𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻
Estoy por entrar a la clínica donde vine a hacerme los exámenes de sangre para al fin verificar que si estoy embarazada o no.
─Buenos días, señorita. Vengo por los resultados de mi examen.
─¿Su nombre?
─Blair Byrne.
Busca en la computadora, luego toma algo y me lo da.
Aquí llevo la verdad absoluta.
Aunque algo me dice que es un positivo muy grande, permanezco dentro de la clínica hasta saber los resultados.
Quiero salir de aquí con un no, o un sí.
Me siento para estar más tranquila y abro el sobre, no voy a esperar más. Leo algunas cosas que no entiendo del todo, pero luego llegó a la parte que estoy buscando.
Positivo para embarazo.
Muy en el fondo lo sabía, que no podía tener tanta suerte. Hago un esfuerzo para no llorar, se me hace un nudo en la garganta. No recuerdo si aquella noche usamos protección, Dios, ten compasión de mí.
¿Qué hago ahora?
─¿Todo bien, señorita?
La enfermera me pregunta, a lo mejor al verme tan pálida.
─Sí, si, gracias. Es solo que me tomó por sorpresa.
Ella sonríe en respuesta.
Salgo de la clínica luego de guardar el sobre en mi bolso. He venido caminando porque queda cerca de mí casa y porque me serviría mucho para despejar la mente.
Una cuadra antes de llegar a mi hogar y de nuevo pensar una y mil veces de que voy a hacer, veo a una persona en la banca del pequeño parque.
No quiero que me vea, sin embargo no funciona.
─A ti te quería ver.
─Kaitlyn ─susurro.
─¿Ahora no soy tu mejor amiga?
─Siempre lo has sido, Kaitlyn.
──Eres una cínica ──presiona los labios.─Me llamas mejor amiga aún cuando te metías a escondidas con mi prometido.
─Jamás me involucré con Keenan mientras estuvo contigo─confieso ─Siempre respete tu relación.
─No sabes cuánto luché por llegar hasta donde estaba. Me mate todas las noches buscando lo mejor para mí ─solloza ─Para que vengas tu y me lo quites todo.
─Yo no te quite nada, Kaitlyn.
─Claro que sí , sabías que Keenan era mi boleto a tenerlo todo.
─No lo amabas, lo hacías por interés.
─¿Y eso en que te afectaba? ─noto cuánto esfuerzo hace para no llorar. ─¿Eres la heroína de todos, acaso? La perfecta Blair.
─No, no me afectaba en nada pero tarde o temprano…
─Cállate, Blair. Confié en ti, confié en que eras mi amiga. Te hice mi dama de honor, te confié mis planes…
─Yo nunca quise herirte, y si crees que todo esto fue por Keenan, no lo fue. No tengo ningún interés en estar con él.
─Pero él sí contigo ─escupe, me da la espalda y me ve sobre su hombro ─Espero que sean felices, Blair. Y que el karma no los alcance demasiado pronto.
Diciendo esto último, se va, desaparece rápidamente de mi vista. Creí que iba a decir algo más, o quizá a amenazarme porque ella es de las chicas rudas que si les haces algo, jamás se queda con los brazos cruzados.
Llego a mi casa y entro, me llega el olor a que alguien esta en la cocina preparando algo.
─Hola, Winona.
─Ah, hola Blair. Apareciste. ¿Dónde estabas?
─Estuve en casa de mi mamá, he venido ayer pero no te vi. Ahora vengo de la clínica, fui a hacerme unas pruebas de sangre.
─¿Sobre el embarazo? ─Deja de cocinar y viene hacia mí.
Asiento.
─¿Y? ─dice de cotilla.
─Sí, estoy embarazada. ─me froto el rostro ─Vamos a tener un bebé en casa.
─¡Qué emoción!
─¿Crees? Los bebés son llorones, inquietos, se portan mal.
─Por eso son bebés, no saben lo que hacen. Son lindos y tiernos, me encantan.
─¿En serio?
Asiente feliz.
─Pero aún no sé si voy a quedarme aquí, mi hermano quiere que me vaya un tiempo con él. ─digo ─Y por lo que he sentido, creo que es lo mejor. No quiero que mi hijo se rodee de estas personas.
─Bueno, en eso tienes razón. Kaitlyn vino a buscarte hace rato.
─La encontré, hable con ella. Esta muy resentida, la entiendo. Aún no sana su herida, y me da miedo que intente algo contra mí o mi hijo.
─Sí temes por tu bebé haz lo que cualquier madre haría.
─Llamaré a mi hermano y le diré que me iré con él un tiempo, hasta que mi hijo nazca y las cosas aquí se hayan calmado.
─¿No piensas decirle a Keenan?
─Tengo miedo de hacerlo ─murmuro ─. No sé cómo vaya a tomar la noticia.
─¿Y si le dejas una carta?
─No, no sería conveniente. Es capaz de buscarme hasta por debajo de las piedras.
─¿Y tú hermano vive muy lejos?
─No lo creo. Aarhus.
─Te hará bien cambiar de aires. Mándame fotos de tu bebé cuando nazca ¿va?
─Vale, pero por favor no le digas a Keenan a donde me fui.
─Promesa. ¿Después de que nazca el bebe piensas volver?
─Sí, lo haré. Aquí está mi vida entera, mi familia, mis amigos.
─Te vamos a estar esperando.
─Voy a arreglar mis cosas.
─Te ayudo ─poniéndonos de pie, tocan a la puerta.
─Yo abro─dice.
─Vale.
Va a abrir y escucho que mencionan mi nombre.
─Blair…
─Vance ─lo abrazo. Es mi jefe pero también mi amigo.
─Supe lo que pasó. ¿Cómo estás?
─Yo estoy bien, físicamente.
─¿Y Kaitlyn? ─Vance conoce a Kaitlyn, desde hace un tiempo coincidimos los tres.
─Ella está muy mal, dice que le arruine la vida.
─Está dolida, está bien. Cualquiera en su lugar lo echaría ─Eso es verdad ─le tomará un tiempo para sanar pero lo hará.
─¿Crees que también soy culpable?
─Bueno, no fuiste tú quien canceló la boda. ¿Por qué tendrías la culpa? Por lo que entendí, él no la amaba ¿no?
─Tal vez si tuve un poco de culpa.
━━━━━━•••••━━━━━━
─¿Y vives solo aquí?
─No, vivo con mi novia.
Arqueo una ceja.
─¿Desde cuándo tienes novia?
─Desde hace unos años.
─¿Y por qué no lo sabía?
Mi hermano sonríe. Rylee tiene veintiséis años, yo soy la mayor de los tres. Maeve tiene veintiocho años, ella y yo solo nos llevamos un año y unos meses.