Más Que Sueños

Capítulo 14

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La música seguía escuchándose fuerte, incluso dentro del edificio, pero ya podía oír decentemente a Dominik. Cuando lo vi, él traía una caja de pizza, me hizo unas cuantas señas y yo solo lo seguí. Pero no me gustó a dónde me estaba llevando.

Pues empezó a subir las escaleras. Lo miré confundida. No quería pisar alguna habitación de un chico, capaz, podía malinterpretarse... o incluso cosas peores que no quería imaginar.

—Tranquila, solamente comeremos.

Algo dudosa asentí. Debo reconocer que hacía mucho no estaba tan alerta.

—Toma asiento —dejó la pizza en la cama y él se sentó en esta, al igual que yo. Él agarró una rebanada de pizza— Perdón, si te traje aquí, pero la verdad es que abajo hay mucho ruido, y es horrible no oír a las personas.

—Sí, estoy de acuerdo —agarré una rebanada de pizza— y no te preocupes, prefiero aquí que no hay gente.

—Estoy de acuerdo. Veo que las fiestas no son mucho lo tuyo.

—Ni lo tuyo —soltó una pequeña risita.

—No, la verdad es que prefiero estar aquí.

—¿Entonces, por qué estabas abajo?

—Por si llegaba una chica, la cual estuviera incómoda y por ende tendría que salvarla de ese horrible lugar. —Una risa salió de mi boca—. No es cierto, quedé en el equipo de fútbol, vivo ya aquí y tengo dos amigos muy insistentes. ¿Y tú? Si no te gustan las fiestas... ¿Qué haces aquí?

—Mi amiga me convenció en venir.

—¿Qué amigos tenemos?, eh —asentí.

—Si no estuvieras en la fiesta, ¿qué estarías haciendo?

—Buena pregunta, tal vez viendo alguna serie o haciendo tarea. No sé la verdad. ¿Y tú?

—Seguramente estaría en mi habitación tratando de hacer que mi hermana se calle, porque al parecer tiene más vida social que yo.

—¿A qué te refieres con eso?

—¿A qué tiene más vida social que yo? —asintió—. Pues es que ella a cada rato tiene visitas en la casa, tiene muchos amigos... le va mejor en todo —hice una mueca.

—Pero no sabes cuántas personas realmente son sus amigos. No te sirve de nada tener muchos, si ninguno estará en las malas contigo.

—Claro, tienes razón y nadie está con ella a menos que sea una fiesta o haya alcohol en la casa.

—Ves, la gente suele ser convenenciera; nunca sabes quién es realmente tu amigo.

Me quedé en silencio por unos segundos. Ahora entendía que yo nunca tuve amigos de verdad, y creo que jamás los tendría. Todos me hablaban cuando necesitaban algo de mí, pero cuando yo necesitaba de alguno de ellos, simplemente me ignoraban o decían otra cosa sobre ellos, y eso era horrible.

—¿Qué tanto piensas?

—Nada, perdón —hice una mueca.

—Dime, te pusiste seria.

—Solo me di cuenta de que nunca tuve un amigo de verdad...

—¿Por qué dices eso?

—Porque... pensé haber tenido muchos amigos, pero esos amigos o me dejaron de hablar y únicamente se acercaban a mí cuando necesitaban un favor, o me traicionaron en cierto momento... no sé ni por qué rayos me sigue afectando eso.

—Mira, Ashly, las personas van y vienen. Sé que existen amistades que son duraderas, pero en ocasiones llegan personas a tu vida para enseñarte una lección y cuando la has aprendido, se alejan. No debes ponerte mal, no haber tenido amigos verdaderos. Yo tampoco tuve a nadie, y creo que ya me acostumbré a eso.

—Sí, creo que yo igual...

—¿Quieres ser mi amiga? —Lo miré—. Sé que ahora en nuestra edad es más complejo tener amigos, porque luego únicamente sucede, y no estamos en el kínder como para hacer esa pregunta estúpida, pero pienso que podemos ser buenos amigos.

—Me gustaría mucho ser tu amiga, Dominik —dije con una gran sonrisa.

—Bien —me sonrió—. Y supongo que como primer paso a ser amigos, puedes decirme Niki o Nik, me gusta más que Dominik. No sé por qué se inventó ese nombre, y tampoco sé por qué mis padres me lo pusieron.

—Es un nombre lindo, pero debo admitir que me gusta más Niki.

—Bien, dime Niki.

—Genial, tú puedes decirme Ash...

—Vale, Ash suena mejor que decirte todo tu nombre —sonrió y yo igual.

Terminamos de comer los pocos pedazos de pizza que había. Estuvimos platicando sobre las clases; era entretenido saber sobre él. No era un chico que se creía mucho, tampoco Alan ni Alfredo. Todo lo contrario, eran chicos maravillosos; pareciera que no tuvieran dinero.

Pues yo tenía una mala imagen de las personas ricas. Siempre pensé que eran de esas que te molestan, te hacen la vida imposible por no tener el suficiente dinero, arrogantes, malcriados. Sí, supongo que vi muchas películas, porque estos chicos eran geniales y muy buena onda. No me han criticado ni una sola vez por mi ropa o por ser simplemente yo.

Creo que las personas de escuelas públicas son las que hacen todo eso en vez de los de las privadas, ¡qué mal que sean así!




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