Recuerdos perdidos:
-Los periódicos están llenos de gente que se vuelve loca y ataca a los demás -dijo Iván."No es algo de lo que deba preocuparme. Desde que me alisté en el ejército, tengo la suficiente fuerza para proteger a mi hermanito", contestó Alex a modo de broma.-No me digas "hermanito", tengo más de 22 -dijo Iván mientras se reía.
Continuacion:
Después de salir del edificio, fueron atacados por dos demonios, pero estos eran diferentes. Su sola presencia los hacía temblar, y en vez de atacar como los demás demonios, esperaban pacientemente un ataque.
Pero antes de hacer algo, uno de los demonios mató a 5 personas del grupo de un solo movimiento. Alex, impactado, trató de huir, pero algo lo detenía: uno de los demonios lo estaba reteniendo, mientras que Alex veía morir a todo el grupo.
-¡¿Por qué aún no me han matado?! -gritó Alex con miedo y desesperación.
-¿Es muy pronto para morir, no crees? -gritó la mujer encapuchada mientras mataba al demonio que retenía a Alex.
Al liberarse del demonio, Alex se dio cuenta de que se había roto la mano, pero aun así intentó ayudar. La adrenalina lo hacía dar todo, pero el demonio que faltaba mató a los demás del grupo, excepto a él y a la chica encapuchada.
Al ver al demonio, Alex notó una debilidad: cada vez que atacaba, su pecho quedaba al descubierto. Pero a Alex no le quedaba mucho tiempo, el dolor de su mano iba a hacer que se desmayara tarde o temprano. Le dijo a la chica encapuchada la debilidad del demonio, y juntos trataron de vencerlo. Mientras la mujer encapuchada esquivaba, Alex buscaba el momento adecuado para matar al demonio con un enorme trozo de metal que encontró entre los escombros. La mujer encapuchada contraatacó y rompió la defensa del demonio. En ese momento, Alex vio su oportunidad y fue directamente a clavarle el trozo de metal en el pecho. Alex gritaba mientras lo apuñalaba una y otra vez. Después de no ver signos de vida por parte del demonio, se detuvo.
-Gracias por haberme ayudado... eh... ¿cómo te llamas? Me olvidé de que no nos hemos presentado -dijo la chica encapuchada mientras se reía.