Más que suficiente

5. ¿Es por amor?

𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻

─Nos vemos después, te llamo luego para salir a tomar algo ¿no? Hace mucho tiempo que no vamos al bar de tu tío. A Keenan le encantará.

No estoy muy segura de eso.

─¿Por qué no tú y yo solas? Tu prometido ya me quito mucho tiempo a mi mejor amiga─ disimulo para que no note que en realidad no quiero estar cerca de Keenan.

─Tienes razón, iremos solas. Invita a Winona.

─Lo haré. Gracias por tomarme en cuenta para ser tu dama.

─Eso es lo mínimo que podría hacer.

─Nos vemos luego.

Entro a mi casa y cierro la puerta, respiro hondo antes de girar y enfrentar mi dura realidad.

Pero oh vaya sorpresa que tengo.

─¿Qué estás haciendo aquí? ─gruñó.

Winona sonríe saludando con una mano.

─Quería hablar contigo.

─¿Estás loco? Kaitlyn te pudo haber visto, tú y yo no tenemos nada de qué hablar ─le digo con voz dura ─No quiero que me busques, Keenan. ¿Es tan difícil de entender?

─Lo siento, pero no puedo. Tenemos muchas cosas que hablar tu y yo.

─¿Sobre qué?

─Yo mejor los dejo solos ─dice Winona, poniéndose de pie y caminando rápidamente hacia su habitación.

Me carcome los nervios, la ansiedad, algo me aprieta el pecho y no es precisamente bueno.

─Sobre lo que pasó hace dos noches…

─Está bien, no te preocupes, no le pienso decir nada a Kaitlyn. Ella no sabe qué nos conocíamos y así es mejor, ni tu ni yo vamos a mencionar absolutamente nada al respecto. ¿Bien?

─Sinceramente ─se acomoda en el sofá con una pose galante ─No me preocupa mucho que ella lo sepa.

─A mí sí.

─¿Por qué?

Me río, ¿en serio esta haciendo esa pregunta?

─Keenan, será porque es mi mejor amiga de toda la vida. Las chicas no somos como ustedes los hombres que no les importa pasar por encima de los demás ─arquea una ceja y luego sonríe.

No caigas, Blair.

─No entiendo que te preocupa.

─No voy a poner por encima de Kaitlyn a un hombre, Keenan.

─No te estoy pidiendo que lo hagas.

─¿Entonces qué haces aquí?

Se levanta del sofá y se acerca unos pasos a mi, me quedo en mi lugar sin mover un dedo.

─Quería recordar viejos tiempos.

─Esos déjalos en el pasado, que es donde tienen que estar ─añado ─Y que sea la última vez que vienes a mi casa. Evitame tener problemas con Kaitlyn.

No me deja terminar de hablar cuando pega su boca a la mía y arremete mi cuerpo contra la pared.

Sus deliciosos labios fríos con sabor a menta son un delirio, tienen un sabor tan adictivo, Dios. Olvidaba que cuando me besa me hace perder el norte, y todas las direcciones habidas y por haber. Qué me siento como una chica de quince años dando su primer beso, la misma emoción, el mismo sentimiento, el revoloteo en el estómago…

Pero sobre toda mi cordura y paz mental, pongo primero a Kaitlyn, su imagen llega a mi mente de golpe como si el remordimiento me estuviera mandando señales de que no está bien lo que estoy haciendo pero se siente tan bien. Aunque eso no quiere decir que haya correspondido a su beso.

Lo alejo con toda mi fuerza y le propino una bofetada

─¿¡Estás loco!? ─abro la puerta ─Vete, Keenan.

─¿Keenan?─una rubia conocida se para en la entrada de la puerta, es Kaitlyn. ─¿Qué haces aquí?

─Oh…─piensa rápido. ─Vino a que le ayude con una sorpresa para ti.

─¿Sorpresa para mí? ─sonríe. No tiene ni idea de qué es lo que pasa. ─Eres tan lindo ─lo besa, giro mi cara a un lado para no tener que ver eso.

─¿Por qué regresaste? ─Le pregunto cuanto termina su beso apasionado.

Fingir que no me importa, es asqueroso.

─Porque olvidaste tu celular en el auto.

─Claro, soy una tonta.

Me entrega el celular y mira a su novio.

─¿Ya te ibas? ─Le dice.

─Sí, ya se iba ─contesto ─. Hemos terminado de hablar lo que debíamos.

─Okey, nos vemos luego.

Ella sale y Keenan tras ella, sin embargo antes de salir completamente me guiña un ojo.

Desgraciado, está complicando las cosas.

─Winona ¿Por qué dejaste pasar a Keenan?

─Lo siento, abrí sin ver quien era.

─Está haciendo que todo vaya mal. No tiene ni dos días aquí y esta creyéndose dueño de todo.

─¿Y por qué no piensas en que quizás te quiere y por eso te busca?

Que tontería.

─Por favor, Keenan solo puede amar a una sola persona y es a él mismo.

─No lo sé, sabes que puedo leer muy bien a las personas y por lo que hable con él, parece ser que te quiere a ti y no a Kaitlyn.

─Van a casarse.

─¿Y crees que es por amor? Porque yo no. Kaitlyn es superficial, solo le importa el dinero que tengan las personas, aunque sinceramente no sé en qué estaría interesado Keenan en ella. No tiene nada que ofrecerle.

─No lo sé, Winona pero no quiero averiguarlo y tampoco quiero meterme entre ellos. Eso no es de amigas.

─Pues prácticamente tu lo viste y tuviste primero.

─No es lo mismo. Y mejor me voy a la habitación, tengo mucho trabajo pendiente.

─Okey, háblame si ocupas algo.

Me siento frente a la laptop para terminar mi trabajo, mañana tengo que salir a mostrar una casa y no he terminado el trabajo pendiente.

No me puedo concentrar en nada, es como si mi mente estuviera en blanco.

Algunos minutos después de sentarme, mi celular vibra sobre la mesa. Olvidé que lo tenía bajo volumen. Es un mensaje de un número desconocido, pero por lo que en el dice, pueda que sepa quién es.

《Tenemos que hablar》 Keenan.

─¿De nuevo? ─digo a mi misma.

《Déjame en paz, respeta a tu prometida.》 Blair.

《No puedo, no puedo dejar de pensar en ti》

¿Cómo consiguió mi número? Bueno, eso no es cosa del otro mundo, pudo haberlo pedido a Winona o sacarlo del celular de Kaitlyn.

《No soy tu prometida, no tengo porque gustarte. No me envíes más mensajes o te bloqueo》

Y mágicamente deja de responder.




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