Termine la universidad con mucha dificultad, pero lo logré, no pude celebrar, no tenía el interés ni la fuerza para hacerlo. Solo huí como lo he hecho los últimos meses.
En vez de ir a la ceremonia y posterior celebración, fui a la playa, a la misma casa que vivi los primeros días y semanas de mi hijo, donde contraje matrimonio y pasé mi luna de miel. Regresar a esos días, es mi mayor deseo y tomar una decisión diferente a regresar.
Después de desayunar, decidí ir a la playa, y tomar algo de sol. Eso hice, me acomodó y escucho música con los audífonos.
Me gusta mucho estar aquí, no hay nadie más que me moleste, solo yo y mis pensamientos. El silencio es lo que más amo los últimos meses, es tan fácil desearlo, pero tan difícil que los demás lo acepten.
Después del funeral de mi pequeño hijo, mi vida se desmoronó y jamás volvió hacer igual, no deseaba nada, ni hablar con nadie. Solo me acosté en mi cama por casi un mes, sin deseos de levantarme y comer muchas veces, a pesar que intentaron lo contrario mis seres queridos, pero algo dentro de mi, me lo impedía.
Quien me logró sacar de mi depresión fue mi hijo Nicolás y la promesa que le hice de ser una mejor persona por el.
El amor por mi hijo me impulso en terminar la universidad y seguir caminando.
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amor joven, muerte vida y esperanza, perdon y nuevos comienzos
Editado: 23.06.2022