Más que suficiente

9. Solo tu

𝓚𝓮𝓮𝓷𝓪𝓷

─¿Por qué te preocupa tanto lo que pase con ella? No quiere hablar contigo, hijo.

─No es eso, mamá.

─Mira, sé que Blair es una buena chica pero lo que pasó con Kaitlyn no estuvo nada bien ─murmura. Mi madre es muy buena persona, por eso cree que esa perra no merecía lo que pasó.

Y si, si lo merecía.

─Mamá, Kaitlyn me engañó. Me hizo creer que estaba embarazada cuando no era así, nunca hubo un bebé y yo me sentí culpable todo ese tiempo.

─Es porque eres un buen muchacho. Sabías que habías hecho mal las cosas, hiciste lo correcto para enmendar tu error, ahora lo que pasó en la boda fue muy grosero.

─No la amo, madre. Todo este tiempo solo he querido estar con Blair. Tu sabes lo que me costó dejar de buscarla cuando terminamos. ─Ella suspira, mi madre adoraba a Blair y cuando ella me terminó yo sentí que el mundo se me vino encima, tenía sus razones. Yo era muy celoso y controlador, porque la quería solo para mí. No podía pensar en otro hombre viéndola, imaginandola desnuda.

Eso me hacía latir fuerte el corazón y me daba un coraje que ni yo mismo podía con él. Ella no entendía la gravedad del amor que sentía por ella, incluso así fui capaz de tomar todo mi amor y alejarme cuando ella pidió que lo hiciera. Nuestra relación no era la más sana, era tóxica, pero había amor, eso nunca nos faltó.

─Yo lo sé, por eso cuando la vi con Kaitlyn pensé que estaba soñando.

─No lo hacías.

─La vida quizá los volvió a juntar por medio de su amiga ─añade─Lo que está destinado a pasar, va a pasar. Es la ley de Murphy.

─Solo quiero recuperarla, mamá.

─No depende solo de ti.

Mi celular suena avisando una llamada, reviso el nombre en la pantalla antes de contestar.

─¿Quién habla?

─Keenan, soy yo ─es Kaitlyn ─¿Podemos hablar a solas? Es decir, podemos vernos.

─No, Kaitlyn. No quiero hablar contigo, no tenemos nada que hablar. ¿Qué quieres?

─Tal vez podamos arreglar las cosas…

─Kaitlyn, ¿qué parte no entiendes?

─Keenan, yo te amo, hazlo por nuestro hijo…

¿Nuestro hijo dice? No puede ser más cínica de lo que ya es.

No puedo echar de cabeza lo que Blair me dijo sobre que nunca ha estado embarazada.

─Eso ya fue, no quiero saber más de ti. Déjame en paz.

Corto la llamada antes de que continúe con su llanto y miles de cosas.

Ya no quiero saber nada de ella, este trago amargo que me ha hecho pasar no se lo deseo a nadie. Creí que estaba arruinando mi vida casándome con ella y claramente si estaba a punto de hacerlo.

─¿Era Kaitlyn? Es muy valiente para terminar llamándote.

─Ella cree que es la víctima aquí.

─¿Entonces por qué se casaba contigo?

─Por dinero, por ambición, Kaitlyn quiere tener una vida resuelta.

─Bueno, sea lo que sea que tengas que hacer, hazlo ya, por favor. ¿Okey?

─Sí, mamá. No te preocupes por nada.

─No, no me preocupo ─añade. ─Preocúpate tú, que tienes a una mujer que reconquistar.

Dejo a mi madre y me dirijo hacia mi departamento, necesito una ducha y descansar un poco.

Estos tres días han sido un infierno.

Pero me siento satisfecho de haber cogido coraje y dar por terminada toda esa farsa de la boda. Fue una maldita idea, una muy mala, sin embargo, de no ser así no habría vuelto a ver a Blair porque la hija de perra se desapareció por completo después de terminarme.

Pasé un tiempo buscándola pero no daba resultados y cuando dejé de hacerlo entonces ella sola llegó hasta mí. La vida nos quiere juntos, no me queda duda de ello.

Antes de abrir la puerta de mi departamento alguien me llama.

─Keenan.

Volteo y miro a Kaitlyn, con el maquillaje corrido y ojeras.

Se ve muy afectada, pero qué mierda está haciendo aquí? No le dije que me busque.

─¿Qué carajos haces aquí, Kaitlyn?

─Quiero que hablemos de lo nuestro, quizás pueda perdonarte todo lo que pasó en la boda.

─No, no hay nada que perdonar. ¿Qué es lo que no te cabe en la cabeza? No te quiero, no quiero casarme contigo y nunca quise.

─¿Por qué eres tan cruel? ─solloza.

─Porque tú no logras entender que no eres la mujer que amo.

─¿Y quién si? ─dice molesta ─¿La perra de Blair?

Aprieto los dientes ante su insulto a la chica.

─Al menos ella no es una mentirosa interesada.

─¿No? ─se carcajea con rabia ─Por favor, no me hagas reír, ella es peor que yo solo que no lo demuestra con su carita de niña tierna.

─No me importa que lo sea, es la mujer que amo y a ella le perdonó absolutamente todo.

─Deberías escucharte que estúpido suenas.

─Realmente no me importa. Lárgate, por favor. No quiero verte. Deja de venir a buscarme. Debes estar demente para estar aquí.

─¿Demente? ¡Tú lo estás! No eres más que un idiota, tu y Blair van a pagar muy caro lo que me hicieron ─me amenaza, tiene una rabia en su voz y en sus ojos que me perturba. Si es capaz de fingir un embarazo para tener la vida resulta ¿de qué más no puede ser capaz?

─Escúchame bien, estúpida ─la cojo fuertemente de las mejillas. Me estoy arriesgando poniéndole una mano encima y que luego lo use a su favor ─Tus amenazas no me dan miedo, pero si llegas a ponerle una mano encima a Blair, ten por seguro que conocerás quién es el diablo en la tierra. ¿Entiendes? No me va a temblar la mano para acabar contigo, y lo disfrutaré como no tienes una puta idea.




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