Seguir los pasos hasta encontrar el objetivo no es fácil, comenzamos por pequeñas búsquedas sin sentido, ver sin entender, no somos capaces de observar con atención lo que nos rodea, la belleza de la vida. Lo que llamamos cotidiano es aburrido y huímos de ello, y escogemos pelear, arriesgarnos para sentirnos vivos, con un propósito, una meta subrealista que no alcanzamos.
Nada debe ser de esa manera, ya que la llave para conseguir eso que anhelamos al despertar, es disfrutar de cada momento.