CAPITULO 12

NARRADOR

Owen tenía la costumbre de levantarse temprano para llegar a tiempo a la oficina, se levantó a las seis y cuando trato de estirara su brazo notó que tenía un peso en él, un brazo lo rodeaba y una pierna esta enredada en la suya…

Abrió de a poco los ojos y detallo a Lucía quien tenía la respiración lenta y acompasada, los recuerdos de lo sucedido la noche anterior regresaron a su mente y sonrió.

“Ninguna mujer fue capaz de ponerme tan duro y excitado, y esta pequeña lo logra con apenas el roce su piel en la mía”

Owen trato de moverse un poco y el brazo de Lucía lo apretó un poco más; él puso todo su autocontrol para contener una carcajada le parecía tan tierna. Se inclinó y beso su frente, ella se removió un poco; pero no abrió los ojos.

-. Pequeña – decía mientras colocaba algunos cabellos detrás de su oreja – despierta

-. Cinco minutos más – él reprimió de nuevo su risa

-. Es hora antes que la loca de mi hermana venga y te eche un balde de agua helada – no era broma mi hermana era muy capaz de hacer eso

Lucía de apoco abrió los ojos y se encontró con el rostro de Owen muy cerca, recordó lo que había hecho y sus mejillas se tiñeron de rojo, bajo la cabeza y se mordió el labio inferior

-. Si sigues haciendo eso – replicó Owen mientras disfrutaba de las acciones de esa chiquilla – no podré resistir la tentación – ella cada vez se sentía mas avergonzada, Owen la tomó de la barbilla y la besó primero de una manera dulce y luego el beso fue subiendo de tono.

-. Vámonos ahora – dijo cerca de sus labios – porque de lo contrario no te dejare salir de la cama – Lucía dejo escapar una risita nerviosa

-. Eso no es una buena idea

-. Lo sé – repuso haciendo un pequeño puchero

¡Oh dios de cuando acá yo hago cosas inmaduras! – pensó y solo se encogió de hombros, le gustaba explorar ese lado tan… espontaneo que Lucia sacaba sin proponérselo

Owen fue el primero en usar el baño Lucía muchas veces tuvo la intención de seguirlo; pero el valor la abandonaba apenas intentaba dar un paso.

Él salió y se dirigió al closet donde había un traje plomo hecho a la medida, ella se fue al baño y tras una ducha con agua helada para calmar a sus hormonas; se lavó los dientes y salió con una toalla en la cabeza y otra en su cuerpo; Owen ya estaba listo así que le dio un beso y salió diciendo que la esperaría en la cocina ella sonrío y se cambio

Cuando va a la cocina Owen no había tocado su desayuno para esperarla; se sentó a su lado y cogió una tostada con mermelada de mango ciruelo que según supo uno chicos de la una universidad lo habían hecho como proyecto y le habían regalado un pote…

Un plato con diferentes frutas y un vaso con jugo de naranja; estaban tan concentrados conversando que no sintieron al presencia de Micaela

-. Bueno tortolitos – dijo aclarando su garganta - al menos unos buenos días no serían malos

-. Buenos días – dijo Lucía avergonzada

-. Hermanita – dijo Owen apretando los dientes

-. Como tú iras a trabajar – señalo a Owen – Lucía ira conmigo para ver la decoración, el vestido, el pastel y la comida que se servirá tanto en la fiesta de compromiso y la boda

Lucía se sintió cansada con solo escuchar todo lo que su cuñada había dicho; Owen tomó su mano y dejo un beso en los nudillos

-. Mica – dijo serio – recuerda que ella debe estar en reposo y evitar todo tipo de estrés o una actividad que requiera mucho esfuerzo

-. Tranquilo – responde ella muy tranquila – yo la cuidaré; pero no me vas a negar que necesito su opinión o en todo caso TÚ acompáñame - Owen se tensó

-. Yo estaré de acuerdo con lo que mi prometida elija – no deseaba volverse loco con su hermana y sabía que ella cuidaría de Lucía a pesar de ser algo alocada, impulsiva y un poco irresponsable

-. Estará bien – responde Mica tomando una taza con café

-. Owen – Lucía hablo tímida – me cuidare, no te preocupes – acaricio su mejilla – cualquier cosa Micaela te llamará

Owen asintió y miro la hora en su reloj, estaba algo retrasado; se levantó le dio un beso y salió rumbo al trabajo estaba algo preocupado; pero sabía que si algo sucedía su hermana lo llamaría.

MICAELA

Nunca había visto a mi hermano ser cariñoso, sonreír o proteger tanto a una persona que no fuéramos mi padre o yo.

Realmente esta flechado por esta chica, ella es linda; pero siento que hay algo que me oculta… ojala pueda confiar en mí

-. Bueno – hablé para llamar su atención - ¿has pensado como quieres que sea tu boda?

-. No tengo la menor idea – responde bajando la mirada

-. No soñabas de niña con este momento – ni bien termine de hablar me arrepentí vi como su rostro se ensombrecía y todo su cuerpo se dejaba caer como si le hubieran puesto un peso encima

-. Creía que este momento nunca llegaría – dijo triste y mi corazón me dolió no la conocía; pero me caía bien y me sentía muy mal de ser la causante de su tristeza

-. Lo siento – debía levantarle el ánimo – yo…

-. No te preocupes – intento sonreír – sé que tú me ayudaras y todo será maravilloso.

-. Espero que hayas desayunado bien porque tenemos mucho por hacer – ya veré como la hago sonreír de nuevo

-. Sí – dijo segura

-. Bien, vámonos – salimos y la llevé a mi auto no era un auto súper moderno; pero me servía muy bien como medio de transporte.

La primera parada fue una tienda de vestidos de novia, al entrar le dije a la chica que quería diferentes modelos y no importaba el costo.

Nos llevaron a una pequeña sala, me fui directo al sillón y a Lucía se la llevaron para que se probara los vestidos.

Estuvimos dos horas o más y ninguno llamaba mi atención y Lucía no sonreía de verdad como era de esperarse al encontrar el vestido correcto estuve a punto de darme por vencida cuando la vi venir con… no tenía palabras y lo que más me llamo la atención es la sonrisa genuina y sincera y supe que ese era el vestido.