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—Llegamos amor.

Dejo a Nicolás sobre la cama junto a su mamá, mientras dejó lo demás en el suelo.

—Mami —Nicolás dice mientras se acuesta junto a Jade.

Me parte el corazón de solo verlo.

Es increíble y ridículo pensar que después de todos los peligros que corrimos por la familia de Peter, un ladrón afuera de nuestra casa, en su intento desesperado por robarnos, termine disparando a Jade tan cerca de corazón que casi la mata, y el golpe fuerte en su cabeza provocando su coma, allá sido lo que finalmente nos terminó separando.

Una vez más tuve a alguien que amo en este hospital, Nicolás recuperándose del humo en sus pulmones, Peter de sus quemaduras y Jade en cirugía.

Nicolás no fue dado de alta hace unos días, era el deseo más grande de Jade y no pudo verlo, en cambio debemos ambos venir hasta aquí otra vez.

—Jenny y Peter llegará  en un rato más, el tiene control con el médico, se está mejorando poco a poco. —hablo con ella.

Si solo pudiera escucharme....

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Sueño de jade

—Klein algo está mal en mi cabeza, yo lo sé y tu también.

—De eso te has convencido últimamente —Dice sin mirarme, como siempre en los últimos días desde mi conversación con Jenny.

—Tengo estos recuerdos y lagunas en mi memoria, cosas que no recuerdo.

—¿Como cuales Jade? ¿Hasta cuándo darás escusas para no avanzar?

—No seas así, trato de solucionarlo, pero cada vez que lo pienso hay algo que no es correcto... cree en mi, porfavor.

Me siento junto a el y todo una de sus manos.

Levanta la mirada y me besa.

—Quiero hacerlo en verdad.

Se levanta y se va al cuarto.