Mas allá de Ana Ferrol

15. En el lago

🌹~Eva~🌹

Las voces de los presentes parecían un sueño, todos hablaban de algunos proyectos que tendríamos mientras que David hablaba con una compañera demasiado amigable para mi gusto, casualmente mis amigas habían faltado a está clase por haber olvidado unos apuntes.

Me puse de pie y como el profesor no se encontraba en el aula me fui al baño a ver si me encontraba a Karen o a mi querida Jade, salí del aula con pasos lentos hasta pasar por los bebedores que estaban no muy lejos del baño, pasos rápidos y muy ruidosos provenían detrás de mi por lo que volteo con brusquedad buscando de quien se trataba tan tremendo ruido, grata fue mi sorpresa al ver a Hades con su cara amarga como siempre.
Apresuró el paso dejándole en claro que no apetecía hablar con el por ahora, el sigue mis pasos hasta que se apresura de tal manera que choca su hombro contra el mio, rodeó los ojos en molestia pero eso no parece importante para el.

Sus pasos se vuelven más intensos, hasta que choca con Melisa, una chica de ropas negras que siempre parece inquieta y molesta, Hades me mira de reojo antes de jalarla para lamer su cara de forma incitadora, ella sonríe pícara antes de tomar de su rostro para impulsarse hasta estrechar su espacio de tal manera que sus labios quedaban a escasos centímetros, ella volteó a verme por unos segundos antes de que Hades notará que se encontraba mirándome, se abalanzó a ella para asi unir sus labios con ferocidad, ella permanecía con los ojos cerrados mientras que la mirada de Hades se encontraba en mi.

Camine ignorando sus actos tontos dejándolo completamente en el olvido, o bueno eso es por ahora, Karen y Jade se encontraban sentadas en suelo con el celular de Raul, - ¿Qué es lo que están haciendo? -. Pregunté antes de sentarme frente a ellas, - Miralo por tu misma -. Jade se puso de pie mientras me arrojaba el celular y Karen solo le siguió por detrás, - Esperen -. Grite poniéndome de pie, Corrí detrás de ellas pero Jade paro en seco dando media vuelva quedando justo frente a mi, - Eres una zorra -. con su mano abofeteo mi rostro dejándome más que desconsolada, Hades y Melisa se rieron de tal manera que provocaron eco por los pasillos, caminé con firmeza pasándolos hasta llegar a la puerta de emergencias.

Tragandome el llanto salí de la preparatoria, abrazaba el celular de Raul con firmeza, busque las llaves en mi bolso con rapidez tratando de desaparecer de la vista de los presentes, ya que las encontré me subí al coche con angustia, algo me inquieta bastante y se que no es mi mejilla palpitante o las risas grotescas de Melisa y Hades.

Encendí el celular para encontrarme con fotos que no recuerdo haber tomado o estado presente, en una de ellas me muestro semidesnuda en mi cama y por un lado Raul sin ropa, mis ojos se cristalizan al instante, mi pecho arde y los recuerdos jamás llegan, me siento vacía y más que inútil, tomo una bocanada de aire mientras que las lagrimas caen con más fluidez, me meto en las conversaciones de Raul y mis movimientos se paralizan al leer "Desconocido", mi corazón palpita más rapido de lo normal, me armo de valor y reviso la conversación.

Asustada arrancó lo más rapido posible al hospital donde se encuentra mi mejor amigo, ahora estoy mas que segura que quien lo golpeó fue el estúpido sujeto, alrededor de diez minutos llegue al hospital más que exaltada.

Con el celular aún en la mano me adentró al hospital en busca de Raul, paso por los pasillos fríos del lugar decidida a realizarle preguntas a Raul quien se supone está reposando en la habitación catorce del tercer piso, al llegar un aura fría me recibe con plenitud, una presencia extraña y perseverante se puede respirar en la zona, colocó mi mano en la puerta con el corazón casi saliendo de mi pecho, para mi suerte todo lucía bien, Raul permanecía dormido.

Mi celular comenzó a vibrar por lo que note que tenía una llamada entrante, era de Karen, contesté extrañada, - ¿Bueno? -. Se escuchan murmullos y llantos, - Es... -. Karen comienza a gritar y mis lágrimas comienzan a mojar mi rostro, - Karen!!!, Karen!!!, Contesta porfavor!!! -. Unos segundos sin ningún tipo de ruido, - Karen por favor dime que estas bien y esto es una jodida broma -. Comienzo a gritar y me tiro al suelo con dolor hasta que alguien contesta, - Hola querida conejita -. Su voz ronca puedo reconocerla al instante, es el, lo se, es el sujeto. - Dejalas ir maldito idiota -. Su risa retumba en la otra linea cambiando mi dolor por enojó, - Cuando te encuentre te are en pequeños trozos de carne!!!, ¿Entendiste? -. Solté con un ardor de estómago que me provocó el vomito al instante, caí al suelo en un profundo sueño después de sentir un piquete en mi brazo expuesto, pero antes de que se comenzará ha desvanecerse mi vista pude contemplar dos máscaras de lobos blancos.

 

(...)

 

Parpadeo un par de veces tratando de que mi vista se estabilice, las luces son muy blancas por lo que me dificulta aún más el poder ver, logró sentarme aunque me encuentro mareada, aún lado mio esta Jade con los ojos rojos, le miro con preocupación tratando de entender el por que llora, depronto comienzo a recordar la llamada y las lagrimas salen de mis ojos sin control, - Karen -. Susurró mientras abrazo mis brazos, - Y ella no será la única afectada por tus actos -. El desconocido entra a la habitación acompañado de los dos hombres que me durmieron, Jade me mira con tristeza mientras agacha su rostro, - Me encargué de la lame pies de tu amiga -. Se coloca aún lado mio para tomar de mi rostro, su cara se poso cerca de mi oído, - Tienes que disfrutar todo conejita -. Con su manos frías abrió mis ojos de tal manera que viera la horrorosa escena que estaba por venir.

Jade levanto su cabeza mientras que los dos hombres estaban a sus lados, - Lo siento mucho -. Miro al sujeto desconocido y después me miro a mi a los ojos,- La gran Eva -. Soltó con adoración antes de cerrar los ojos, sus palabras me traspasaron, quemando cada pequeño sentimiento que sentía hacia ella, uno de los hombres tomo del cabello de Jade mientras que el otro con una navaja fina corto de su cuello, ella abrió los ojos con horror pero ni un grito salió de su boca, la sangre salió a chorros salpicando el piso.




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