Más que suficiente

4. ¿Qué buscas?

𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻

─¿Piensas tomar toda esa botella tu sola?

─Sí.

─No comprendo que pasa, estabas muy feliz por ver a tu mejor amiga. No había día que no hablaras de Kaitlyn.

No comprendería si le explico, pero necesito contarle a alguien.

─Es más complicado de lo que crees.

─¿Qué fue lo qué pasó?

─Winona...─me paso la mano por la frente en un intento de callar las voces ─Pasa que ese hombre es mi exnovio.

─No te pases ¿Hablas en serio? ─asiento ─Es el hombre del que te hablaba ¿recuerdas? El que te decía hace un rato.

─¿Dónde encontraste ese bombom? Para buscar uno igual.

─Cuando me quede a media calle, mi auto se había arruinado y él me ayudó.

Ahí fue como lo conocí, creo que ...

─¿Kaitlyn sabe que es tu ex?

─¡No! Y no pienso decirle va a creer que le quiero arruinar su boda o algo así, se van a casar —digo más para mi misma que para ella.

─Todavía te gusta ¿no?

─Sabes que es lo peor —farfullo. Entre más lo pienso, peor me siento. No hay palabra que explique este sentimiento tan asqueroso en mi interior. ─Anoche me acosté con él. Tenía años sin verlo, pensé que se había ido del país o algo.

─Estás metida en un lío, chama.

─No sé qué voy a hacer.

─Te aconsejo guardar silencio, no decirle esto a nadie ─farfulla─Que quede solo en tu memoria, Blair. Si lo que quieres es no romper ese futuro matrimonio ─ríe. ─Aunque creo que tardaran más preparando la boda que casados. Perdona, pero tu amiga es muy antipática.

Si, pero es una buena persona.

Y sea o no, una agradable persona, no merece que le haga esto, soy la peor amiga del mundo.

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Levanto mi reloj para ver la hora, son las dos de la mañana y alguien esta tocando a mi puerta. ¿Winona olvido las llaves? Le he dicho mil veces que hay un repuesto bajo la alfombra de bienvenida que nunca lavamos para que nadie quiera tocar y sepa que hay llaves debajo.

Paso por su habitación a confirmar de que sea ella, pero no, Winona esta plenamente dormida en su cama. ¿Entonces quien toca? Me asomo sin hacer mucho ruido y por una esquina de la ventana verifico quien es.

¡ES KEENAN!

Corro de vuelta hacia mí habitación como una niña pequeña que ha visto un monstruo.

Tenso la mandíbula tragadondome el piqueteo en mi garganta. Son muchas cosas para un solo día ¿no? Sin darme cuenta ya soy un mar de lágrimas, a veces el tiempo pasa tan rápido que creemos que ya no duele, pero no es así, aún existen partes que pueden llegar a doler incluso más que antes.

No sé a qué horas dejo de tocar porque me quedé dormida como a las tres de la mañana, cuando me desvelo se me hacen unas ojeras enormes. Lo primero que veo al despertar es mi celular, tengo varios mensajes de Kaitlyn pidiéndome si puedo ir con ella a ver su vestido de novia.

Es relativamente incómodo, no siento la emoción que imagine sentir en ayudarle con los preparativos de su boda. Una parte de mi esta alerta, y Keenan no quiere aceptar mi rechazo educamente.

Estoy luchando yo sola contra esto, y tengo la sospecha de que Keenan solo me va a complicar más las cosas.

Le digo a Kaitlyn que esta bien, que pase por mí en dos horas. No puedo decirle que no, prometí estar para ella para ayudarla en cada detalle de su boda y que todo saliera perfecto, claro que en ese momento no sabía a lo que me estaba metiendo.

Desayuno algo y tiempo después ella pasa por mí, lleva un auto de lujo que me pregunto de donde ha sacado. Su familia no es de dinero, de ser así ella no se habría mudado para buscar un hombre que resuelva su vida.

Ninguna de las dos es de dinero, mi familia también es de bajos recursos pero eso no quiere decir que hemos pasado hambre porque no es así.

─Lindo auto ─halago al subirme.

─Es de Keenan.

─¿Te lo regalo?─Le pregunto. Feliz por ella, sé cuanto le gustan los autos de lujo.

─Me lo presto.

─¿Lo has dejado solo?

─Con sus amigos, no quiere involucrarse tanto en asuntos de la boda. Todo lo dejo a mi disposición.

─Nunca me has contado como fue que lo conociste ─le digo mientras me abrocho el cinturón.

─Oh─ríe ─larga historia.

─Tenemos tiempo.

─Primero conocí a su primo.

─¿Tuviste un romance con el primo de Keenan? ─asiente sonriente. No me da orgullo, me da pena. ─Y me gusto Keenan, además él si puede aportar económicamente en mi vida.

─Oh, quiero enseñarte algo que he traído.

Saco mi álbum de fotos, encontré muchas que pueden servirle para el día de su boda.

─Tengo cada foto que nos tomamos.

—Ah, me encanta. Mamá no tiene ninguna.

—Llévate el álbum, toma las que necesites.

─Gracias, Blair. Sin duda eres mi mejor amiga, no te imaginas cuanta falta me has hecho. Lo mejor de todo es que no vamos a volver a distanciarnos.

—¿Piensas quedarte aquí?

—Sí, hemos hablado con Keenan y tanto él y yo hemos decidido vivir aquí. No vamos a irnos más. ¿qué te parece? Al principio él no quería pero ha cambiado de opinión.

Joder, voy a tener que ver a Keenan todo el tiempo.

Pienso y pienso y vuelvo al punto exacto en donde todo se vino cuesta abajo, por más que quiera componer las cosas que hice no puedo, no es tanto que Keean sea mi exnovio, lo que me pesa es haberme acostado con él estando él con Kaitlyn, le debía fidelidad no solamente él, también yo.

Llegamos al centro comercial, mientras me cuenta como ha ido su vida, me ha dicho que Keenan le pidió matrimonio al año de estar saliendo.

Yo salí años con él y jamás me pidió matrimonio...a lo mejor no era la indicada, no lo sé, no me preocupa pensar en ello, la verdad.

─Blair, dime que serás mi dama de honor.

─¿Yo?

─Sí, por favor. ¿Quién más? Eres mi amiga, no creerás que pondré a una desconocida en tu lugar.

─Sería un honor ─sonrió a la fuerza.

─Gracias, Blair. El fin de semana tenemos una comida con nuestros padres, es decir, los papás de Keenan, y mis papás ¿Puedes acompañarme? ─no, no, ni en mis mejores sueños.




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