Capítulo seis: "Mariposas y otras cosas."
Alexia Warren.
-Alexia, cariño...-Escucho una voz gruesa pero no logro ver nada, todo está negro.
-¿Quién eres? ¿Dónde estás?-Digo tratando de ver ese alguien que me habla, pero no logro ver nada.
-Cariño, somos nosotros, tus padres.-Dicho esto aparece en mi campo de visión un señor con escasas canas, de un metro noventa más o menos, ojos azules y cabellos dorados junto a una señora la cual yo podría ser su copia. Ésta tiene el cabello negro y ojos verdosos de un metro sesenta podría ser.
-¿Qué? Se hacen llamar mis padres cuando mandaron a eliminar todo resto de recuerdos del mundo en el que pertenecía... ¿Saben cuantas veces sentí que no encajaba? ¿Las veces que me tachaban de rara? ¿Saben acaso todos los problemas que me hubieran evitado dejándome en donde pertenecía?-Dije soltando unas cuantas lágrimas.
-Cariño, tu madre y yo lamentamos hacer que te borrarán la memoria, pero era la única forma de protegerte. Muchos te querían y te quieren matar por lo especial que eres...
-Mi niña, nosotros te amamos demasiado, eres nuestro tesoro más grande junto a tu hermano, pero era borrarte la memoria y esperar a tu transformación o perderte para siempre.-Dijo mi madre.
-Perdón por culparlos, pero es que todo esto es nuevo para mí, que soy una bruja, que tengo mate y hermano...
-¿Qué?-Dijo mi padre alzando su tono de voz.-¿Encontraste a tu alma gemela?-Yo me limité a asentir.-Si te hace algo, cuando despierte lo voy a matar...
-¿Despertar? ¿Qué no están muertos?
-No, cariño...-Dijo mi madre acercándose a mí.-Los brujos somos prácticamente inmortales, aunque si un brujo normal llega a tener una sobrecarga de poder puede perder estos y terminar como un humano común y así llegar a su muerte en pocos años. En cambio, nosotros venimos de linaje real, no podemos morir, sin embargo, si se nos puede sumir en un sueño eterno.
-Entonces... ¿Por qué abuelo y abuela parecen personas mayores?
-Porque ellos toman una pócima para envejecer, ellos quieren una vida mortal pero en el mundo mágico.-Dijo mi padre colocándose junto a mamá y en frente de mi.-Pero no hay tiempo, cariño, están logrando despertarte.-Dijo mirando una pequeña luz que se veía algo lejos, pero que se iba acercando lentamente más y más.-Lo que te vamos a decir tienes que mantenerlo en secreto, solo se lo podrás decir a tu mate... Cariño, no sólo eres una bruja, también eres mitad lobo, como tu madre.-Yo abro los ojos de par en par ¿Qué más secretos me ocultaron?
-Mi niña, eres una Híbrida de hombre lobo y brujo, yo soy igual que tú.-Dijo mi madre regalándome una sonrisa tranquilizadora.-Mi madre era una hermosa loba, mientras que mi padre era un brujo de linaje real. Yo, más que todo, heredé los genes de mi padre, sin embargo, podía convertirme en loba.-hizo una pequeña pausa.-Tú, heredaste en su mayoría los genes de lobo, pero en tus venas corre sangre real de brujo.
-Ya no tenemos tiempo, mi pequeña...-Dijo mi padre acariciando mi mejilla. -Eres idéntica a tu madre, tan hermosa. Te amamos, mi niña.-Me dieron un reconfortante abrazo para luego desaparecer.
Entré el tiempo en que se acercaba la luz pude ver una hermosa mujer la cual llevaba un vestido blanco.
-Mi niña...-Dijo con una sonrisa y extendiendo su mano pálida para tocarme. Extrañamente no tengo miedo de su cercanía, se siente algo familiar. -Soy tu madre, la madre de todos los lobos, pero en especial la tuya, mi pequeña blanquita. Soy la diosa Luna.
-Perdone que no sepa cómo actuar con usted, pero soy nueva en este mundo.-Digo agachando la cabeza en forma de respeto.
-No hagas eso, mi niña. Tú eres como yo... Te diré algo que deberías de descubrir por ti misma en tú transformación... Ya sabes que eres una Híbrida, pero tu parte lobo no es la de cualquiera... Eres una loba blanca ¿Sabes lo que significa?-Yo negué.-Significa que eres mi sucesora, la próxima madre de todas las manadas del mundo y no sólo por tu puesto como Luna reina al lado de mi querido Ashton... Sino por ser mi hija directamente, yo te puse en el vientre de Elena para que cuidara de ti como yo no habría podido hacer.-Miró la luz y luego volteó con una sonrisa.-Es hora de despertar, pequeña Blanquita.-Dicho esto me dio un beso en la frente y todo desapareció.
Siento mis párpados pesados, no puedo abrirlos, no me puedo mover. Siento unas caricias desde mi cabello hasta mis mejillas y luego escucho una voz a mi lado.
-¿Cuándo despertará?-Oí la voz de Ashton apagada y preocupada.
-Tranquilo, Alpha. Pronto...-Ese era mi abuelo.-Nosotros ya nos retiramos, cualquier cosa nos llama. Con permiso. -Dijo para luego salir, logré escuchar la puerta cerrarse.
Después de un rato de intentos lo único que logré fue mover levemente el dedo índice.
-Cariño, despierta. Te extraño y te necesito.-Dijo soltando un sollozo lo cual hizo que mi corazón se rompiera.-Prometo consentirte, darte mucha comida, comprarte mucho chocolate. Lo que quieras, me vestiré de mujer y hasta me dejaré maquillar por ti, pero vuelve a mí, te lo suplico.
Volví a intentar de nuevo abrir los ojos, pero con resultados positivos. Al enfocar mi vista, veo que estos como en un cuarto de hospital, recorro toda la habitación hasta encontrarme a Ashton con la cabeza entre las manos y desordenándose el cabello de forma desesperada. Intenté hablar, pero no conseguí nada, hasta que lo logré.
-Ve preparando el vestido y la comida, porque no me iré de tu lado gracias a lo que acabas de prometer.-Dije con voz rasposa.
Vi que Ashton levantaba la cabeza y me miraba atónito, como si no creyera que de verdad le hablé. Vi que se levantaba rápidamente y se tiraba a abrazarme y a llorar.
-No sabes cuánto te extrañé. No sabes cuánto esperé este momento.-Dijo secándose las lágrimas. Tenía ojeras, su cabello había perdido brillo y estaba pálido.