Mas AllÁ De La Amistad

CAPITULO 4

LUCÍA

“Creo que estoy loca

>> Recién lo descubres>>

resucitaste, ¿Dónde estabas cuando necesitaba cordura?

>> No te quejes has hallado una solución a tu problema>>

no es un PROBLEMA, es mi hija y ahora tiene un padre un excelente y algo loco padre

>> debes hacer una cita con el psiquiatra>>

INOPORTUNA

Mi conciencia despierta cuando se le da la gana; pero no dejare que arruine el momento; estoy feliz – lo sé, lo sé es extraño – no me juzguen él me ha dado una luz de esperanza.

Me dio hambre, voy al comedor por un chocolate caliente.

Entro y la cafetería esta desolada salvo por la cocinera; es una señora de unos cincuenta años muy amable; me extiende mi taza y me voy a la mesa donde me encontré con Owen Rivas, mi prometido… estaba perdida en mis pensamientos que no sentía cuando Leyla se sentó en la silla frente a mí

-. Vaya – su voz llama mi atención, y ahora que querrá desde que llegue no ha hecho más que ser un problema en mi vida

-. ¿Qué deseas? – no la soporto

-. Pensé que estabas feliz tenías una sonrisa boba cuando llegué – dice mirando el esmalte de sus uñas

-. Eso no te incumbe – la miro seria; pero indiferente

-. Estas… - me mira fijamente – feliz – dice sorprendida

-. No tengo tu tiempo – felizmente mi chocolate estaba casi terminado, trato de pararme y ella me sujeta de mi muñeca

-. No permitiré que seas feliz – dice llena de ira y apretando su agarre que comienza a hacerme daño – te quitare a tu hombre y al final solo ver tus lágrimas

-. Estas loca – me suelto de su agarre y mi muñeca esta roja, eso dejara una marca – ocúpate de tu vida y déjame en paz

-. Lo siento querida – su voz chillona no la soporto – pero verte infeliz es mi hobby… y por cierto no te parece que el benefactor es algo grande para ti; pero si tú lo pudiste conquistar será más fácil para mí

-. No te metas con él – me da rabia que hable así de Owen y más sin conocerlo – eres demasiado…. - ¡contrólate! – tú... para...  siquiera atreverte

-. Ya lo verás querida – se levanta y sale moviendo exageradamente sus curvas de plástico.

Pero un momento porque me enoja al final de cuentas él solo se va a casar conmigo por mi angelito, no es que seamos una pareja.

Solo que cada quien va a obtener lo que necesita.

OWEN

Llegue a mi casa (bueno de mi padre) y fui a mi habitación necesito una ducha de agua caliente para relajarme y procesar lo que sucedió en tan solo unos minutos… mi vida está a punto de dar un giro de 360 grados

Ya en la ducha aclaro mi cerebro y estoy seguro de que, aunque las cosas están siendo muy apresuradas estoy haciendo lo correcto… voy a ser padre

Mi padre construyo su “nido de amor” algo alejado de la ciudad; mi madre se lo pidió para que pudieran vivir tranquilos sin pensar en el que dirán (no es que les importara demasiado; pero debían mantener una reputación)

Es una casa con tres pisos en el primero hay una gran salón a la derecha, la cocina y el comedor y justo en el centro una escalera que se divide en dos que dan a las habitaciones, a la derecha la mía y a la izquierda la de mi padre.

Todo está decorado por cuadros de arte abstracto, flores y fotografías familiares; en el gran salón se encuentra un pequeño bar con todo tipo de licor y vasos para los mismos.

Mi recamara es en una tonalidad de blanco humo, mi cama está en el centro y al lado derecho dos puertas una es mi baño y al otra mi closet; tengo un pequeño escritorio en el lado izquierdo para cuando traigo trabajo a casa (lo que sucede rara vez)

Y la habitación de mi padre ahora es igual desde la muerte de mi madre, su habitación se ha oscurecido y él ha perdido un poco su alegría; no lo culpo ya que perdió a su otra mitad.

Estoy nervioso por contarle todo a mi padre, no sé cómo reaccionara; pero mi decisión está tomada y me mantendré firme.

Lo divisó por la ventana en el tercer piso (para llegar hay que ir por la escalera que está afuera de la casa). Este espacio esta dividido en dos, la mitad es mía y la otra mitad de él.

Yo la acondicione como una mini biblioteca y despacho, él… no me ha dejado entrar.

Tocó y él abre la puerta, ha estado llorando sus ojos me lo dicen

-. Necesito hablar contigo – digo algo tenso no creo que sea buen momento – te espero en la sala o…

-. Pasa – es la primera vez que me invita a pasar, me quedo sin palabras; tiene los cuadros de mamá por todo el lugar (a ella le encantaba pintar), sus fotos y un sillón lo ha convertido en un pequeño santuario, me invita a asentarme y lo hago sin reproche

-. ¿Pasa algo? – me mira entre preocupado y avergonzado

-. No sea si sea un buen momento para contarte – dejo salir un suspiro no me gusta verlo así.

-. Tranquilo - dice palmeando mi hombro – veo que es importante y sabes que me agrada que confíes en mí

-. De acuerdo – tomo aire – me voy a casar y VOY A SER PADRE – mi padre está totalmente atónito, creo que hasta dejo de respirar

-. No juegues con eso – me dice saliendo de su trance

-. Es la verdad la boda es en un mes – respondo serio

-. ¿Quién es ella? ¿Cuando? ¿Cómo? ¿Por qué recién me lo dices? – se levanta y habla mientras camina de un lado a otro

-. Es Lucía una hermosa mujer de 15 años… estudia en el internado donde eres benefactor – digo aun no estoy seguro si decirle la verdad

-. Hijo… - me mira tratando de encontrar alguna señal de que miento – no sé que decir me has dejado mudo

-. Solo felicítame – me pongo de pie y abro los brazos para recibirlo – solo hay un pequeño problema

-. ¿Cuál? – Pregunta algo preocupado

-. Es menor de edad y su padre no nos dará el permiso

-. ¿La quieres? – su pregunta me descoloca




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