Más Allá del Mar

España IV Parte 1

En la noche, Thiago despertó, miró a su lado donde Aarón dormía tranquilamente en el sofá cama que había en la habitación. Tenía toda la noche pensando en el beso con Beatriz, y aunque secretamente siempre lo había deseado, estaba algo sorprendido de que ella también, sus labios rosados, su cabello rubio con el que había jugado mientras la besaba, y la sonrisa que ponía cada vez que se alejaba de ella, le daba algo de miedo admitir que siempre le había gustado mucho Beatriz.

Se levantó de la cama, y salió de la habitación. Aarón abrió los ojos y lo vio salir, pero no le preguntó a donde iba. La habitación que les quedaba al frente era la de Bruno, que dormía solo, y la de al lado era donde las chicas dormían , giró el pomo de la puerta dándose paso, las chicas dormían juntas en la misma cama, tamaño “Queen” en donde, cada una dormía en una dirección diferente, Violet estaba con la vista a la puerta, haciendo que abriera los ojos cuando entro.

- ¿Qué haces aquí? –susurró adormilada.

- ¿Me puedo quedar? – preguntó.

Violet iba a protestar, pero observo la forma en la que el muchacho miraba a Beatriz y se quedó callada. Se levantó de la cama.

- Quédate, solo despiértala antes de acostarte, no quiero ser partícipe de acoso sexual – respondió Violet.

- Está bien – respondió sonriente.

Violet salió de la habitación y cerró la puerta. La habitación de donde había salido Thiago estaba entreabierta, así que entró donde Aarón dormía tranquilamente, con su torso desnudo. Se sentó en la cama a su lado y acaricio su cabello rojo.

- Ginger – susurró, el muchacho abrió sus ojos, de un color almendrado muy claro.

- ¿Violet? – preguntó entre sueño. – ¿Estoy soñando?

La muchacha sonrió y pasó su mano por la mejilla del muchacho.

- ¿Me puedo quedar aquí? – preguntó.

Aarón abrió la manta con la que se arropaba y la recibió.

- ¿Puedo abrazarte? – preguntó la muchacha. Él no respondió solo la estrecho entre sus brazos, dándole a entender que si podía.

- Buenas noches, Ginger.- Violet se quedó dormida.

Cuando Bruno despertó se dirigió a la habitación donde dormían los chicos, para despertarlos, tenían que ir a comprar algo de comida y él no iba a ir solo.

Abrió la puerta sin tocar encontrándose a Violet y a Aarón profundamente dormidos. Se golpeó la frente mentalmente, pero en realidad esos chicos, se gustaban más de lo que ellos mismos admitían.

- ¡Despierten! – gritó Bruno riendo. El muchacho se sobresaltó pero Violet no se inmutó.

- ¿Qué quieres Bruno? – preguntó el pelirrojo.

- No quiero comprar el desayuno solo, y tengo hambre – comentó secado una lágrima falsa.

El pelirrojo se rio y se levantó, haciendo que Violet despertara.

- ¿A dónde vas? – preguntó algo dormida.

- Acompañaré a Bruno a comprar el desayuno. – el muchacho le acaricio el cabello con cariño.

- Voy con ustedes – respondio. Se levantó de la cama, tenía solo una camiseta, como usualmente dormia.    - Podrian salir, me pondré algo de ropa – dijo levantándose. Violet recordó que su mochila estaba en la habitación donde dormían Beatriz y Thiago. – Demonios, mi ropa esta en la otra habitación.

Los muchachos la siguieron, antes de entrar tocaron la puerta.

- No estoy seguro de querer saber que paso ahí dentro anoche – dijo Bruno.

- En realidad yo tampoco – comentó Violet abriendo la puerta. Le dio gracias a Dios, de dormían y solo eso, agarró su mochila, sus tenis y algunas cosas que estaban afuera y salio lo mas rapidó posible.

Entró al baño donde se dio una ducha rápida, y se cambió de ropa a la misma velocidad, se puso unos tenis y dejó su cabello amarrado en la cola de caballo que se había hecho, estaba algo despeinada, pero solo comprarían comida. Cuando salió los chicos se habían cambiado de ropa y Bruno tenía las llaves de un coche, al parecer, entre las manos.

- ¿Tienes un auto? – preguntó Violet.

- Pues claro que tengo un auto – respondió el muchacho riendo. – Vámonos.

Los tres subieron al auto de Bruno, dejando a Violet detrás, la casa estaba algo retirada, lo que hacía que pasaran minutos antes de ver otra casa, igual de bonitas que la de Bruno. Llegaron a un pequeño local donde solo había unas pocas personas, los jóvenes tomaron algunas cosas para desayunar. Violet sacó su teléfono y les tomó una foto a los dos muchachos con los que andaba.

- Toma más cervezas, hoy vienen mi hermano y el hermano de Beatriz, llegaron desde Valencia.

- ¿Hacen eso a menudo? – preguntó la castaña.

- Si, usualmente en vacaciones, Beatriz y yo la pasamos juntos, ella vive en Barcelona, y yo aquí en Madrid, así que aprovechamos para vernos, y nuestros hermanos se van juntos, pero siempre terminamos aquí.



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En el texto hay: amor de verano, accidentes

Editado: 10.11.2019

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