Más que suficiente

20. Reconciliación

𝓚𝓮𝓮𝓷𝓪𝓷

Otro día más que salgo de la empresa y me dirijo al departamento. En otra ocasión habría salido para otro lugar a tomarme una copa, a casa de mis padres o a algún lado con mis amigos. Quizá a pasar una noche caliente con alguna mujer caliente que quiera pasar la noche conmigo. ¿Quién no quisiera?

Entro a mi departamento con la esperanza de encontrar a mi pequeña Genevieve en su cuna y estirando los bracitos para que la coja porque me ama y yo la amo. Es un amor indescriptible, no hay una palabra para describir el amor que le tengo a esa pequeña inocente. Le agradezco enormemente a Blair haberme dado lo mejor de mi vida.

No tengo otra cosa en la cabeza que no sea mi hija.

Soy un papá feliz y orgulloso.

Pero mi hija no esta en su cuna, en cambio en la isla de la cocina hay una nota de Blair que dice que Genevieve está con mi hermana y ella ha ido a trabajar.

Mierda, le advertí que no quería que saliera de aquí. Todo el mes ha estado en la misma, no hay poder humano que le saque esa idea de la cabeza. ¿Qué mierda le falta aquí? Nada, tiene tarjetas de crédito, tiene todo lo que una mujer sueña tener para no salir de casa y ella hace todo lo contrario.

Le gusta llevarme la contraria, pero ya verá al venir.

Salgo del departamento y voy por la bebé a casa de mis papás, mi hermana se queda ahí.

─¿Qué demonios te pasa?

─Genevieve…

─Estás siendo un idiota, Keenan. Y dudo que Blair te quiera así, no ves que estás haciendo las cosas mal.

─No, no lo veo y no te metas en lo que no te importa, por favor.

─Ya la perdiste una vez, creo que dos lo tendrás bien merecido.

Cojo las cosas de mi hija y me la llevo, ella sonríe todo el tiempo.

─Eres una cosita preciosa ─le digo mientras la acomodo en su silla. Mi auto de lujo se convirtió en un auto de bebés. Y no me importa un carajo, ser papá es lo mejor en mi vida.

Conduzco con cuidado porque llevo a mi hija allá atrás. La veo todo el tiempo por el espejo, ella lleva su chupete así que se entretiene bastante.

Al llegar al edificio, veo que se ha quedado dormida. Cojo la pañalera y después a ella, es una linda bebé dormilona. Se acurruca en mi pecho y subo con ella al departamento.

Al entrar veo a Blair hablando por celular con quien supongo ha de ser mi hermana. Dejo a la bebé en su habitación, en su cuna y cierro la puerta.

─¿En qué carajos habíamos quedado? ─escupo molesto.

─¿En qué? Te recuerdo, Keenan que el tratado entre tu y yo es por nuestra hija, no porque tengamos algo.

─Te dije que no quiero que descuides a la niña.

─¿Y te parece que lo hago? La dejó cuatro horas con tu hermana, no todo el día.

─Me parece que es suficiente.

─Esto no va a funcionar, Keenan. No puedes prohibirme que trabaje solo porque tu quieres ─camina de un lado a otro.

─Sí, claro que puedo hacerlo.

─¡No! Porque no tenemos una relación, más que la de Genevieve. ¿Qué parte no entiendes? No mezcles una cosa con otra. Estuve de acuerdo en no tener una relación con nadie más, eso me parece bien pero no me prohibas que trabaje porque eso no lo voy a hacer.

Mierda, me estoy pasando de estúpido e imbécil, pero me da mucha rabia que ella esté fuera porque me viene a la mente que de nuevo se irá y esta vez para siempre.

─Lo siento ─digo sinceramente. Hasta ella misma se asombra ─Siento haber dicho eso, también querer poner presión en algo que no me corresponde.

─¿En serio? ─levanta una ceja.

─Sí, tienes razón. No puedo obligarte a nada. Solo que temo que de nuevo te vayas.

─No pienso en irme, Keenan. Menos ahora.

─¿Cómo puedo estar seguro de eso?

─Porque tengo una hija en común contigo y ahora que lo sabes creo que no podría alejarla de ti, y tampoco alejarte de ella. Genevieve te adora ─eso lo sé pero para mí no es suficiente.

─Me estás volviendo loco, Blair. ¿Por qué carajos nunca he podido sacarte de mi cabeza? No entiendo qué tengo que hacer para lograr dejar de pensar en ti.

─Yo me pregunto lo mismo.

La cojo de las mejillas y la beso sin importarme si quiere o no, pero al sentir sus labios moverse sobre los míos sé que ella también busca lo mismo que yo.

Ya fue suficiente tiempo viviendo bajo el mismo techo y no sentir ganas el uno del otro. La aprieto contra mi cuerpo, muerdo sus labios y manoseo su lindo trasero robusto.

─Me encantas ─susurro.

─Hazme tuya ─súplica en un gemido que me pone duro.

La llevo a la habitación más apartada de las demás, aquí nadie podrá escuchar nada.

─No sabes cuánto tiempo espere por esto.

─Cállate y bésame.

━━━━━━•••••━━━━━━

Al despertar no encuentro a Blair a mi lado, tampoco está su ropa. Solo la mía.

Viene a mi mente lo que hicimos anoche.

Tuve una de las mejores noches de sexo en mi vida. Con Blair todo se siente diferente, no se compara nada a estar con otra mujer. El cuerpo de ella es mi absoluta perdición, con ella me siento en las nubes.

Me levanto y me voy a mi habitación a ducharme. No escucho ningún ruido al salir, así que me visto y salgo de nuevo. Voy hacia la cocina, pido que pongan el desayuno y luego voy a ver a la bebé.

─Buenos días ─digo. Blair está con ella.

─Buenos días.

─¿Todo está bien? ─solo tiene puesta una bata de baño.

Puedo notar un hematoma en su cuello, ya era muy tarde cuando recordé que odia que le deje marcas en el cuerpo, y menos si son tan visibles.

─Sí, quería revisar que estuviera bien.

─Sigue dormida.

Ella asiente.

─Me quedó con ella mientras te vistes ¿está bien? ─comprendo que no le gusta estar mucho tiempo lejos de la bebé.

─Gracias.

Sale de la habitación y yo cuido a Genevieve, mi hija. Mi hermosa hija, quisiera comerla a besos, es una ternura.

Al terminar y que la niña siga durmiendo, ambos vamos a desayunar algo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.