𝓚𝓮𝓮𝓷𝓪𝓷
Me he quedado con la cena lista y el anillo de compromiso en mi bolsillo.
De nuevo me quedé sin nada.
Estoy decepcionado, adolorido. Es verdad que entre Pamela y yo no hay nada, si lo hubo pero una vez y luego quedamos como amigos.
Luego ella se comprometió y dijo que vendría a buscarme para invitarme a su boda. Es lo más seguro del por qué vino, pero Blair se hizo muchas ideas en la cabeza y de nuevo termino mandando todo a la fregada.
No voy a ir tras ella porque es lo que ella quiere, esta vez la dejaré marcharse justo como quiere y juro no volverá a buscar como lo hice hace unos años. No voy a correr más tras de alguien que no quiere quedarse.
𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻
Llego a mi antiguo hogar porque es el único lugar al que puedo llegar y no darle explicaciones a nadie. A menos que mi compañera de casa y amiga este aquí y quiera saber qué paso.
─¿Qué fue lo qué pasó?
Es lo primero que cuestiona al verme.
─Abandone a Keenan.
─No me sorprende. Ese hombre tiene demasiada paciencia contigo. ¿Ahora que te hizo?
─No quiero hablar de eso.
─Dímelo, sabes que soy buena dando consejos.
En eso hay algo de razón.
Le empiezo a contar todo, como pasaron las cosas y demás. Mientras que Genevieve se queda dormida porque es noche y debe estar muy cansada. La desperté cuando salí del departamento.
─¿Por qué te enojas por eso? Dios, Blair. Eres una inmadura.
─¿Qué? ¿Yo?
─Claro, pobre hombre lo estás volviendo loco. ¿Por qué te enojas por algo que no paso en tu año? Creí que me habías dicho que el celoso psicópata era él, no tú.
─Él fue el que me mintió.
─¿En qué? Has dicho que él mismo te dijo que habían tenido algo ¿Dónde está la mentira? Esta vez estoy con Keenan, estoy de su lado.
─¿En serio?
─Hiciste mal, Blair. Tu llevas huyendo de él mucho tiempo y quieres que te sea fiel, lo siento pero estás loca. ─se sincera ─Keenan merece algo mejor.
─Ahora resulta que la loca soy yo.
─No lo veo a él reclamando lo que hiciste cuando él no estaba.
─Me iré a dormir.
─Piénsalo, Blair. Puedes perder a Keenan y está vez para siempre.
Entro a mi habitación y recuesto a la bebé en la cama.
Por esta noche dormirá conmigo, me siento horrible. ¿Y si ella tiene razón y puedo perder a Keenan para siempre? ¿Estuvo mal lo que hice? Es que no lo sé, no tenía que haberme portado así con él. Quizá me pase un poco, pero ahora mismo no creo que quiera verme ni en pintura.
Voy a dejar que las cosas se calmen e iré a buscarlo.
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─Buenos días.
─Buenos días. ¿Cómo amaneciste?
─Bien. ¿Ha venido Keenan a buscarme?
Deja de comer su cereal y niega.
─No, nadie ha venido a buscarte.
─¿Estás segura?
Asiente y sigue comiendo.
─Dudo que venga a buscarte. Esta vez fuiste tú la del problema y no él ─asegura. ─Deberías buscarlo tú.
─Es raro que no venga, a menos que no quiera saber de su hija.
─Él sabe que está bien contigo, y si en dado caso te busca entonces lo hará por ella y no por ti.
─Ya pasaron dos días.
Él vendrá a buscarme al menos para saber de Genevieve y entonces podremos arreglar todo. Me da mucha vergüenza ser quien lo busque pero si para mañana no ha venido, entonces iré yo.
─Ten buen día, me voy. Tengo una cita de trabajo.
─Qué te vaya bien.
Yo también tengo que salir a mostrar un departamento y un regalo para el cumpleaños de la mamá de Keenan.
Lo estaba olvidando hasta que su hermana me lo recordó anoche. Estoy indecisa en sí ir o no, la verdad me da pena con ellos y saber que me puedo encontrar con Keenan ahí.
─Genevieve, vamos a caminar. No puedes pasar solo encerrada.
Antes de ir por ella mi celular suena, veo el nombre de Keenan en la pantalla. Espero unos segundos antes de responder. No quiero verme tan ansiosa por hablar con él.
─¿Hola?
─¿Genevieve está bien? ─me habla en un tono seco. Solo pregunta por la niña.
─Sí, ella está muy bien.
─Okey, quiero pasar tiempo con ella. ¿Puedo llegar a traerla?
─Bien, supongo que sí.
─Okey.
Me corta la llamada ¿así nomás? ¿Eso fue todo?
Bien, es obvio que sigue molesto pero podremos arreglar todo. Estoy segura. Él debe comprenderme.
Me meto a bañar pero antes dejo a Genevieve jugando en su cuna. No tardó más de quince minutos y cuando salgo me asusto al ver a Keenan en la cuna de mi hija.
─No deberías dejarla sola.
─Solo me estaba duchando. ─contesto.
─Me la llevaré, mis papás quieren verla. ─no me mira a los ojos.
─Avísame a que horas la traes.
─Tengo dos días sin verla.
─Keenan ─me muerdo el labio─. Podemos hablar de lo que pasó en tu departamento.
─No hay nada de qué hablar, lo dejaste todo claro ese día. Desde ahora en adelante lo único que habrá entre nosotros será por nuestra hija.
─Lo lamento ¿okey? Lo siento, de verdad. Me porte como una idiota, me sentí muy celosa por algo que no debía.
─No te preocupes, Blair.
─Perdóname.
─Yo no tengo nada que perdonarte.
─Estás molesto conmigo ─lo abrazo por la espalda y él se tensa ─Descubrí que realmente quiero estar contigo.
─Ya es un poco tarde, Blair.
¿Tarde, en serio?
─¿Qué significa eso? ─quita mis brazos.
─No quisiste cuando yo quería ¿ahora debo querer solo porque tu quieres? ¿Solo porque descubriste que si quieres estar conmigo? Tardaste tanto tiempo en darte cuenta de eso o es solo porque te sentiste amenazada de que esta vez no iba a correr tras de ti.
─Sé que cometí un error y lo lamento, todos cometemos errores ¿no es así? Pero si es lo que quieres, está bien. ─me alejo ─Respeto tu decisión.