Capitulo 27: "Un Sueño Para Toda La Vida"

Sin nada más decir, y dejándome arrastrar por Lisa, finalmente estamos detrás del escenario, esperando para la entrega del premio.

No puedo más de los nervios, realmente estoy temblando, sobre todo al ver a Aleksandre con el micrófono en la mano dirigiéndose al público y yo, siendo sostenida por Lisa, quien me tiene de la mano, por miedo a que me desmaye.

Alek hace un pequeño discurso, y finalmente llega el momento… el momento en que dice mi nombre y Lisa me empuja hacia el escenario.

—Recibamos a la ganadora de este año: Harper Taylor.

Camino por el escenario hasta llegar al atril. La gente se pone de pie, me aplaude con fervor y siento que mis lágrimas amenazan con salir… espera un poco más, Harper, digo para mis adentros.

Finalmente estoy de pie frente a Aleksandre, quien me observa realmente sorprendido y con una sonrisa dulce me da un beso, pero el premio no está en sus manos, solo tiene el micrófono, con el que comienza a hablar:

—Antes de entregarte el premio, Harper, aquí, delante de toda esta gente quiero pedirte perdón— mis ojos se abren como platos, ¿Aleksandre Duval está pidiendo disculpas?, no lo puedo creer— sé que me comporté como un idiota contigo. Todos lo hicimos. Te juzgamos sin escucharte— debería decirle, tranquilo, Alek, no eres el único…— escribí una nota horrible sobre ti, llamándote “la bruja con corazón de hielo” y aunque en ese momento fue algo divertido, ahora me doy cuenta del daño que te hice con eso, permitiendo que la gente te llamara igual. Después desapareciste y me sentí más culpable aún… regresaste semanas después, con una nueva faceta, que aunque al principio me pareció falsa, poco a poco fuiste demostrándonos que era la Harper verdadera. Una muchacha llena de amor y empatía por los demás. Que ayuda al prójimo desinteresadamente, dándoles una mejor calidad de vida y un futuro por delante. Harper, realmente quiero pedirte perdón y déjame decirte que, aunque ya no hables tanto de moda en tus redes sociales, soy uno de tus mayores seguidores y puedes contar conmigo para cualquiera de las campañas solidarias que lleves adelante.

Mis lágrimas terminan por caer, mis emociones están a flor de piel, estoy feliz, siendo aplaudida por la gente que me quiere, sobre todo por mi familia y amigos que están en la primera fila, sacando fotos, siendo felices conmigo.

—Alek… no puedo aceptar tus disculpas— en ese momento, siento todas las miradas sobre mí, más que antes… los aplausos se apagaron y el crítico me mira serio, sin saber qué decir— no puedo aceptar tus disculpas, porque todo lo que escribiste en esa nota fue cierto.

El silencio inunda la sala, todos expectantes por lo que vaya a decir:

—Hubo un tiempo en que me perdí, que dejé de ser yo misma— digo mirando al público— un tiempo en que nada importaba más que tener seguidores y “me gusta” en mis redes sociales, sin importar el precio a pagar. Ese día en la cafetería, reconozco que actué mal. Es verdad que ellos me increparon, que quizás podrían haberme golpeado, pero jamás debería haber reaccionado de esa manera. Estaba cegada por la fama y realmente merecí todo lo que sucedió después. No acepto tus disculpas, Alek, porque gracias a tu nota, y a mi caída, logré encontrarme conmigo misma otra vez… ser la chica de pueblo que vino a la ciudad en busca de un sueño. Soy Harper Taylor de Leavenworth, mis padres son pasteleros, tenemos la mejor pastelería del pueblo. Crecí viendo cómo ellos trabajaban incansablemente por su sueño, eso fue lo que me inculcaron y jamás volveré a avergonzarme de lo que fui, de lo que soy, y de lo que seré en un futuro… mientras siga a mi corazón.

—Harper…— dice Aleksandre emocionado— ¿puedo darte un abrazo?

Ambos nos abrazamos.

—Bienvenida, Harper Taylor de Leavenworth— exclama con una sonrisa.

El público vuelve a aplaudir con fervor… pero estoy confundida, aún sigo aquí, de pie sobre el escenario, un poco más tranquila, sin rastros del premio… ¿qué es todo esto?

—Harper… aunque mi trabajo esta noche era entregarte el premio… no seré yo quien lo haga— confiesa dejándome sin palabras.

—¿Qué quiere decir, señor Duval? ¿Ha sucedido algo con el premio?

—Claro que no… solo que… hay alguien muy especial que quiere entregártelo en persona— ¿alguien muy especial?

Espera… no, no puede ser… ¿acaso es… Lucas? Ya, Harper, baja a la tierra, Lucas nunca se subiría a un escenario con miles de personas, solo para entregarte un premio. No tiene internet, jamás siguió tus redes sociales, mucho menos sabe la labor solidaria que estás haciendo en este momento. Nunca se puso en contacto contigo durante este año que pasó… y aunque duela, debes dejarlo ir.

—¿Puedes decirme quién es?— susurro cerca de él, para que el público no escuche.

—No sé quién es, Harper, solo dijo que era un gran fan tuyo, desde tus inicios, que todo este tiempo ha hablado contigo por redes sociales y que hoy finalmente se conocerán en persona. Hoy a la tarde se acercó a mí y me pidió por favor si podía ayudarlo. Quería entregarte el premio personalmente.

Lo sabía. Algo me decía que podía ser Michel, al menos es más realista.

Debo estar feliz, recibirlo como se merece por acompañarme tantos años y ser el único seguidor fiel que se quedó conmigo cuando todos se fueron y aun en las sombras me ayuda con donaciones para los comedores comunitarios.

—Recibamos con un fuerte aplauso a Michel y su pequeña hija, quienes harán la entrega de este maravilloso premio.

El público vuelve a aplaudir, pero jamás podría imaginarme lo que sucede a continuación.

Siento que no tengo palabras y las lágrimas caen sin control. Nunca, ni en mis más locos sueños, imaginé que él fuera Michel… el más fiel, el que siempre confió en mí y el que en este momento camina hacia mí junto a su pequeña hija de siete años, quien lleva el premio en sus manos.

—Hola, Harper — dice Laia corriendo hacia mis brazos con lágrimas en los ojos— este premio es para ti… por todo el esfuerzo que has hecho.