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Ashly.
Iba tarde a mi clase, no podía creer que, a pesar de haber llegado dos horas antes al campus, llegaría tarde a mi primera clase. Lo peor de todo es que este profesor seguro me dejará afuera del salón. Ya estaba por llegar al salón cuando vi al profesor cerrando la puerta. Afortunadamente, me vio.
—Señorita Rohuse, llega tarde.
—Lo siento, profesor... no volverá a pasar. Se me hizo algo tarde, pero corrí mucho y... no volverá a pasar, lo juro.
—Si no fuera por sus participaciones en clase, no la dejaría pasar. Pase, pero que no se vuelva a repetir, o no pasará.
—Gracias, profesor, de verdad.
Entré al salón y todos me veían. Iba caminando despacio, y el asiento más cercano que encontré estaba hasta en frente. Miré a la parte de atrás para encontrarme con la mirada de Mon, solo sonreí y ella me saludó.
El resto de la clase puse atención, pero sentía algo raro en mí, sentía que me estaban observando desde lejos. Quería voltear para buscar al responsable de aquella mirada, pero no encontraba a nadie y no podía voltear toda mi cabeza, así que se me hizo complicado encontrar al responsable.
Estaba acostumbrada a ser invisible, y que alguien me estuviera viendo no iba conmigo. Tenía miedo de que estuvieran viendo mis defectos o pensando cosas malas sobre mí.
Como quisiera saber qué es lo que piensan las personas. Sería mucho más fácil todo.
La clase pasó algo lenta, pero al final terminó. Siguieron las otras dos clases, en el mismo salón. Era tan cansado de estar en él mismo y no moverse para nada. Lo bueno es que solo es este día y los demás sí cambiamos.
—Hola —dijo Mon sentándose a mi lado, el cual estaba lleno de las cosas de un chico—. Oye, ven, te quiero presentar a Ángelito.
—¿Angelito? —maldición, al escuchar ese nombre, una sensación de nervios y culpa me invadió.
—Sí, a mi amigo... ven, están hasta atrás.
—Mon, tengo que decirte algo —tragué saliva y ella me miró.
—Sí, me lo dices después.
—No, necesito decirte...
—Ash, solamente quiero que hables con él. Después no se va a poder, tiene que ir a ver algo del fútbol.
—Amiga, no me hagas esto...
—¿Qué cosa?
—Te lo diré así sin más... —Le dije algo nerviosa—, tengo la sospecha de que Ángel, tu amigo, es mi exnovio.
—¿Qué? Pero si tú ni siquiera... no, no, estás mal, Ash. Sí, tu ex se llama así, pero mi amigo igual. Así que...
—Lo sé, suena ridículo, pero hice lo que me dijiste, y al parecer es la misma persona. Ambos te tenemos como amiga en Facebook...
Ella solamente me miró por unos segundos, negó con la cabeza un par de veces, haciendo que me pusiera aún más nerviosa. ¿Me odiaba?
—Hablamos después de clase.
No dijo más y se levantó del lugar, dejándome sola. Miré cómo salió del salón con sus dos amigos, y nada más tragué saliva. Algo en mí me decía que esto iba a salir mal.
Llegué a la cafetería y la vi en la entrada. Tragué saliva, y ella me vio. Se veía muy seria, tanto que me dio algo de miedo. Nunca la había visto así.
—Hola...
—Entonces, mi amigo es tu exnovio. ¿Estás segura?
—Sí...
—Vale, muéstrame el perfil de tu ex.
Suspiré y abrí mi Facebook. Con mucho miedo, le mostré el celular para que viera el perfil de mi exnovio.
—No puede ser... mi nueva amiga es la exnovia de mi mejor amigo.
—No creo que sea tan malo, Mon...
—Sí, lo es, Ashly. Lo lastimaste mucho. Tú no sabes cómo se la pasó cuando su novia lo dejó. Perdimos a nuestro amigo en ese momento. Era otra persona y con mucho trabajo pudimos hacer que él volviera, y ahora estás aquí.
—Yo sé que eso está mal, pero no es mi culpa, que justamente nos encontremos aquí todos. Yo ni sabía de su existencia. Él nunca me habló de ustedes, aparte que ¿íbamos a saber? Esto pasó hace años.
—Te odié mucho en ese momento, Ashly, y ahora mismo estás frente a mí... la Monse de hace años quería conocerte.
—No quiero que nuestra amistad se arruine por esto...
—Yo tampoco, Ashly, pero no puedo juntar a mi mejor amigo con su ex. ¿Lo entiendes? Menos con sus dos mejores amigos. Te odiábamos, y creo que Alfredo lo sigue haciendo.
—Lo entiendo perfectamente... pero eres mi única amiga aquí y de verdad te aprecio...
—Sí, Ashly, te tomé un cariño muy rápido, pero espero entiendas que yo prefiero a mis amigos.
—¿Eso qué significa?
—Que no puedo seguir siendo tu amiga.
—¿En serio?
—Sí.
—Ni siquiera lo pensaste, Mon... ¿Tan poco te importó?
—Ashly, te conozco hace 3 semanas. A ellos los conozco desde los 6 años. No es tan difícil elegir.
Editado: 13.10.2024