Más que suficiente

15. Si fuera mía

𝓚𝓮𝓮𝓷𝓪𝓷

─Buenas tardes.

Brígida se me queda viendo como si fuera un fantasma.

¿Y estos que hacen aquí?

─Keenan.

─Lo mismo de siempre─digo.

─¿Qué estás haciendo aquí?

─¿Por qué no? También es la casa de mis papás ¿no es así? Tengo derecho a visitarlos.

─Nosotros no te esperábamos ¿Dónde estabas? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ─pregunta molesta─Sabes cuánto te hemos buscado.

─Le dije a mi madre que me iba de vacaciones un tiempo, Kaitlyn no dejaba de buscarme y quise alejarme de ella. Era la única solución que tenía.

─Pero Blair…

Blair… aún estoy molesto con ella.

─A Blair le valió una mierda, no quiso ser encontrada. ¿Por qué iba a rogarle? Ya no podía hacer más por nosotros.

Mis padres aparecen con una bebé preciosa en brazos. ¿De dónde sacaron una bebé? Mi madre me mira y también se queda pasmada.

─Qué belleza ─digo. Es una monada. ─No sabía que eras mamá, Brígida.

─No, no es mía ─murmura nerviosa.

─Pues de mis padres no lo creo.

La niña se ríe conmigo, se llena de ternura mi corazón. Me encantan los bebés, son tan inocentes y puros.

Le estiro mis brazos para cargarla y ella viene hacia mí, no tuve que rogar como a Blair. Está pesada, y huele a bebé.

─En fin ¿de quién es?

─No… no podemos decirte.

─¿Por qué tanto misterio? ─digo.

─No es ningún misterio ─habla alguien desde las gradas. Enseguida reconozco esa voz y mi expresión cambia. ─La bebé es mía.

─Blair…

─Sí, yo misma.

─¿Qué estás haciendo aquí? ─la bebé se ríe como si estuviera hablando con ella.─Pensé que seguías huyendo como una cobarde.

─El que aparentemente huía eras tú, no yo.

─¿Para qué buscar a quién no quiere ser encontrado?

Está guapísima como siempre, creo que esta mejor que antes. Sus pecho se ven más extravagantes y su boca, me muero por morder esos labios.

El punto no es ese. ¿Está bebé suya? Debe estar de broma.

─Los dejamos solos para que hablen ─dice mi madre obligando a todos, excepto ella, la bebé y yo a irse.

Mi hermana le dice algo en el oído a Blair.

─Keenan, no seas un idiota.

Eso dice mi hermana antes de ser obligada por mi madre a dejar la sala.

─¿Por qué hay tanto misterio?

─Te estuve buscando.

─¿A mí? ─me río irónico. ─Para qué podrías buscarme tú a mí.

─Porque necesitaba hablar contigo, pero no te encontré. Tu madre dijo que te habías ido y no sabía a dónde.

─Bueno, fue lo mismo que tú hiciste ¿no? Te escondiste de mí y eso te hace una cobarde.

─Tenía mis razones ─murmura molesta.

─Las entendí perfectamente, créeme.

─No son las razones que crees.

─Sean o no, entendí que no querías saber nada de mí. Y también que no podía correr detrás de alguien que no quería ser alcanzada ─veo cuanto le pesan mis comentarios. Pero es más que la verdad. ─No iba a rogarte más.

─No esperaba que lo hicieras ─murmura.

Yo creo todo lo contrario. Sí esperaba que lo hiciera.

─No esperaba encontrarte aquí hoy.

─Quise ver a mi familia ─digo. La niña llora que quiere ir con su mamá y permito que se la lleve. Es una extraña familiaridad que me deja un vacío en los brazos. Jamás había cargado una bebé, así que no tengo por qué.

─¿Tú qué haces aquí?

─También vine a visitar a tus papás.

Necesito hablar contigo ¿Podemos ir a otro lugar?

─Vamos a la oficina de mi papá.

La guío hasta dicho lugar y sienta a la niña a jugar, parece que se entretiene fácilmente con cualquier cosa.

─¿Qué es eso que tienes que hablar conmigo? ─Le pregunto.

─Keenan, recuerdas aquella noche que estuvimos juntos. Posterior a que llegaras con Kaitlyn a mi casa y te presentará como su prometido.

Cómo olvidarlo.

─Sí. ¿Qué pasa con eso?

─Bueno, pues ¿ese día recuerdas haberte cuidado?

─Sinceramente, no recuerdo una mierda sobre si me cuide o no. ¿Por qué?

─Porque me enteré qué…

─¡Keenan! Ayúdame, tu papá está teniendo un infarto ─mi madre me llama angustiada desde la puerta.

No lo pienso dos veces y me levanto de la silla para saber qué demonios es lo que está pasando.

Llego a donde están ellos, a mi padre lo veo mal, a mi hermana llamando a una ambulancia. Reviso que respire y tenga pulso, sin embargo no dura mucho tiempo, así que debo darle reanimación cardiopulmonar mientras llega la ambulancia.

─La ambulancia viene para acá.

Cinco minutos después están subiendo a mi padre a la camilla. Mi hermana decide irse con él, yo iré en mi auto.

Lamento haberlos dejado solos tanto tiempo, yo sabía que ellos estaban bien, que no me necesitaban pero quizás me equivoque.

─Esta bien, mamá.

Quédate aquí, yo iré con ellos. ─No quiero perder de nuevo de vista a Blair, pero no tengo más opción. ─¿Podemos hablar después?

─Claro, anda. Ve con tu papá.

Veo a la bebé una vez más y salgo de la casa con rumbo a la clínica.

¿Qué sería eso que Blair quería hablar conmigo? Llego al lugar y pregunto por mi papá pero dicen que todavía no saben nada.

Mientras espero desesperadamente, porque odio esperar, busco a mi hermana hasta que la veo hablando por celular. No supe en qué momento su novio o lo que sea que son, se fue de la casa.

─¿Keenan?─alzó la mirada solo para encontrarme con una chica conocida.

─Kaitlyn.

─¿Qué haces aquí? Tenía mucho tiempo sin verte ─lo mismo digo. Me fui porque quería que me dejara en paz.

─Estoy aquí con mi papá ¿Qué haces tú aquí?

─Oh, vengo a visitar a mi novio.

─Oh, bueno me alegro por ti.

─Sí quieres le pregunto por tu papá ─añade. No sé, me resulta malicioso todo.

─¿Por qué lo harías?

─Porque es el cardiólogo que está atendiendo a tu papá.

Mierda, eso sí es una completa mierda.

─No hace falta, déjalo así.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.