Ha pasado casi un año desde que regrese de Leavenworth. Y hoy es una de las noches más especiales de mí vida. ¿Recuerdan que el año pasado, por culpa de ese video que circulo en redes sociales, decidieron quitarme el premio a la influencer del año? Bueno…¿que creen? En una hora voy a subir al escenario para recibir un nuevo premio… no solo a la influencer del año, si no a la influencer más solidaria.
No sé imaginan lo que ha cambiado mí vida. De ser una de las influencer más amadas del mundo, pase a ser la más odiada. En menos de 24 horas mis seguidores se habían esfumado y el mundo entero hablaba de mí caída. Fui bajada de premios y entrevistas. Me quitaron el programa que transmitía por Instagram y cerraron todas mis redes sociales. Llegué a caer tan bajo que regresé a Leavenworth y a pesar de como terminaron las cosas, no me arrepiento en lo absoluto…porque no solo logré cerrar historias y cuentas pendientes, sino que también me encontré conmigo misma… a la vieja Harper, a la que moría por salir y yo la había escondido por miedo a volver a sufrir y ahora me doy cuenta de que fui una tonta. Y que creen? Ahora pase nuevamente a ser la más amada por todos. Descubrieron que mí cambio había sido completamente genuino, pero no conforme con eso, quise empezar a demostrárselos.
Mis redes sociales también cambiaron por completo. Aunque sigo haciendo mis espacios de moda, que es algo que me gusta, descubrí que lo que más me apasiona es la solidaridad, ayudar al otro en necesidad, a darles una mejor calidad de vida, ayudarlos a estudiar y prepararse para el futuro. Con ayuda de mí equipo de moda, y algunos inversores, logré abrir academias gratuitas, donde enseño oficios, para hombres y mujeres de todas las edades y luego nos encargamos de encontrarles un trabajo acorde. Muchos de ellos se perfeccionan en moda, costura, confección, y son grandes colaboradores en mí empresa, con la que hemos recorrido todo el mundo gracias a nuestros diseños. Además de eso, he abierto comedores comunitarios, donde les ofrecemos de comer a gente de la calle y los que deciden quedarse, tienen una cama para dormir tranquilamente, pero también les enseñamos los oficios para que no tengan que volver a la calle y no vivan de la caridad toda la vida.
Y la verdad que puedo decirles… realmente soy feliz. La vida me ha dado una segunda oportunidad, pero no podría haberlo hecho todo sola, cuento con una persona muy especial a mí lado. Michel. Se acuerdan de él, ¿verdad? Mí fan desde los inicios. Él que siempre me escucha y tiene una palabra de aliento frente al mundo de caos que me rodea. Y aunque aún no nos conocemos personalmente, solo por chat, se ha convertido en una de las personas más importantes de mí vida y hoy, después de la entrega de premios, se llevará a cabo un banquete especial, donde finalmente podré conocerlo.
Solo faltan unos minutos para subir al escenario, estoy en una suite del hotel donde se realizará la ceremonia intentando relajarme y no puedo negar que estoy nerviosa. Me tiemblan las manos y tengo un nudo en el estómago que no me ha dejado probar bocado en todo el día, sobre todo porque no saben quién será el encargado de darme el premio… recuerdan a Aleksandre Duval, verdad? ¿El crítico de moda más cruel del mundo? El que me llamó en su blog “bruja con corazón de hielo” y encima me arrebató el premio del año pasado? Bueno, él…y eso me pone aún más nerviosa, porque después de las palabras tan despectivas que tuvo en mí contra, no sé qué dirá ahora después de que mis redes sociales han cambiado por completo.
De repente un golpe en la puerta interrumpe mis pensamientos. A duras penas me levanto del sofá, donde estaba sentada y me acerco. Al abrirla, me encuentro cara a cara con Lisa, quien al verme en ese estado se preocupa…
—Harper… aún no te has cambiado? En quince minutos vienen los estilistas.
—Lo siento, es que estoy muy nerviosa…— Lisa dejó de ser mí asistente personal para ser mi mejor amiga, siempre pendiente de cuidarme y ayudarme en lo que haga falta.
—No es la primera vez que vas a subir a un escenario para recibir un premio — exclama sorprendida.
—Lo sé — digo dando vueltas por la habitación— pero es la primera vez después de lo sucedido y aunque sé que mis seguidores están contentos con la nueva Harper, me siento demasiado presionada.
—Es por Aleksandre Duval, verdad?— pregunta, mirándome a los ojos, me conoce perfectamente, mis nervios, mis miedos, todo.
—Exacto, Lisa… me aterra saber que piensa de mí ahora… si he dejado de ser la bruja con corazón de hielo o no…
—Harper… sabes muy bien que desde que se resolvió el problema con ese seguidor tuyo y le regalaste un nuevo celular, todos han dejado de tener una mala imagen… nadie, absolutamente nadie tiene algo malo para decir de ti… has hecho un cambio increíble, amiga — dice tomándome de las manos, dándome ánimos— pasaste de ser la bruja con corazón de hielo a ganar el premio a la influencer más solidaria del año y realmente te lo mereces por todo lo que has contribuido y contribuyes a la sociedad…
Mis ojos se llenan de lágrimas y nos abrazamos:
—Jamás pensé que la nueva Harper fuera tan sensible— añade burlándose de mí.
—No te burles, siempre lo fui… solo me escondía para que no volvieran a lastimarme…
—Harper — susurra misteriosamente— has sabido algo de Lucas?
Abro mis ojos sorprendida, nunca hubiese esperado esa pregunta de parte de Lisa, menos en un momento tan crítico en mí vida:
—No, Lisa…— respondo intentando contener mis lágrimas— he hablado todo este tiempo con mí madre, pero no he preguntado por él…
—Aun lo amas— no es una pregunta, es una afirmación.
—Sí, y creo que moriré amándolo, pero no hay un futuro para nosotros, muchas veces me lo dejó en claro y creo que tenía razón. Ambos merecemos ser felices con otras personas.
—¿Y crees que lo serás, Harper? ¿Crees que amando a Lucas lograrás ser feliz con otra persona?— pregunta— conociéndote como te conozco, sé que no y poco a poco volverás a endurecerte de dolor.