Más que suficiente

12. Omnipotente

𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻

𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻

─Está bien, Brígida.

─¿Está bien que?

Ella o más bien todos creo que tienen razón, debería decirle la verdad a Keenan.

No se merece pasar por este sufrimiento, se lo diré.

─Le diré a Keenan.

─¿Estás hablando en serio o estás delirando? ─murmura.

─Jamás había hablado tan serio. Quiero decirle la verdad del porqué me he escondido de él y con esta panza…

─¿Estás completamente segura?

─Sí, sí no afrontó la verdad ahora entonces no lo haré nunca. No se como vaya a reaccionar pero ese ya no será mi problema.

─¿Y qué harás si él no quiere que tengan al bebé?

─No le pediré su opinión, tampoco que se haga cargo. Solo se lo quiero decir para que deje de buscarme y que todo esté en paz.

Siento mucha pena por él y que tenga que pasar por todo esto en parte por mi culpa pero también suya. Además, que agradezca que le diré. Quizá ya no es el mejor momento, cinco meses después…pero el punto es que lo va a saber.

─¿Y cómo piensas hacerle para verlo? ¿Quieres que lo llame?

Coge su celular.

─No, no, no aún no. Déjame ensayar primero cómo se lo diré ─murmuro ─. Tengo que pensar muy bien en mis palabras.

─Claro que no, al verte él sabrá lo que le quieres decir.

─¿Crees?

─Sí, tienes una barriga enorme. Pero si de algo puedes estar segura, es que mi hermano te apoyara, lo conozco. Estará muy feliz de ser papá.

─No quiero obligarlo a nada, Brígida solo que sentí mucha culpa al escucharlo buscándome.

─Lo sé, y está bien, eso quiere decir que eres una buena persona.

O tal vez no.

Pasamos toda la semana en casa, no por Keenan, porque ahora que estoy decidida a decirle, me ha entrado más temor del que tenía, quien sabe cual sea su reacción.

Pero ya nada me va a ser cambiar de opinión, de pronto tuve ese golpe en el pecho de querer decirle. Además es bueno que mi bebé crezca sabiendo quien es su papá ¿no? A menos que él no quiera estar en su crecimiento porque eso lo obliga a verme a mí también.

Y la idea, debo confesar, no me desagrada tanto.

《Mejor di que te sigue gustando Keenan, confiésalo》

Imposible que niegue algo que se nota a miles de kilómetros. Keenan fue mi amor de verdad, siempre hay una persona de la cual te enamoras hasta los huesos y te resulta imposible poder sacarte de la cabeza. Pues para mí esa persona es él, como novio fue maravilloso, claro, quitando la etapa donde empezó con sus celos tontos y tonterías. De no ser por eso, jamás lo hubiese terminado. Yo lo amaba tanto. Recuerdo que pasé una semana llorando porque lo extrañaba, que tonta.

Y seré más tonta ahora si lo pierdo para siempre, ¿no? Es decir, si no le digo la verdad ahora entonces no será nunca y para cuando lo sepa él va a odiarme por haberlo ocultado.

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Estoy arreglando mis cosas para irme a mi casa, lo he estado pensando durante toda la semana y creo que es suficiente ya de esconderme.

Claramente no pienso pararme en la casa de Kaitlyn o frente a ella para que me vea en este estado, sería muy estúpido de mi parte. Mi única intención es decirle a Keenan y nada más. Cuando él lo sepa, entonces todo estará bien.

─Espera, mamá me llama ─dice. Brígida ira conmigo.

No me apetece viajar sola y tampoco enfrentarme a su hermano sola.

─Hola, mamá… sí, no lo sé. ¿Cuándo? ─me mira ─. ¿Estás segura que no dijo a dónde iba? Es muy raro en él.

¿De quién está hablando?

─Déjame le marco.

Le termina la llamada a su mamá, no sé por qué, y de qué habla.

─¿Qué pasó?

─Mi mamá dice que Keenan se fue.

─¿A dónde?

─No lo sé, solo dijo que se fue. Me pregunto si yo sabía a dónde había ido y le dije que no, Keenan no me dijo nada ─murmura.

─Háblale.

Marca el número de su hermano, espera y espera pero este no responde. Okey, a esto le llamo tener muy mala suerte.

─Déjame le marco yo.

Lo intento desde mi número pero el celular me suena a que ha sido apagado.

¿Es en serio?

─No responde.

─Maldita sea, no tengo idea de dónde buscarlo. No sé dónde pudo haber ido y por qué.

─Quizá estaba decepcionado…

─¿Crees que se pudo ir por ti? Es decir, que le haya afectado tanto que no tuvo más opción que huir.

Sí, sí lo creo.

Le llamo a Winona para saber si no ha llegado por ahí, pero desde la última vez dice que no ha aparecido.

Ella me dijo que lo veía muy decaído. Joder, que culpable me siento. ¿Y si de verdad se fue para no regresar? ¿Y si yo tengo la culpa? ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo voy a decirle de su hijo? Creo que actúe demasiado tarde y eso me va a pasar factura y por lo visto, no me va a alcanzar toda la vida para pagarlo.

─¿Y ahora qué voy a hacer? Brígida, creo que esto es mi culpa.

─No es tu culpa, Blair.

─Sí no me hubiera escondido él no se habría marchado.

─A lo mejor aparece pronto. Él sabe desaparecer así, luego viene como si nada. Solo necesita tiempo y espacio.

─Tiempo es lo que no tengo. Quería que lo supiera antes de que mi hijo nazca, después no sabré cómo decirle.

─Tienes razón, pero verás que de la nada aparece. Quédate tranquila, no te hace nada bien tener esa preocupación.

Tiene razón, pero no puedo evitarlo.

El resto del día pasó llamando a Keenan a su celular, de nuevo sale que el celular está apagado. La preocupación me hace pensar ¿y si le paso algo?

¿Y si la loca y demente Kaitlyn le hizo algo? No puede ser, aunque la creo capaz de hacer cualquier cosa cuando no obtiene lo que quiere. Me recuesto porque el dolor de espalda me está matando. Estar embarazada es muy bonito pero difícil, no solo debes mantenerte con vida tu, también tu bebé y es muy complicado. Aún más cuando tienes antojos a media noche de una naranja con mucha nutella, unos antojos demasiado raros pero a mi bebé le gustan.

─¿Te sientes mejor? ─pregunta Brígida después de unas horas.




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