Más que palabras.

Terapia Siniestra

 El martilleo en tu cabeza no te deja tranquilo y pronto se vuelve insoportable, tomas tu cabeza entre tus manos buscando apaciguar el dolor, abres tus ojos y te chocas con la imagen del techo. Te levantas con algo de torpeza mientras sales de tu cama. Caminas a la cocina, al pasar por la suave alfombra de la habitación tropiezas con unos zapatos bastante elegantes, frunces el ceño ya que no tienes el dinero suficiente para comprar algo así.Sacudes tu cabeza como si con eso aliviarás el dolor y de paso borraras aquellos zapatos mientras caminas te encuentras con más prendas, un pantalón de pana, una camisa de manga con rayas azules, un cinturón y un reloj bastante fino; llegas a la cocina, tomas una pastilla.El martilleo en unos insoportables minutos se vuelve más manejable, vuelves tu vista al reloj e intentas recordar algún suceso de la noche anterior pero nada todo es borroso, observas tu ropa y ves algunas manchas rojas, les restas importancia, recoges la ropa y la guardas, pero las preguntas golpean tu tranquilidad.

— ¿De quién es esta ropa? ¿Dónde está esa persona? ¿Qué pasó anoche?

En ese momento tu alarma suena, saltas debido al susto, te pones ropa limpia, vas hasta la puerta, tomas las llaves y emprendes el camino hacia aquel edificio.

Entras por las grandes puertas de vidrio, le regalas una sonrisa a la secretaria de tu psiquiatra quien te la devuelve, te entrega tu turno y las horas pasan despacio. Escuchas tu nombre, te levantas con cautela, le sonríes. Caminas a su lado, la dejas pasar primero, tomas asiento y la sesión de siempre comienza, ella hace un gesto extraño, pero de un momento a otro comienzan las preguntas que ya te sabes de memoria.

— ... Nada fuera de lo normal doctora...todo excelente, las pastillas han sido muy buenas...por su puesto todo al pie de la letra...no doctora, no he salido mucho...acabo de salir no quiero problemas tan pronto...

Le respondes con calma, señalando el rastreador, ella asiente, cuando de repente un recuerdo te golpea, te pones nervioso, lo disimulas con una sonrisa, te levantas te despides y sales por la puerta; cuando atraviesas las grandes puertas de cristal, emprendes la carrera, corres porque sabes que algo malo va a pasar llegas a la puerta de tu casa y abres con nerviosismo.Cierras las puerta, las ventanas,las cortinas, cualquier cosa que pueda indicar que hay alguien en casa. Caminas por toda la casa y un olor desagradable llega a tu nariz,consigues reprimir las ganas de vomitar, llegas al baño.

 Abres la puerta con temor y ves una escena que para los ojos de cualquiera sería grotesca, pero para ti es simplemente arte, la escena frente a tus ojos te recuerda los gritos de la víctima y la sensación que te producía placer al torturar su delicadocuerpo mientras que su vida se extinguió poco a poco entre tus manos... una voz en tu interior te dice "es lo más maravilloso que he visto.

El miedo te recorre y pides perdón repetidas veces, pero a quién, no hay nadie, crees que con eso todo estará saldado, tu puño estrella con el cristal del espejo dejando ver una macabra sonrisa en tu rostro, te asustas, pero ya es muy tarde, "todo tu progreso" a la basura, vuelves tu vista al cuerpo, sonríes, mientras que una voz en tu interior te dice " Lo has vuelto a hacer,lo has matado y no creo que pienses dejar de hacerlo".

 




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