𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻
─¿Qué pasa? Tan feliz estás de verme que no quieres abrazarme ni decir nada.
Entonces caigo en cuenta que no he dicho nada y sigo tiesa.
─No, no, pasa por favor, es decir, pasen adelante.
Dios, sálvame de esta pesadilla. Alguien que me diga que no es Keenan el que está en mi casa y con quien es mi mejor amiga.
─Aún no te presento a mi futuro esposo. ─toma de la mano al hombre de metro noventa. ─Keenan, ella es mi mejor amiga de quien te he hablado siempre. Crecimos juntas, nacimos el mismo día y nuestras madres eran amigas. Hemos compartido casi todo ─se ríe. Muy de acuerdo, aún siento escalofríos en todo mi cuerpo.Un placer conocerte, Kaitlyn me ha hablado mucho de ti.
─Igualmente, Keenan─para no dejarlo con la mano estirada, lo saludo cordialmente aunque rápido quito mi mano porque siento que me quema.
Nunca le presenté a mi novio a Kaitlyn, jamás le dije que tenía novio en aquel tiempo porque sabía que no le iba a gustar su comportamiento conmigo y acabaría dándome un sermón que yo no iba a querer aceptar.
¿Pero cómo diablos se conocieron Kaitlyn y él?
─¿Y...─digo nerviosa. No quiero demostrar cuán incómoda estoy en este momento. Solo quiero que la tierra me trague y me escupa en otro espacio. ─¿Cuánto tienen de conocerse?
─No lo sé, como ¿tres años?
─Dos años ─aclara Keenan. También lo noto incómodo MUCHO y no me quita la vista de encima ¿POR QUE? porque él y yo nos reencontramos anoche y acabamos en la cama y no precisamente hablando.
ME ACOSTÉ CON EL PROMETIDO DE MI MEJOR AMIGA.
Quiero golpear algo o alguien ya mismo, gritar, hacer lo que sea pero que me ayude a sacar esta rabia que tengo dentro.
¿Por qué tenías que aparecer en mi puerta, Keenan? No te pareció suficiente con arruinar mi vida.
─¿Tienes algo de tomar? ─murmura Kaitlyn ─Muero de sed.
─No, pero puedo ir a comprar algo. El supermercado está a dos minutos.
─Sí, por favor. ─añade ─Compra algo con licor, estamos de fiesta ─saca algo de su bolso, es una invitación de su boda tal y como siempre soñó ─Me caso en dos meses.
─¿Tan pronto?─paso saliva.
─Sí, entre antes sea, mejor.
─¿Por qué la prisa?─ sonrió nerviosa.
─Porque el galán se me escapa ─bromea.
─Ahora regreso ─añado. Me levanto en segundos y cojo mi bolso que está aquí desde anoche. A lo mejor todavía guarda recuerdos de la noche de ayer.
─Voy contigo ─casi me hago pipi del susto. Siento el sudor en el cuello, es asqueroso sentir esto entre mucha culpa y arrepentimiento. Veo a Kaitlyn, como si ella fuera nuestra jefa para que le dé el visto bueno pero yo puedo moverme sola y no quiero estar a SOLAS con Keenan.
─No es necesario, conozco el camino.
─Anda, anda ─añade desinteresada─Así se conocen mejor, yo mientras tanto llamare a mis padres.
Insisto en que no es necesario pero rechazarlo tantas veces empezaría a ser sospechoso.
Salgo primero, escucho sus pasos tras de mí. Ninguno de los dos inicia una conversación y es mejor que no lo haga, mi corazón palpita aritméticamente y puedo sufrir un paro cardíaco.
─No sabía que eras tú ─farfulla.
─¿Podemos hacer de cuentas que no nos conocemos? Que esta es la primera vez que nos vemos ─Le pido.
─No puedes, Blair. Nos conocemos desde antes que yo conociera a Kaitlyn.
─Por el bien de ella, hagamos como que somos dos desconocidos ¿Está bien? ─ suplico por segunda vez ─No hagas esto más difícil.
─No puedo, maldita sea.
─Es tu prometida.
─Pero tú y yo nos acostamos anoche─un par de señores se nos quedan viendo, han escuchado nuestra discusión.
─Keenan, tu prometida es prioridad. Es mi mejor amiga, ¿Piensas decirle que tu y yo ya nos conocíamos? ─ rabio ─Y que fuimos novios hace un par de años.
─Tu fuiste quien me mandó al diablo.
─¿Y eso qué? Me querías mandar en todo, yo no obedezco órdenes de nadie. Menos de un macho prepotente como lo eras tú.
─No me decías eso cuando te hacia mía.─veo tanta furia en su mirada.
─Ve y dile eso a Kaitlyn.
Cojo lo que sea del supermercado, una botella de vino y algunos refrescos.
Me adelanto a la casa y luego él viene tras mío, lo veo con unas intenciones extrañas y lo detengo al preguntarle.
─¿Qué haces? ─tartamudeo.
─Dijiste que le dijera a Kaitlyn ¿no? Eso es lo que hago.
─Estás loco, no puedes decirle nada. Le vas a romper el corazón ─me aterro. La he escuchado hablar de su boda como si fuera la quinta maravilla del mundo y no quiero ser parte de ello.
─¿Crees realmente que me importa?
─Es que acaso no la amas ...─su silencio me hace fruncir el ceño, ¿Por qué no responde? Cualquier hombre diría "Sí, la amo más que a mí vida, joder" pero él no. ─No amas a Kaitlyn.
─Tu amiga es la mujer más insoportable que he conocido en mi vida.
La puerta se abre y Kaitlyn nos ve.
─¿Por qué no entran? ─hace cara de desespero. ─muero por una copa de vino.
Gracias a Dios no escucho nada.
Entramos a la casa y Winona esta en el sillón, parece que ella y Kaitlyn han tenido una charla.
─Hola ─saluda Winona a Keenan─Has de ser él futuro novio feliz.
─Hola, así es.
─Pues tan feliz no te ves ─Winona y sus comentarios fuera de lugar, lo bueno que Kaitlyn esta en la cocina y no escucha nada.
─Lo estoy ─añade viéndome. La morena sigue su mirada hacia mí y sonríe. Ella es bruja, adivina todo.
─Demuéstralo─ sonríe. ─¿Ya se conocían?
─Sí.
─No─pero él dice si primero, ¿quiere matarme de un infarto? Maldita sea. ─No, no nos conocíamos.
─Ulala, ya veo que aquí hay algo.
Kaitlyn aparece con las copas, cuatro copas de vino pero yo quiero que se larguen todos y me dejen sola.
─Winona dice que te la pasaste muy bien ayer ─añade mi amiga, señala mi cuello, mierda, mal momento para recordar que no lo cubrí. ¿Cómo lo pude olvidar? Soy una torpe. ─Te la pasaste muy bien.