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Me llegó un mensaje de Mon que se encontraba en las canchas, así que caminé. Al llegar, pude ver a una fila de chicos a punto de entrar a jugar; un entrenador los guiaba, supongo que eran las pruebas para el equipo nuevo.
Al ver a todos los que estaban formados, pude notar que eran de todas las edades, pero eso no les quitaba lo guapo. ¿Todos en esta escuela eran tan guapos?
A lo mejor es el dinero el que hace milagros, y yo, como no tengo mucho dinero, no tengo ese privilegio. Qué tristeza, quería ser como las chicas que estaban en esta escuela! Todas eran de esas chicas que todos quieren, y yo era de esas que nadie se acercaría a pedir la hora.
Creo que ya me había ganado el rol de la chica nerd. Pero siendo honesta, no era tan horrible; era linda, y ya no quería más aprobación de las personas. Aunque a veces sí me afectaba ver a muchas chicas hermosas, trataba de no prestar atención, ya que mi autoestima ahora estaba bien. Ya no era la niña tonta de la secundaria.
—¡ASH! —Miré a Mon, que estaba con un grupito de chicos. La miré algo confundida; no sabía que conocía chicos así de guapos. En general, no sabía que conocía a gente.
Con su mano, me indicaba que me acercara. Tímidamente, me acerqué a ella y a aquel grupo.
—Ashly, él es Alfredo. Alfredo, ella es Ashly —dijo con una gran sonrisa. Esta chica no mentía; su amigo era muy guapo.
—Mucho gusto —se acercó a darme un beso.
—Hola —se lo acepté.
—Le estaba diciendo a Mon que el viernes voy a hacer una fiesta. Podrían ir.
La miré, y ella solo estaba nerviosa. Ella sí que quería ir, y yo claramente no quería.
—Anda, Ash, deberíamos, ir.
—Mira, nosotros no conocemos a nadie. Yo también soy nueva, y los que andan sentados igual. Haremos una fiesta para conocer personas.
—Me gusta la idea, pero no estoy muy segura.
—Entiendo. Aun así, piénsalo; tienes todavía este día y mañana para pensarlo. Espero verlas.
Sonreí en respuesta y esperé a que Mon terminara de hablar con él. No sé cómo es que se conocen; este chico era moreno y tenía ojos de color café oscuro. Su cabello se veía tan brillante; lo tenía algo lacio. A lado de mí y de Mon, estaba un poste. Nosotras medíamos como 1.60, pero él nos ganaba por mucho.
Mon por fin se dignó a venir conmigo para así irnos a cualquier otro lugar y no estar aquí rodeada de chicos atletas. En cierto punto, era incómodo estar creyendo que me estaban juzgando.
—Y, ¿qué pasó? ¿Te dieron el trabajo?
—Sí, me lo dieron —sonreí—. Y me pagarán igual 100 pesos a la hora, no sé bien. Me harán un examen.
—¡Esto es genial, Ash!
—Claro que sí, pero tú me vas a ayudar.
—¿Ayudar? ¿A qué?
—Sí, tengo que hacer muchas cosas, cronogramas y hacer un nuevo equipo.
—Woooow... y en qué te puedo ayudar, yo no sé nada de eso.
—Voy a ir a hacer las pruebas para el equipo. Solo necesito que anotes varias cosas que te vaya diciendo.
—Suena fácil.
—Lo es.
—Bien, cuenta conmigo, amiga.
—Gracias —sonreí—. Ahora necesito que me digas qué hacías con aquel chico. ¿De dónde lo conoces? ¿Es de los que me contaste?
—Este Alfredo y yo nos conocemos desde primaria, junto con nuestro otro amigo. Se podría decir que crecimos juntos y son mis mejores amigos. No tuvo mucho que entrar a la escuela, entonces quería verme.
—Me alegra que conozcas a más personas, Mon...
—Lo sé, pero tranquila que también pueden ser tus amigos. Si les das una oportunidad, pueden ser agradables. Por eso, de la fiesta, queremos conocer gente. Deberías venir.
—Las fiestas no van conmigo.
—Ándale, Ashly, vamos. Yo no iré si tú no vas.
—Pero tú ya conoces a alguien...
—Sí, pero ese alguien va a estar con sus amigos, y yo no. Yo voy a estar sola, pero si va mi amiga, no estaré del todo solita. Va a ser en la residencia del equipo de fútbol, eso creo. Es una gran que es compartida, pero no importa eso. Por faaaaa, debes de ir.
—No quiero ir, Mon. No me gustan las fiestas.
—Bieeen, al parecer eres algo amargada.
—Tal vez sí lo sea, pero no me gusta ese ambiente.
—Ándale, por favor...
—No, Mon, ni siquiera sabría qué ponerme.
—Te podría prestar ropa.
—No, gracias.
—Por favor, Ash, de verdad que si no vas, tú me sentiré muy incómoda. Por lo menos, si estás conmigo, podré estar más tranquila, y si la riego, estarás para apoyarme... por favor, te lo pido. Me prometí a mí misma que iba a socializar más.
—Mon, la popularidad no lo es todo...
—Lo sé, pero siempre fui una chica cualquiera. Quiero cambiar.
Editado: 13.10.2024