Más que suficiente

7. La boda

𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻

Hoy es el día de la boda de mi amiga.

Estoy muy feliz por ella.

─¿De verdad estás feliz?

─Sí.

─No se nota ─añade Winona acabando de acomodar su vestido. Kaitlyn la invito a la boda porque le daba pena no hacerlo, no porque quisiera.

─No me he sentido muy bien, sabes.

─¿Por la boda?

─No, síntomas físicos. La otra vez me maree, la comida me da nausea y he tenido mucho sueño. Mamá dice que puede ser anemia.

─Anemia ─se ríe ─Yo creo que es una anemia de nueve meses..

─¿Nueve meses?

─Blair ¿no estarás embarazada?

¡Ojalá y no! Que la boca se le haga chicharrón.

─Estás loca.

─¿Por qué? Es normal cuando tienes sexo.

─Pero no he tenido sexo en dos meses.

─Tu bebé ya está por nacer.

Odio que bromee de esa forma. No estoy embarazada. Soy mujer, me daría cuenta rápidamente ¿no? Además mi periodo ha llegado estos últimos meses tal y como es.

─Hazme caso, Blair. Hazte una prueba de embarazo, no es normal tener esos síntomas.

─Mi periodo ha venido.

─¿Y? Puedes tener el periodo de nueve meses y tener un bebé. Pensé que lo sabías.

Si lo sabía, no soy tan ignorante, pero… bueno, le haré caso. Me haré una prueba de embarazo esta tarde después de la boda, si es que tengo tiempo de hacerlo. Soy dama de honor de Kaitlyn, estaré todo el día ocupada.

Estoy terminando de arreglar mi cabello cuando tocan a la puerta, Winona está duchándose ahora mismo así que debo ir a ver quién es. Al abrir me doy cuenta del error de haberlo hecho.

─No pienso casarme con Kaitlyn.

─¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y cómo que no piensas casarte?

─No la quiero a ella, te quiero a ti.

─Qué ridiculez dices, yo no te quiero a ti.

─Sé que si, no te engañes. Tu eres mía y yo soy tuyo, ya no puedo engañarme más ─añade. Parece enloquecido.

─Keenan, no pienso hacer esto. Me he mantenido alejada de ti porque amo a mi amiga, sé que se siente que te hagan lo que tu quieres hacerle.

─Nunca debí conocerla, Blair. Tu eres mi destino, no ella. Lo sueño todas las noches ─me coge de las mejillas, tenerlo cerca me hace sentir horrible. No soy quien está haciendo esto ─No hay día que no piense en ti.

─No voy a ser yo el motivo de que le rompas el corazón a mi amiga.

─En el amor no se manda.

─No puedes ir por la vida ilusionando a las personas para luego dejarlas ¿Además quien te dijo a ti que yo quiero estar contigo? Nunca he sido ni seré opción de segunda mesa.

─No sabía que estaba tan equivocado, Blair. Por favor, dame una oportunidad. Vámonos juntos.

─No, Keenan. Lo siento, me amo lo suficiente para no convertirme en eso que quieres que sea.─lo aparto. ─Desde el primer momento te pedí distancia, que no te acercarás a mí, sabes que no te di ilusiones en ningún momento.

─¿Qué mierda no entiendes que no quiero casarme con Kaitlyn? Con la única que quiero casarme eres tú.

─Eso debiste pensarlo antes, ahora por favor vete que Kaitlyn no tarda en llegar y no quiero que te vea aquí ─miento. Kaitlyn se está arreglando en su departamento.

No acepté también cambiarme ahí porque tengo que llevar a Winona, ella no tiene auto y su novio no puede llevarla porque no está en la ciudad.

Me mira furioso antes de retirarse.

No quiero llorar porque se corre mi maquillaje. Él no dijo eso, él no dijo que con la única que quiere casarse es contigo.

Si tan solo eso lo hubiera dicho cuando éramos novios.

Pero ya es un poco tarde.

Sigo dándome los últimos toques aunque no me siento tan bien, con lo que acaba de pasar y estos síntomas tan extraños, recuerdo que debo ir primero por una prueba de embarazo. Saldrá negativa, yo lo sé.

─Mira lo que te traje ─Winona aparece en mi puerta.

─¿Qué es?

─Una prueba de embarazo, en realidad son dos para que salgamos de dudas. ─se jacta ─Me las debes.

─Será en vano.

─Hazla.

─¿Por qué quieres saberlo? Eres extraña.

─Para confirmar que mi intuición nunca falla.

Cruza los dedos y sale del baño donde yo recién me terminaba de pasar la alisadora.

Ya que, ¿Por qué no hacerlo? Así sabré que sea lo que sea, no es un bebé. Suena loco, espero que no lo sea en verdad.

Sigo las instrucciones y espero con harta paciencia, soy mala para esperar. Me distraigo en cualquier otra cosa antes de que las rayas en las pruebas se marquen, pero aun no las veo cuando Winona entra de nuevo y las coge antes que yo.

─¡Sí! ─pega el grito ─Mi intuición nunca falla.

─¿Qué quieres decir? ─susurro asustada.

─Estás muy embarazada.

─¿Hablas en serio?

─Jamás bromeo─escupe ofendida.

─Dios, dime que es una broma. Seguro las pruebas estaban dañadas.

─Sí, si, igual tendrás que ir con la ginecóloga y obstetra.

─Dios ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo que un bebé?

─Diablos, mujer.. no tienes quince años, tienes veintinueve. Afrontalo, ¿y con quién fue el último afortunado de estar entre tus piernas?

Llevo una mano a mi cabeza al sentir un mareo y que los ojos azules de Keenan lleguen a mi mente.

─Por tu expresión …supongo que nadie que te haga sentir feliz.─Winona… estoy embarazada de Keenan.

─Mierda─hace una expresión chistosa y se cruza de brazos ─Estás en graves aprietos, amiga.

─Aún no asimilo que estoy embarazada, menos asimilar que el bebé es de Keenan. El hombre que se casa hoy con mi mejor amiga.

─Debes decirle.

─¡Estás chiflada!

─Pues sí, pero acerté en tu embarazo ¿no? Nunca sigues mis consejos, por eso te va como te va.

─Tienes veinticinco años, soy mayor que tú. Eres una escuincla.

─¡Claro que no! La edad no define a una persona ─farfulla ─Mejor ve pensando en qué vas a hacer o que vas a decirle al papá de tu hijo.

《Papá de mi hijo》 que desagradable suena.

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos.

─Es Kaitlyn.

─No contestes, por favor. Déjame un momento sola.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.