Mas AllÁ De La Amistad

CAPITULO 18

18

OWEN

-. Esa es una buena noticia – todas las miradas recaen sobre mí – Lucía debe enterarse; pero a nuestra manera

-. Es cierto – Mica se recompone de la sorpresa – Gracias por quitarnos ese peso de encima

-. Ustedes están LOCOS – no me dio tiempo a reaccionar  cuando veo que se lanza sobre mi hermana; la verdad Mica no se deja y le responde… alcanzo a reaccionar cuando mi hermana esta sobre ella, así que debo evitar que la lastima de más.

Cuando Luz se pone de pie cada uno de sus cabellos esta fuera de lugar, su maquillaje es un desastre, y su vestido de la cintura para abajo esta hecho jirones.

Mica apenas tenía algunas cabellos alborotados, se suelta de mí y me hizo una señal para decirme que ya estaba tranquila.

-. Esto lo van a pagar – Luz trataba de estar más presentable – no saben quién soy

-. No eres nadie – Carlos se pone a nuestra altura – al menos no sin mi dinero, cosa que si mal no recuerdo ya no tienes.

-. Soy tu esposa – lo miraba llena de odio

-. Por ahora – Carlos lo aparentaba calma – ahora ¡VETE!

Luz salió de casa echando fuego por sus ojos; la señora se había quedado a un costado sin hacer o decir nada.

Los tres nos la quedamos mirando, esperando que nos dé respuestas para las miles de preguntas que se formulaban en nuestras mentes.

-. Yo – se aclara la garganta – me llamo Celeste García y lo que dijo Luz es verdad.

-. Debemos hablar dentro de la casa – la invitamos a pasar y fuimos a la sala – siéntese, comprenderá que tenemos un millón de preguntas

-. Sí, lo comprendo

-. ¿Qué desea beber? – mi hermana le pregunta

-. Agua – dice apenas audible – por favor

Mica fue a la cocina y regresó con un vaso de agua, se lo extendió y se bebió medio vaso de golpe; lo dejo en la mesita de noche y nos miro, así que entendí que ese era la señal para empezar a hacerle las preguntas y dudas que teníamos.

-. Puede comenzar a contarnos su historia – quería entender este tema

-. Está bien – toma aire y endereza su espalda – no sé por dónde comenzar

-. Celeste – mi hermana usó su tono dulce y conciliador – empiece cuando Luz le propuso quedarse con su hija recién nacida o la relación que tenía con ella.

Celeste asintió y nos miró a todos; suspiró y empezó su relato

<< Éramos compañeras en la universidad, ella ya tenía planes de casarse al terminar la carrera y seguir la vida con su esposo Carlos; ella estaba feliz el día de su boda y yo debía estar era una de las damas; sin embargo no fui y me excuse con que estaba enferma.

La verdad era que me había enterado que estaba embarazada y mi novio me dejó, estaba desesperada sin saber qué hacer y lo único que tenía seguro es que no podía interrumpir mi embarazo; mi abuela siempre decía que un niño es un ser humano que no tiene la culpa de los errores de aquellos que lo engendraron.

Decía que el niño no pedía nacer, en fin a las dos semanas Luz fue a verme y dijo que había quedado embarazada me alegre mucho por ella, y seguía guardando el secreto.

Pero como dos meses después vino a buscarme diciéndome que había perdido a sus bebé por un golpe que tuvo, ella lloraba desconsolada  y fue ahí donde se me ocurrió que ella le podría dar un hogar a mi bebé; uno que yo no le podía dar en ese momento.

 Todas las ecografías y demás análisis eran míos y Luz se los mostraba a Carlos como prueba de su gestación; en esos tiempos Carlos viajaba mucho por la enfermedad de su madre mientras su padre se encargaba del dinero para el tratamiento y el mantenimiento de la familia.

Llamé a Luz el día que entré en labor de parto, fuimos a una clínica y ella con mucho dinero logro que el doctor y las enfermeras hicieran un video, en donde obvio no se le veía el rostro; di a luz y solo estuve un día al lado de mi hija… no la quería dejar; pero que le podía ofrecer no tenía nada.

Después de tres años pude conseguir una vida estable, trabajaba y me podía mantener, tenía un buen trabajo y sabía que ya podría encargarme de mi bebé; fui a buscar a Luz para pedirle el decir la verdad… que error pensar que ella en verdad me quería ayudar o era una buen a mujer…

Todo fue en beneficio de ella y me echo a la calle como si no me conociera me dijo que dejara de insistir porque con el dinero que ella poseía se iba a encargar de dejarme en la calle y que no pudiera nunca más hallar un trabajo.

También amenazó con hacerle la vida imposible a mi hija, así que me alejé aunque no del todo siempre trataba de cuidar a Lucía.

Me entere que ella planeaba comprometer a Lucía, con el hijo de una familia importante e influyente, hasta que se enteró de su condición… Ahora pensaba que podría casarla y si moría después de dar a luz a su primer hijo igual la herencia pasaría al niño o niña <<

Todos la escuchamos atentos a cada palabra, Carlos lloraba y no entendía que pasaba por su cabeza en este momento.

Micaela no podía más con la sorpresa, y bueno yo solo me alegro de que mi pequeña no sea hija de esa arpía.

-. Ahora solo les pido que me permitan estar cerca de ella – Celeste tenía sus mejillas bañadas en lágrimas.

-. Yo – la voz de Carlos sonaba muy rota – solamente te puedo pedir disculpas y a la vez darte las gracias, Lucía es una hija más para mí y la quise como tal

-. Lo sé – ambos lloraban – y no planeo alejarla de ti solo deseo ser parte de su vida

-. No tengo ningún inconveniente – repuso poniéndose de pie y abriendo los brazos de par en par y ambos se fundieron en un abrazo que trataba de curar las heridas, trasmitir el perdón mutuo y los lazos que se formaran en el futuro.

-. Ahora – interrumpí el momento – usted está enterada de su condición, debemos ser cuidadosos para darle la noticia.




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