¿Qué me está pasando?
Debo admitir que soy fan de las novelas de ciencia ficción y fantasía, pero jamás me pasó por la mente que mi vida se convertiría en una.
No podía creer que era el mismo tipo que asesinó al tipo que intentó matarme en el sueño que había tenido esta mañana.
Nunca me había pasado que un sueño siguiera después de otro. Para mí siempre terminaban pero al parecer para todo hay una primera vez.
—¿Si sabes que es peligroso que vayas de un lugar a otro sabiendo que puedes morir, verdad? ¿Si eres consciente de eso? —dijo el tipo que acababa de tumbarme al suelo con cierto fastidio.
—¿Y tú si sabes que no te conozco y no se de que estas hablando, verdad? ¿Si eres consciente? —dije imitando el mismo fastidio.
—¡Mierda Astrid, deja de fingir y entiende la situación!
—¿Qué situación? ¿De qué estas hablando? ¿Quién es Astrid?
Su expresión era la de una persona molesta, es decir, molesta conmigo.
De un momento su expresión molesta cambió a una de entendimiento, como si hubiera obtenido una respuesta a algo.
Yo suelo ser una persona curiosa que cuando no sabe algo lo intenta averiguar de muchas maneras, aunque no ahorita, seguía abrumada.
Mientras pensaba en preguntar algo para obtener respuestas por su expresión de sorpresa el sujeto extraño me sacó de mis pensamientos mientras jalaba mi muñeca hacia una dirección.
—Acompáñame —dijo mientras sujetaba mi muñeca con fuerza.
Después de todo era un sueño ¿no?.
Solo quería respuestas a estos sucesos extraños que pasan en mis sueños. Aunque suena tonto porque no es nada grave si no es real ¿Verdad?.
Seguíamos pasando entre el montón de gente que había en la plaza, justo cuando salíamos de ahí comencé a sentir el mismo dolor que tuve cuando desperté del otro sueño, ¿Eso quería decir que despertaría?.
Y así fue.
Me volví a sentir succionada por algo extraño y me desperté tirada en el estacionamiento de la universidad.
¿Por qué estaba ahí? Estaba totalmente segura de haber ido al salón de clases, ¿Qué demonios me está pasando? ¿Y por qué se siente tan horrible?.
La cabeza me quería explotar, tal vez me desmayé por no comer bien y el sueño inició desde el estacionamiento haciéndome creer que fui al salón de clases pero realmente nada de eso pasó ya que solo fue un producto de mi extraño sueño que tal vez sea algún efecto de alguna enfermedad.
Si, tal vez sea eso.
Bueno, con mi conclusión rápida estaba más tranquila.
Me dirigí hacia el salón de clases y me di cuenta que la puerta estaba cerrada, me fijé por el vidrio de la puerta y ahí estaba la profesora dando su clase, giré mis ojos hacia mi pupitre y ahí estaban mis cosas.
Entonces si entré al salón después de todo, pero ¿Cómo era posible que apareciera tirada afuera en el estacionamiento?.
Agradezco que no estoy siendo paranoica y me estoy tomando esto con calma, si fuera la Ron de hace un año estaría gritando y volviendome loca en busca de respuestas.
Aunque bueno, eso es lo que haré.
Toqué la puerta y la profesora hizo un ademán con la mano para que pasara, mientras seguía explicando me hizo señas para que tomara asiento, fui directo hacia mi pupitre.
Una que otra persona volteó a verme de manera extraña.
Tal vez se preguntaron como era que estaba afuera si no salí por la puerta en ningún momento.
Mi pupitre era el único en estar hasta el final y casi nadie giraba a ver. Tal vez no lograron ver como sucedió ya que si hubieran visto algo hubiera pánico.
Divisé el fondo del aula y ahí estaban mis dos amigos sentados justo enfrente de mi, tomé asiento y los dos giraron al mismo tiempo.
—Creí que tú nunca llegabas tarde a ninguna parte —dijo Will con cierto desconcierto.
—Es cierto, pero tus cosas estaban aquí, ¿Será que fuiste al baño sin mi? —dijo fingiendo estar ofendida.
Es raro pero las mujeres suelen ir al baño juntas siempre. Tal era nuestro caso.
Beth y yo siempre íbamos juntas a todos los lugares posibles, Will nos acompañaba sólo cuando sabía que no iba a tener que avergonzarse, quiere decir que no podía entrar al baño de chicas a platicar de cosas absurdas aunque quisiera.
—Si, justo vengo de allá pero se me fue la noción del tiempo —mencioné tratando de no sonar nerviosa porque claramente no les iba a decir la verdad ya que no me creerían o dirían que necesito dormir. Tal vez tendrían razón.
Will era un poco pálido pero con pecas en sus mejillas, tenía su cabello dorado y rizado que hacían que tuviera apariencia de brócoli, siempre usaba camisetas negras, sus jeans podían ser de cualquier color, pero sus camisetas debian ser negras siempre. Por otra parte estaba Beth, ella era morena con el cabello hasta la cintura totalmente negro y en rastas, su ropa siempre variaba de su ánimo, a veces muy colorida y a veces muy oscura.
Eran mis mejores amigos. Cuando recién nos habíamos conocido no dudaron en acercarse a mí.
Siempre éramos los tres: Ron, Will y Beth, aunque cuando la profesora se enojaba o alguien nos llamaba la atención como era de costumbre suele ser...
—Jones, O' Kelly y Davis, como de costumbre interrumpiendo mi clase, ¿Algo que quisieran compartir con el grupo? —mencionó la profesora en voz alta haciendo que los tres voltearamos a verla.
Su expresión era seria.
Era una profesora de unos treinta que normalmente usaba ropa formal y aún así lucía hermosa, tenía piel pálida con ojos color miel y cabello teñido de rojo que le llegaba a los hombros.
Se veía muy dulce pero en el fondo era de caracter fuerte.
Y tenía razón, siempre nos llamaba la atención, pero nadie tiene la culpa de que su clase suela aburrir a cualquiera y que nosotros seamos distraídos hasta por un mosquito.
Will golpeó un poco con el hombro a Beth para que contestará, Beth le frunció el ceño y giró su cara hacia mí, siempre era yo la que nos salvaba.
#23481 en Novela romántica
#11158 en Fantasía
habilidades sobrenaturales, reinos ocultos, romance excepcional y amistades fuertes
Editado: 22.07.2021