Más allá de las fronteras

Capítulo 17: La llamada que lo cambió todo

—Espera… ¿qué está pasando? ¿Por qué siento que debería conocerte? —preguntó Jung, su voz teñida de confusión y una intensidad casi palpable.

Ally sintió cómo el aire se detenía a su alrededor. Su corazón latía con fuerza, como si quisiera liberarse de su pecho. No sabía si reír, llorar o salir corriendo, pero en cambio, hizo algo que jamás pensó que sería capaz de hacer.

Con una sonrisa que trataba de ocultar sus nervios, inclinó ligeramente la cabeza, dejando que un mechón de su cabello cayera sobre su rostro.

—Bueno, quizás deberías conocerme. A veces el destino tiene formas extrañas de juntar a las personas —respondió con una suavidad que escondía la tormenta interna que estaba sintiendo.

Jung la miró con sorpresa, pero sus labios formaron una ligera sonrisa. Había algo en ella, algo tan familiar y al mismo tiempo tan intrigante, que lo mantenía atrapado.

—¿Ah, sí? ¿Y qué tan extraño puede ser el destino como para hacer que una desconocida me coquetee? —replicó él, su tono juguetón, pero con un dejo de curiosidad genuina.

Ally rió suavemente, aunque por dentro sentía que estaba al borde del colapso.

—Bueno, supongo que a veces hay que arriesgarse. Y ya que estamos hablando de riesgos… ¿qué tal si intercambiamos números? —dijo, intentando sonar segura, aunque sus manos temblaban detrás de su espalda.

Jung arqueó una ceja, claramente impresionado por su audacia. Pero había algo en su mirada, algo que le decía que este momento no era un simple encuentro fortuito. Sacó su teléfono y lo extendió hacia ella.

—¿Siempre eres así de directa? —preguntó mientras ella introducía su número.

Ally le devolvió el teléfono, esta vez con una sonrisa más genuina.

—No siempre. Pero supongo que contigo es diferente.

Esa noche, cuando Ally regresó a casa, su teléfono vibró con un mensaje de un número desconocido.

—"¿Ally? Soy Jung. Espero no molestarte, pero sentí que necesitaba hablar contigo otra vez. ¿Puedo llamarte?"

Ella dudó por un segundo, sus dedos temblando sobre la pantalla. Finalmente, respondió:

—"Claro, llámame."

El teléfono sonó casi de inmediato, y cuando contestó, su voz se sintió más fuerte de lo que esperaba.

—Hola, Jung.

—Hola —respondió él, su tono más cálido de lo que ella recordaba—. Perdón si esto es un poco repentino, pero no podía dejar de pensar en nuestra conversación. Es… extraño. Siento que ya te conozco.

Ally se recostó en su cama, cerrando los ojos mientras su corazón latía con fuerza.

—Quizás nuestras almas se conocieron antes de que lo hiciéramos nosotros —dijo en tono de broma, aunque sus palabras tenían un eco de verdad.

Jung se rió al otro lado de la línea, una risa ligera pero cargada de algo que Ally no podía identificar.

—¿Siempre hablas así, como si fueras de otro mundo?

Ella sonrió, mordiendo ligeramente su labio inferior.

—No. Sólo cuando estoy hablando contigo.

El silencio que siguió fue breve, pero estaba cargado de algo indescriptible, una conexión que ambos podían sentir.

—Ally —dijo Jung finalmente, con una seriedad que hizo que ella se sentara—. No sé qué es esto, pero quiero averiguarlo. ¿Podemos vernos?

Ella tragó saliva, su mente luchando entre la razón y el impulso. Pero al final, fue su corazón el que respondió.

—Claro. Dime cuándo y dónde.

Quedaron en verse al día siguiente en un café cerca de la casa de Ally. Después de colgar, ella permaneció en su cama, mirando el techo con una mezcla de emociones: felicidad, miedo, esperanza.

Por otro lado, Jung se quedó con el teléfono en la mano, mirando su reflejo en la ventana de su apartamento. Había algo en Ally que lo hacía sentirse completo, algo que lo hacía querer correr hacia ella sin mirar atrás.



#44685 en Novela romántica
#21754 en Fantasía

En el texto hay: amor, magia, amor adolecente

Editado: 05.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.