Más allá de las fronteras

Capítulo 8: El Desgaste de la Realidad y el Sueño

La rabia me consumía al verlo con esa chica, sumándose a la preocupación creciente por lo que me ocurría físicamente y la desesperación de estar atrapada junto a él. En un callejón tras el restaurante, comencé a gritarle, desahogándome con mil explicaciones no solicitadas sobre lo que me estaba pasando. Le dije entre gritos que esta situación no era cómoda para mí, y que me estaba enfermando gravemente. "Aquí me siento normal, pero cada vez que regreso a mi realidad, estoy más agotada. Necesitamos encontrar una solución, una respuesta, lo que sea que haya desencadenado esto.

Tienes razón", respondió él mientras continuaba moviéndose de un lado a otro, hasta que se detuvo frente a mí, con su hermoso rostro mirándome fijamente a los ojos. "La respuesta no llegará si solo seguimos discutiendo aquí". Su calma al decirme esas palabras solo aumentaba mi desesperación.

¿Sabes cuántos documentales he visto, cuántas investigaciones he leído?", continué, mirándolo con frustración. "Llevamos días en esta situación y aún no sabemos nada de lo que nos está sucediendo. No hemos avanzado; solo hemos estado enfrentándonos entre nosotros y esperando con los brazos cruzados que todo esto simplemente desaparezca. Así no vamos a resolver nada.

Jung-Su comenzó a analizar tranquilamente todo lo que le había dicho. Finalmente, admitió: 'Puede que tengas razón. La respuesta debe estar en nosotros, pero aún no la hemos encontrado. Yo sinceramente estaba emocionalmente fuera de lugar mientras él permanecía tan tranquilo'. Le pregunté: '¿Por qué nos está pasando esto a nosotros, entre todos los habitantes de este mundo? Además, somos personas completamente diferentes en todos los aspectos, y aún así nos sucede esto'. Respiré profundamente y me tranquilicé. Entonces dije: 'Quizás la respuesta esté en encontrar un punto en común entre nuestras vidas. Para eso, necesitamos conocer mejor los hechos y, por ende, conocernos mejor'. Lamentablemente, él me miró con una expresión impasible. 'Esa podría ser una buena hipótesis', le dije, 'comprobémosla'. Él respondió con humor: 'Pero si ya me has visto desnudo, ¿qué más quieres saber de mí?' HAHAHA que chistoso le dije con sarcasmo.

Nos dirigimos a su casa y empezamos a replantear todo desde el principio. Jung-Su comenzó hablando: 'La primera vez que te vi estabas en pijama'. Sarcásticamente le respondí: 'Eso fue porque cuando alguien se va a dormir normalmente se pone pijama. No me gusta dormir desnuda, me daría frío'. 'Ahh', me dijo él sonriendo, 'qué lindo que duermas desnuda'. 'Dejemos de jugar, por favor', le dije, 'y tomemos esto en serio'.

Con un poco de rabia, continué: '¿Y cómo propones que lo hagamos?' Jung-Su dijo: '¿Qué te parece si lo hacemos como dos amigos que se están conociendo? ¿O no quieres tener un amigo como yo?' Respondí bruscamente: 'No, no quiero tener un amigo como tú. Quiero terminar con esto, ¿okay? Solo estaba siendo amable, pero contigo es imposible. Pensaba que era alguien que se enojaba fácilmente, grosero y frívolo, pero después de conocerte, veo que soy mejor de lo que pensaba'.

Claro, eres el chico más irritante del mundo. Si pudiera, ya te habría dado un golpe por tonto', me reí. 'Definitivamente, sigamos con esta tontería a ver si no nos volvemos a ver, porque este mundo es tan grande que seguramente nunca nos encontraremos. Estoy de acuerdo contigo.

Un parpadeo después, escucho la voz de mi madre: "Ally, cariño, despierta. Tienes que hacer el desayuno hoy porque tengo que ir temprano a la oficina."

"Sí, señora, ya me levanto", respondí. Al pararme de la cama, me siento tan débil y con dolor, solo dolor, y me desvanezco en mi cama. Intento levantarme de nuevo, pero no puedo. Después de intentarlo múltiples veces, finalmente lo logro. Me siento tan cansada, como si me fuera a desmayar. El dolor es tan punzante que siento que me voy a morir. Este dolor no es como ninguno que haya sentido antes. Soy una persona que casi nunca se enferma; una de las pocas personas que nunca ha ido a un hospital. Así que me digo a mí misma que este dolor no puede ser tan grave, aunque se siente como si lo fuera.

Mientras estoy en la cocina, trato de hacer todo con cordura, pero no puedo y me siento desfallecer. Solo tengo breves recuerdos de mi hermana gritando, mi mamá llorando y mi papá pidiéndome que despierte. Mi mente sigue procesando recuerdos y tengo mi sentido del oído activado solo por instantes, porque cuando no escucho nada, me voy a un limbo oscuro o un sueño profundo lleno de recuerdos vívidos. Pero soy consciente de que es un sueño.

Al regresar de ese limbo, trato de abrir mis ojos. No puedo, todo está oscuro, pero escucho a mi mamá hablándome y a alguien desconocido diciendo que estoy en coma. ¿Cómo puede ser? ¿Estoy en coma? No, Dios, ayúdame. Trato con desesperación de mover mi cuerpo, pero no puedo y, sin darme cuenta, vuelvo a ese limbo oscuro.

Pero siento algo raro, escucho a este chico hablando y corro hacia ese sonido. Se abre una especie de puerta que dirige una luz azulada y aparezco nuevamente frente a él. Él me mira extrañado y yo le digo: "Hola."



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En el texto hay: amor, magia, amor adolecente

Editado: 06.11.2024

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