𝓚𝓮𝓮𝓷𝓪𝓷
─Buenas tardes.
Brígida se me queda viendo como si fuera un fantasma.
¿Y estos que hacen aquí?
─Keenan.
─Lo mismo de siempre─digo.
─¿Qué estás haciendo aquí?
─¿Por qué no? También es la casa de mis papás ¿no es así? Tengo derecho a visitarlos.
─Nosotros no te esperábamos ¿Dónde estabas? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ─pregunta molesta─Sabes cuánto te hemos buscado.
─Le dije a mi madre que me iba de vacaciones un tiempo, Kaitlyn no dejaba de buscarme y quise alejarme de ella. Era la única solución que tenía.
─Pero Blair…
Blair… aún estoy molesto con ella.
─A Blair le valió una mierda, no quiso ser encontrada. ¿Por qué iba a rogarle? Ya no podía hacer más por nosotros.
Mis padres aparecen con una bebé preciosa en brazos. ¿De dónde sacaron una bebé? Mi madre me mira y también se queda pasmada.
─Qué belleza ─digo. Es una monada. ─No sabía que eras mamá, Brígida.
─No, no es mía ─murmura nerviosa.
─Pues de mis padres no lo creo.
La niña se ríe conmigo, se llena de ternura mi corazón. Me encantan los bebés, son tan inocentes y puros.
Le estiro mis brazos para cargarla y ella viene hacia mí, no tuve que rogar como a Blair. Está pesada, y huele a bebé.
─En fin ¿de quién es?
─No… no podemos decirte.
─¿Por qué tanto misterio? ─digo.
─No es ningún misterio ─habla alguien desde las gradas. Enseguida reconozco esa voz y mi expresión cambia. ─La bebé es mía.
─Blair…
─Sí, yo misma.
─¿Qué estás haciendo aquí? ─la bebé se ríe como si estuviera hablando con ella.─Pensé que seguías huyendo como una cobarde.
─El que aparentemente huía eras tú, no yo.
─¿Para qué buscar a quién no quiere ser encontrado?
Está guapísima como siempre, creo que esta mejor que antes. Sus pecho se ven más extravagantes y su boca, me muero por morder esos labios.
El punto no es ese. ¿Está bebé suya? Debe estar de broma.
─Los dejamos solos para que hablen ─dice mi madre obligando a todos, excepto ella, la bebé y yo a irse.
Mi hermana le dice algo en el oído a Blair.
─Keenan, no seas un idiota.
Eso dice mi hermana antes de ser obligada por mi madre a dejar la sala.
─¿Por qué hay tanto misterio?
─Te estuve buscando.
─¿A mí? ─me río irónico. ─Para qué podrías buscarme tú a mí.
─Porque necesitaba hablar contigo, pero no te encontré. Tu madre dijo que te habías ido y no sabía a dónde.
─Bueno, fue lo mismo que tú hiciste ¿no? Te escondiste de mí y eso te hace una cobarde.
─Tenía mis razones ─murmura molesta.
─Las entendí perfectamente, créeme.
─No son las razones que crees.
─Sean o no, entendí que no querías saber nada de mí. Y también que no podía correr detrás de alguien que no quería ser alcanzada ─veo cuanto le pesan mis comentarios. Pero es más que la verdad. ─No iba a rogarte más.
─No esperaba que lo hicieras ─murmura.
Yo creo todo lo contrario. Sí esperaba que lo hiciera.
─No esperaba encontrarte aquí hoy.
─Quise ver a mi familia ─digo. La niña llora que quiere ir con su mamá y permito que se la lleve. Es una extraña familiaridad que me deja un vacío en los brazos. Jamás había cargado una bebé, así que no tengo por qué.
─¿Tú qué haces aquí?
─También vine a visitar a tus papás.
Necesito hablar contigo ¿Podemos ir a otro lugar?
─Vamos a la oficina de mi papá.
La guío hasta dicho lugar y sienta a la niña a jugar, parece que se entretiene fácilmente con cualquier cosa.
─¿Qué es eso que tienes que hablar conmigo? ─Le pregunto.
─Keenan, recuerdas aquella noche que estuvimos juntos. Posterior a que llegaras con Kaitlyn a mi casa y te presentará como su prometido.
Cómo olvidarlo.
─Sí. ¿Qué pasa con eso?
─Bueno, pues ¿ese día recuerdas haberte cuidado?
─Sinceramente, no recuerdo una mierda sobre si me cuide o no. ¿Por qué?
─Porque me enteré qué…
─¡Keenan! Ayúdame, tu papá está teniendo un infarto ─mi madre me llama angustiada desde la puerta.
No lo pienso dos veces y me levanto de la silla para saber qué demonios es lo que está pasando.
Llego a donde están ellos, a mi padre lo veo mal, a mi hermana llamando a una ambulancia. Reviso que respire y tenga pulso, sin embargo no dura mucho tiempo, así que debo darle reanimación cardiopulmonar mientras llega la ambulancia.
─La ambulancia viene para acá.
Cinco minutos después están subiendo a mi padre a la camilla. Mi hermana decide irse con él, yo iré en mi auto.
Lamento haberlos dejado solos tanto tiempo, yo sabía que ellos estaban bien, que no me necesitaban pero quizás me equivoque.
─Esta bien, mamá.
Quédate aquí, yo iré con ellos. ─No quiero perder de nuevo de vista a Blair, pero no tengo más opción. ─¿Podemos hablar después?
─Claro, anda. Ve con tu papá.
Veo a la bebé una vez más y salgo de la casa con rumbo a la clínica.
¿Qué sería eso que Blair quería hablar conmigo? Llego al lugar y pregunto por mi papá pero dicen que todavía no saben nada.
Mientras espero desesperadamente, porque odio esperar, busco a mi hermana hasta que la veo hablando por celular. No supe en qué momento su novio o lo que sea que son, se fue de la casa.
─¿Keenan?─alzó la mirada solo para encontrarme con una chica conocida.
─Kaitlyn.
─¿Qué haces aquí? Tenía mucho tiempo sin verte ─lo mismo digo. Me fui porque quería que me dejara en paz.
─Estoy aquí con mi papá ¿Qué haces tú aquí?
─Oh, vengo a visitar a mi novio.
─Oh, bueno me alegro por ti.
─Sí quieres le pregunto por tu papá ─añade. No sé, me resulta malicioso todo.
─¿Por qué lo harías?
─Porque es el cardiólogo que está atendiendo a tu papá.
Mierda, eso sí es una completa mierda.
─No hace falta, déjalo así.