Más Que Sueños

Capítulo 30

➷ೃ༄*ੈ✩ ✧ ➷ೃ༄*ੈ✩ ✧ ➷ೃ༄*ੈ

Fui a la parte de la alberca; había algunas personas usándola, y como no me tocaba trabajo, decidí ir a la biblioteca para avanzar en alguna de mis tareas. Tal vez eso me mantuviera distraída.

Pero claramente no fue tan fácil; las palabras de Ángel, su rostro, al enterarse de eso que le oculté por mucho tiempo, se me venían a la mente y me dolía pensar que yo lo había vuelto a lastimar.

Era la peor persona del mundo, de eso estaba consciente.

Y ahora que lo estoy pensando mejor, era una egoísta...

Al confesarle a Ángel lo que pasó para estar bien yo y no ver por él, es egoísta de mi parte, porque mientras yo encuentro paz, él no la tendrá, no por cómo reaccionó. Trato de hacer las cosas bien y creo que sale peor. Pero ya no puedo hacer nada, no puedo ir y volver a pedirle perdón, capaz arruino todo nuevamente.

¿Por qué la vida es tan complicada? No, la vida no, el amor mejor dicho.

Todo esto del amor siempre me ha parecido un tema complicado. Desde que terminé con Ángel, mi vida fue un asco. No entiendo ahora mismo por qué muchas personas necesitan a alguien que los amen para ser felices. Yo era esa persona en secundaria y me fue una mierda; pude haber encontrado a otra persona si tan solo me hubiera dado el tiempo para quererme yo misma y no depender de otra.

Ese fue mi mayor error: haber aceptado a una persona en mi vida para sentirme querida.

Lo sé, era una niña que no sabía ni qué hacer con su vida. Cuando pude haberme aceptado tal y como era, no lo hice; entré a preparatoria y vi lo que realmente valía. Hasta la fecha, sigo tratando de aceptarme tal y como soy, pero estoy bien con eso, porque ya sé que no necesito de nadie para darme cuenta de algo que ya sé.

Pero bueno, debía distraerme y lo bueno era que empezaban las últimas pruebas para el equipo. Si, las últimas porque ya había hecho otras y estaba por elegir el equipo final. Únicamente eran 16 personas y de esas únicamente quedarían 10.

Hoy no vino Mon a verme aquí, pues en ocasiones solo pasaba a saludarme. No entendía por qué, pero lo aceptaba. Por lo menos las cosas iban bien con ella; dudo mucho que sigan así después de lo de hace rato.

Hice las últimas pruebas y después de tener todo anotado, creo que tenía un equipo. Eso me emocionaba; teníamos mucha ventaja.

Ya era algo tarde; no tardaba mucho en ponerse oscuro. Debía ir por mis cosas para irme a mi departamento, ya que me daba algo de miedo salir sola y más de noche, pues quedaba algo lejos aquel edificio donde dormía.

Creo que estar aquí me hacía mejor que estar soportando a mi hermana y a sus estúpidos amigos. Era muy incómodo estar en el mismo techo con todos ellos. Y no solo porque estén invadiendo mi propiedad, sino porque uno de ellos no me ha dejado tranquila en mucho tiempo.

Debo admitir que el chico es lindo, pero me sentía algo incómoda de que no me dejara sola. Salía por agua y él siempre se me acercaba, me hacía la plática y todo, pero como yo no dejaba de pensar en el chico que había lastimado hace poco... por cierto, ¿cómo estará? Espero que bien, y que no se haya tomado tan personal lo que pasó. Ojalá que lo olvide pronto.

Decidí marcarle a Mon para decirle que ya había hablado con Ángel.

Al tercer tono me respondió y estaba nerviosa.

—Qué pasó, Ash...

—Hablé con Ángel... hoy, hace unas horas...

—Oh, vaya... ¿Y qué fue lo que pasó?

—Pues, al parecer, sí se enojó y no creo que podamos ser amigos.

—Lo suponía, tranquila, Ash, ya mejor no le insistas.

—No creo hacerlo, la verdad... supongo que ya estoy algo tranquila, solo que no quisiera que esté mal por esto, creo que sí le afectó.

—No te preocupes por eso, yo me encargo de que me diga qué pasó y te informo.

—Vale, pero, Mon, ¿qué pasará con nuestra amistad?

—No lo sé, Ash, quiero ser tu amiga, y Ángel quiere que volvamos a serlo, pero no estaremos mucho juntas, por respeto a mi amigo.

—Lo entiendo y creo que no me duele tanto como hace días.

—Okay, bueno, te dejo Ash que debo seguir haciendo mi tarea, descansa y vete con cuidado.

Gracias,as Mon... adiós.

Ya iba con mi mochila colgada para salir de la oficina que tenía; aún no podía creer que tenía una oficina para mí sola. Es muy extraño, pero me gustaba, me hacía sentir con un cierto poder, lo cual lo tenía y me encantaba que todos me respetaran.

Iba saliendo de mi oficina cuando en la entrada principal vi una silueta.

—¿Aún puedo hacer las pruebas?

Lo miré bien y era Ángel; no entendía qué hacía aquí...

➷ೃ༄*ੈ✩ ✧ ➷ೃ༄*ੈ✩ ✧ ➷ೃ༄*ੈ




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.