóvil, - Te extrañaré demasiado, porfavor cuidate mucho -. Lágrimas traicioneras rodaron por mis mejillas mientras abrazaba a mi padre, - Cuida mucho a tu hermana mi niña, se que tu eres la mas fuerte de todos -. Se separó de mi para depositar un beso en mi frente.

El camino hasta subirse al auto, esté arrancó dejándome por detrás, realmente tenia muchos problemas los cuáles no tardaría en resolver, no importa lo que tenga que hacer simplemente lo are.




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