Más que un sentimiento

Capítulo I: Perdidos

Los Alpes franceses

Fecha desconocida...

Una semana desde la extinción humana: «La mayoría de plantas eléctricas que funcionan sin combustibles fósiles dejaron de servir hace días. La comida se está pudriendo por las fallas de conservación en los refrigeradores».

*Asier*

El frío es insoportable, mis amigos y yo decidimos desconectarnos de todo planificando un viaje a Los Alpes. Tenemos por fortuna el equipamiento adecuado y comida para varias semanas. Es increíble la manera en que las decisiones que tomamos afectaron nuestras probabilidades de sobrevivir.

—¿Pero dónde estamos? —preguntó Abel muy agitado. Se nota su enojo hacia Roman por extraviarnos todavía más.

—¡Ya lo dije, estamos perdidos en esta puta montaña y no tenemos mapa! No me agobies más, de cualquier forma nos íbamos a perder —dijo Roman desahogándose—. No fui yo quien perdió el mapa —añadió viendo a Heller de reojo. Se sentía decepcionado de su amigo. ¿Cómo llegó a ser cortejado por France?

—Ya, pero tú nos sacaste de la vía para tomar un "atajo", es culpa de los dos que estemos aquí sin nadie, se acabará la comida y vamos a morir —expresó Abel muy alterado. 

Mientras tanto, Heller estaba sentado sin decir nada. Volteó a verme. Lo ignoré. En el fondo me sentía mal porque se le veía arrepentido, aun así, mi enfado hacia él seguía casi intacto.

—¿No vas a decir nada, Asier? —cuestionó Abel mientras me veía en busca de apoyo. 

Decido quedarme callado unos segundos y pronunciarme en voz baja. —Cada uno sabe que las consecuencias de sus actos nos dejaron aquí, ya sea en mayor o menor proporción —mantuve ese tono reflexivo que me caracterizaba en mis momentos de seriedad.

Éramos un total de seis jóvenes, perdidos en las altas cumbres alpinas. Le brindaba cobijo a Karol, ingenua a todo lo que pasaba a su alrededor, siempre fue la más tímida del grupo, no merecía estar con nosotros. Pero France... Abel mantiene sus labios sellados debido a que son pareja, aunque es obvio que ella no ha aportado nada positivo desde que nos perdimos aquí, siempre con sus idioteces.

—Tengo mucho frío... pero el ocaso es muy bonito —susurró Karol a mi oído. 

Noté que France observaba qué hacíamos con cara de desprecio a lo lejos. No le presté atención y descansé mi cabeza sobre la de Karol, ya que ella la había situado en mi hombro mientras me recostaba encima de la pequeña cadena de montículos formados por la nieve que teníamos detrás.

—Todo saldrá bien, nos vendrán a buscar. Te lo prometo —intento consolar a Karol. Suelta una lágrima. Me pregunta.

—¿Y si no es así? Aquí viene mucha gente, tal vez y no se hayan dado cuenta que nos perdimos. —Me dolió internamente verla de esa manera. No expresé emoción alguna. Dejé de reposar sobre su cabeza y la abracé. Los demás estaban muy ocupados discutiendo como para prestarnos atención.

Aprecio que Abel y Roman empiezan a pelear con los instrumentos que trajimos para esquiar. De manera momentánea, France reacciona y empieza a sujetar los brazos de Abel mientras gritaba alterada.

—¡Deténganse, todo va a terminar peor si siguen con sus conflictos estúpidos! —Abel se relajó un poco al recibir el regaño de France, mientras que Roman decidió echarle en cara lo que había hecho.

—¡Mejor no digas mucho, por si no recuerdas en gran medida es culpa tuya que Heller hubiese perdido el mapa! —aclaró. Finalizando con la reacción de ingenuidad de France y la violenta réplica de Abel, quien lo golpeó ciego por la ignorancia múltiples veces en la cabeza con las tablas de esquí. 

Heller y yo nos levantamos para separarlos. Karol lloraba por desesperación y miedo. Heller consiguió apartar a Roman, ya inconsciente. Tomé por los brazos a Abel y France le quitó las tablas para tirarlas lo más lejos posible.

—¿Estás loco? No podremos mantenernos con vida si peleamos en todo momento para ver quién es el culpable, debemos trabajar juntos —reclamé.

—Si no nos mata esta montaña de mierda, nos mataremos nosotros, Asier —Abel contestó en un tono fúrico. Se alejó cada vez más hasta perderse en la densa nieve y la oscuridad de la noche que había tomado lugar mientras discutíamos.

*Abel*

No soporto mi enojo. Seguía bajando el declive de la montaña a paso lento; escucho los gritos de mis compañeros a la lejanía. Nada me importaba en ese momento, ni siquiera France. Dejo de distinguir el horizonte a medida que la nevasca y la oscuridad acaparan todo a mi alrededor. Estaba jodido, perdido, solo...

No tengo ninguna fuente de luz, y a estas horas de la noche pueden salir animales a cazar. Tomando en cuenta el lugar en el que estoy, no me sorprendería que la población de fauna abunde muy poco. Me agoto, el frío hace que mi cuerpo se sienta débil. La nieve cubría la superficie sobre la cual caminaba, por ende iba con cuidado, puede que hayan piedras o grietas que me provoquen una fractura o un mal golpe.

Intento descender lo que me sea posible, una pista clara sería la presencia de árboles u otras plantas frutales. Me iré y los abandonaré a todos, no es posible que me pinten como el malo en estas circunstancias, no mentí en ningún momento. Ellos fueron quienes nos perdieron aquí, no yo. Todo es culpa de Heller y Roman, ¿por qué Asier no quiere confiar en mí? Siempre lo tuve en alta estima, no merecía que se me volteara. Nos conocemos desde niños, su cambio conmigo es por Karol, desde que llegó a nuestras vidas algo cambió dentro de él, no tenía tiempo para sus amigos, sólo para ella. Jamás llegó a hacer algo malo, pero... esa chica...

—¡Agh! —me quejo.

Es muy difícil describir las sensaciones que tengo en estos instantes. ¿Y si nadie era culpable?, ¿si esto sucedió por algo? Es una lógica que perturba mi paz interior, el orgullo me ciega. «Debí parecer un psicópata...». Es posible que hubiese matado a Roman, sin embargo, se lo merecía, ¿o no? Me coloco las manos en la cabeza y recapacito acerca de lo sucedido. No estoy atento a lo que me rodea, no era más que un fondo oscuro que se emblanquecía con los copos cayendo ligeramente. Esta discrepancia me iba a volver loco.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.