Mas AllÁ De La Amistad

CAPITULO 8

LUCÍA

Solo esperaba estar muerta, abrí mis ojos y vi a Owen a mi lado se había quedado dormido; comencé acariciar su cabeza él era el único que se preocupaba por mí.

No puedo describir el extraño brillo en sus ojos cuando me vio, quise sonreír; pero para ser sincera dolía y dolía mucho.

Estaba a punto de decirle que… “Lo quiero” y me pareció escuchar la voz de mi padre que estaba armando un escándalo afuera, me desesperé y sentía mi corazón latir más a prisa; pedí su mano y no me fue suficiente así que hice que se acercará a mí para abrazarlo…

Es raro solo en sus brazos me siento protegida, segura… y ahora de verdad lo necesitaba

De la nada la puerta se abrió y vi a mi padre, parecía que los años le habían caído encima, no era aquel que deje hace cuatro años en casa… se parecía más a mi abuelo

-. Hija – dijo e intentó a acercarse, con mi mano lo detuve – por favor – suplicó

-. Solo di ¿a qué has venido? – mi voz fue fría y cortante

-. Soy tu padre y…

-. Parece que eso se te olvido cuando me sacaste de tu vida – dije y pasé mi brazo por la cintura de Owen, quien con cada minuto se ponía más tenso – ya que estas aquí, quiero presentarte a mi prometido Owen y también para decirte que estamos esperando un bebé – mi padre abrió los ojos y quiso hablar pero yo me adelante - sé que estoy enferma, lo supe antes que me mandaran a este estúpido internado y no me importa solo quiero que me des tu permiso para casarnos

-. Hija – bajo la mirada – las cosas no fueron así, tu madre… - es el colmo mencionarla a ella

-. No la menciones – le grité y trataba de contener mis lágrimas mientras me aferraba más a la camisa de Owen – para esa señora yo ya no le sirvo para escalar en su clase social, por eso se deshizo de mí

-. Amor – susurró Owen y me envolvió en sus brazos – tranquila, esto no le hace bien al bebé – me abrace muy fuerte a él mientras me calmaba; él me acariciaba la espalda y besaba mi cabeza

-. Solo dime si nos vas a dar el permiso – dije cuando sentía que mi voz ya no saldría quebrada

-. Pero yo ni siquiera lo conozco, es un completo… - levante mi mano para que se detuviera

-. Solo te diré que lo quiero y eso debe ser suficiente para ti – mire de reojo a Owen y vi que me miraba sorprendido y en realidad hasta yo lo estaba – no es como si de verdad te preocupara

-. Hija – su voz sonaba rota, alzó su rostro y pude ver sus ojos cristalizados – perdóname, no merezco… - no pudo continuar y solo lo vi llorar… mi padre mi héroe se estaba quebrando frente a mí; Owen se alejó un poco y me hizo señas en que iría ayudarlo y yo solo asentí.

Vi como mi prometido lo ayudaba a ponerse de pie, lo sostenía ya que parecía que él no era capaz de hacerlo por sí mismo.

-. Padre – dije en susurró suficientemente fuerte para que ambos me escucharan – te perdonó – vi una pequeña sonrisa en su rostro y corrió hacia a mí para abrazarme, correspondí el abrazo sabía que mi madre lo había manipulado; pero no podía estar enojada no con él.

-. Entonces ¿te quedarás para la boda? – Dije sobre su hombro - ¿Esteban no vino contigo?

-. Sí, me quedó – dijo alejándose para verme a los ojos – y de hecho Esteban está impaciente afuera por entrar a verte.

Pedí que lo hiciera pasar y mi felicidad estaba completa tenía a la gente que me importaba aquí junto a mí; compartí un momento agradable junto a mi familia y de ahí trate de que Owen me sacará del hospital.

Para mi mala suerte no me dieron el alta hasta el siguiente día, así que pasaría la noche en el hospital Owen invito a mi padre y hermano a hospedarse en su casa.

Ellos aceptaron y me dejaron sola por un par de horas, Owen prometió que volvería para hacerme compañía yo solo asentí con una gran sonrisa… parecía que todo se estaba acomodando en mi vida.

De tantos analgésicos me quede dormida sin darme cuenta, cuando desperté Owen estaba sosteniendo mi mano y mirándome muy atentamente

-. Hola – dije aun somnolienta

-. Hola – respondió con una sonrisa

-. Mi familia ¿se quedó en tu casa? – pregunté no sabía que conversar para romper el silencio

-. Si, tu hermano cayó rendido – dijo acariciando mi mano – parece que realmente estaba cansado

-. Me imagino – en serio lo estaba haciendo - ¿y mi padre?

-. Se quedó muy entretenido con mi padre – dijo – me temo que no descansaran mucho

-. ¿Owen? – algo me estaba ocultando

-. Parecían dos viejos amigos y estaban hablando de negocios y otras anécdotas – dijo rendido – y conociendo a mi padre no terminarán hasta quedarse dormidos o acabarse la botella de wisky

-. Parecían comadres – solté y sé que mi padre cuando alguien le caía bien, lo convertiría en una vieja chismosa.

-. Exacto – chasqueo la lengua - ¿Cómo te sientes?

-. Bien – sonríe a medias – y feliz, recupere a mi familia – me encogí de hombros – bueno los que me importan

-. Pensé que tu padre no iba… a aceptar – dice mirándome fijamente

-. No tenía excusa – dije segura – eres perfecto en todos los sentidos, bueno hasta ahora lo que he conocido de ti

-. Gracias – dijo y se sentó a mi costado en la cama – tengo mis errores pero tratare de ser el mejor para ti… para los dos – acaricio mi vientre aun plano

-. Lo sé – acaricie su mejilla – no tengo dudas – sin pensarlo comencé a acercarme a él y junté mis labios a los suyos…fue un beso dulce, no desesperado ni pasional; pero si uno lleno de promesas y buenos sentimientos.

Nos separamos y por unos minutos nos miramos fijamente a los ojos, para finalmente fundirnos en un abrazo.

La noche fue tranquila y descanse muy bien…sabía que al día siguiente me iría a casa (bueno de Owen)… sabía que ahí estaría tranquila y segura.

La mañana llegó y Owen aun dormía tranquilo en un sillón a un costado de mi cama algo alejado; pero igual lo sentía cerca. Me quede observando su hermoso rostro y sin darme cuenta estaba acariciando mis labios.




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